Estoy enamorada de esta taberna. De hecho es uno de esos sitios que me habría encantado traerme conmigo a Valencia. Lástima que al igual que la Alhambra o Sierra Nevada, no me caben en el bolso. El primer día que llegamos, íbamos caninos buscando un lugar donde saciar nuestras ansias entre un buen montón de restaurantes sin saber a cuál ir a parar. Nos fuimos guiando por los precios de las enormes pizarras, y la de este lugar, llamó nuestra atención. Nada más sentarnos ya disfrutamos de ese encanto granadino que hace de esta tierra un lugar tan acogedor, y es que el camarero estuvo atento y servicial para recomendarnos lo más acertado siendo tres personas. Nos decidimos por un combinado de 5 tapas a poco más de 8 euros y un plato alpujareño de precio similar, y que sin duda merecía una ovación sólo para él. Pedimos las bebidas, y así comenzó nuestro encuentro con el mundo del tapeo. Una consumición, unos buñuelos de bacalao. Otra consumición, unos pinchos de tortilla. Y nuestros platos y las tapas(tortillas de camarón, croquetas, lomo, patatas con una salsa irrepetible…) acumulándose mientras agradecíamos que el camarero nos hubiera parado cuando le preguntamos si tendríamos suficiente. Una amabilidad, un buen humor, una gracia y profesionalidad. Salimos encantados, y cómo no, decidimos repetir en otra ocasión esta vez para probar su oferta«Tinto de verano o vermú + tapa 2 euros». Fue confirmarnos que el vermú era casero(¡y cómo estaba!) y las copas empezaron a correr y las tapas también. Pescaito frito, minibocadillos con carne mechada, ensaladilla… Era fácil sentarte a tomar algo y llegar a casa más que cenado. Una noche además que estábamos reventados de caminar, le pedimos a uno de sus excelentes y amables camareros que nos recomendara algo de carne. La especialidad: pato a la miel con frutas… No puedo describir cómo estaba aquello, y cuando pienso en aquel plato todavía salivo. ¡¡Estaba de escándalo! Nos pusimos hasta arriba de comer y charlar con el camarero. Probamos diferentes lugares de los alrededores para comparar y nos seguimos quedando con este lugar, así que por algo será. Un 10 a su comida, a su atención, y sobre todo a su estupendo ambiente. Unos camareros fantásticos, con la sonrisa puesta en todo momento. Así da gusto.
Fatine Z.
Rating des Ortes: 4 València, Valencia
Llegamos a este local, con mucha hambre, mucha sed, mucho cansancio… vamos como se suele llegar después de unas cuantas horas de viaje en coche. No nos esperábamos para nada ni a la calidad, ni a la cantidad, ni al buen trato que recibimos. Situado en el Realejo, en pleno centro de Granada, no destaca mucho junto a tanta competencia, una plaza llena de restaurantes, en la que corre un airecito la mar de agradable, en las noches de verano, se esta de lujo. Nos llamó la atención su oferta de tapas especiales, y que ya estábamos cansados, en verdad… Nos sentamos en la terraza, perrito incluido. Pedimos la bebida, y primera sorpresa, cada vez que pedíamos una bebida nos sacaban una súper tapa, enorme! Se puede cenar perfectamente pagando solo la bebida. Pedimos las 5 tapas especiales y un plato Alpujarreño, para los tres. No teníamos muy claro las cantidades que ponían, y la verdad que, como buenos Unilocalers, estábamos preocupados por el hambre que teníamos. Las tapas estaban muy buenas, y el plato Alpujarreño estaba de escándalo. Nos quedamos bastante saciados, hasta creo recordar que nos costó un poco terminarlo todo. El precio es bastante económico, y el trato, de 10. Salí encantada. Para una zona tan turística me ha sorprendido que estuviese tan bueno y barato.