Estoy seguro que los padres de la actual dueña, Mari Carmen, están bien orgullosos de su hija que ha sabido convertir esta humilde tasca que abrió sus puertas en 1938 a un gran restaurante de buena calidad pero manteniendo siempre el espíritu original de sus inicios más humildes. El servicio es agradable y eficiente y tiene una clientela fiel, como mi familia que lleva viniendo desde que tengo conocimiento. El restaurante dispone de varios salones diferentes y 3 reservados independientes para disfrutar perfectamente de una comida privada y más personal, ya sea de cumpleaños, bautizo, boda o de negocios. Personalmente, recomiendo venir para el menú del día ya que te ofrece una excelente relación calidad precio. El menú del día incluye un primero(a elegir entre 5 platos), un segundo(tambien a elegir entre 5 platos), postre Y café por 10 €. Fuera de menú puede llegar a ser bastante caro pero para darte un capricho de vez en cuando está más que recomendable. Para quienes no lo sepan, en Galicia muchos sitios sirven Café de Pota que es café tradicional hecho en una cazuela. A mi personalmente lo odio ya que es demasiado aguado para mi gusto por lo tanto si pides café procura pedirlo de maquina si quieres un café «normal».