Este restaurante es tan conocido por la zona que ni siquiera tiene letrero diciendo que es un restaurante: por fuera parece una casa particular. Además, es tan popular que hasta tienes que coger número como si en una carnicería/pescadería se tratara. El plato estrella es, sin duda, el raxo. Este plato coruñés, poco conocido fuera de la frontera gallega, consiste en trocitos de carne de cerdo adobado en una salsa de toma pan y moja. Con una fuente de raxo y otra de patatas fritas vas de maravilla pero también es muy recomendable su tortilla hecha al estilo de Betanzos. Olvídate de esas tortillas gruesas y muy hechas, estás son finitas y prácticamente crudas por dentro… rebosa de oro líquido! También hacen muy bien el caldo gallego y aunque siempre voy en verano y los demás clientes casi nunca lo piden por hacer calor(sí, a veces hace calor en A Coruña jaja) y te miren un poco diciendo«qué hace este tonto pidiendo caldo con este calor?», yo siempre lo pido porque ya que estoy por mi tierra hay que aprovechar al máximo. Aparte de tener morriña da miña terriña, tambien la tengo de este sitio. Para mi está cargado de nostalgia, buenas memorias y sobre todo de llevar la panza bien llena. Ya estoy deseando volver este verano!