Bar de tapas variadas de calidad y a buen precio. Tienen una terraza amplia y en el interior hay muchas mesas, con lo que no hay problema de espacio. Las tapas que hemos pedido han sido un éxito. El hojaldre de pollo con puerro al cava y queso gratinado le ha gustado mucho a mi hermana. Mi madre y yo un par de tostas de pan payés muy ricas, el pan estaba buenísimo, mi cuñado tomó lagrimitas de pollo al estilo cajún y mis sobris pasta cuya modalidad no venía en la carta y tuvieron la deferencia de hacerla al estilo que les gustaba. Las mini croquetas de ibéricos eran caseras y estaban muy buenas también. Todo a un precio de 7 € por persona. Lo recomiendo.