Un local muy agradable, diseñado de una manera muy atractiva y a la vez cómoda. Tiene tres lugares para sentarse, la terraza exterior, que ocupa lo que es la acera, estrecha, la terraza interior, mucho más amplia y con unas mesas que parecen de billar, muy elegantes, amplias y cómodas, y unas sillas también ideales para estar sentado largo rato, y por último la zona de dentro, que también es amplia pero hay más ruido por ser donde se atiende a los clientes y se preparan las pizzas en el horno de leña. Hay gran variedad de pizzas, además con recetas bastante originales, y de precio razonable. También buenos helados, cremosos y bien elaborados, que es lo que yo espero de un buen helado. La localización es inmejorable, en primera línea de playa y con locales de copas al lado. Es un sitio perfecto para disfrutar de estar sentado un buen rato allí, ya sea para comerte una pizza o para merendar un helado.