4 latas

Cuando vivía en Conde Duque era muy asidua al 4 latas. El mejor Bloody Mary de Madrid! No sé que lleva pero no hay otro como el que hacen aquí.
Es uno de los sitios más molones para empezar la noche. Buena música y se está muy a gusto! El dueño, Javi, es bastante simpático!
El Bloody Mary cuesta como unos 7 euros y luego te ponen un platito con frutos secos jajaja que siempre mola :)
No es que sea muy grande pero tiene su no se qué, qué se yo.

Garitazo! Buenas copas, buena musica y siempre atendidos a la perfección y con un servicio impecable. Chupitos de bloody mary increíbles!
Vamos que una referencia en Conde Duque y en la noche madrileña!

Acabé aquí un día por casualidad, arrastrado por las calles de Madrid en el comienzo de una conga etílica que perduraría en el imaginario [del reducido] colectivo de zanguangos protagonistas que aquella noche arrasaron con todo –en el sentido introvertido de la expresión-​. Fue un gran comienzo, un salto al firmamento pero más de elevación mística que aeronáutica. Recuerdo un local con una decoración de esas coloniales, con sus mandalas, su oriente todo imbuyendo objetos que estaban dejados por allí como dejados por allí, su sesión música electrónica de vente con nosotros o concéntrate en tu karma, pero a mí no me vengas con tonterías. Y los recuerdos los tengo tan así porque veníamos hasta ahí de absenta. Esto fue alcanzar el relativo oasis abstemio de los mojitos, y gracias a eso sobrevivir.

Un local al que voy de vez en cuando porque es la sede habitual para pinchar (o poner discos que es más propio) de unas amigas mías que de autodenominan las Marimuffins.
Cuando ellas están tras los platos el local se convierte en una fiesta irrepetible. Por supuesto, como sugiere su nombre, regalan a los asistentes Muffins hechos por ellas. Pero lo mejor es la super selección musical en la que pueden pasar sin rubor de Rocío Jurado a Jens Lekman o de Iván (el de Fotonovela) a Animal Collective.
El local se llena muy rápido, vamos que es pequeño. Nosotros solemos estar en la parte del fondo, más elevada y un poco menos agobiante, porque la parte de la entrada causa bastante agobio.
Sólo he ido cuando ellas pinchan pero siempre me lo he pasado de 10.