Este pequeño bar es sumamente curioso, porque tienen bebidas de todo tipo, desde cervezas a cócteles, pero de comer sólo hay perritos calientes. Y al estilo sueco. Están bastante buenos y tienen mucho éxito entre los clientes, porque nunca vienen mal para comer algo entre cóctel y cóctel. La única pega del sitio es justo su tamaño, muy reducido.
Fernando S.
Rating des Ortes: 4 Madrid
Si estás por Malasaña o Conde Duque y tienes antojo de perrito, este pequeño bareto es tu sitio: perritos grandes, baratos, sabrosos y tanto para tomar allí como para llevar.
Sheila T.
Rating des Ortes: 4 San Francisco, CA
This was one of my husband’s favorite places to go to get pre drink bites in his college days. It’s a cute place with delicious Swedish hot dogs. :)
Logan B.
Rating des Ortes: 5 Madrid
Odio a la gente que te dice«Tío, te voy a llevar al garito donde mejor XXX hacen de Madrid», por ejemplo. Todos sabemos que las cosas no son blancas ni negras, hay muchos grises y … cada uno tiene sus gustos y sus particularidades. Pues bien, mi relación con el Estocolmo empezó así. Yo me decía «A ver, un puto perrito no tiene misterio: salchicha, pan y encima ketchup, mostaza o lo que quiera, ¿no?». Pues fíjate que me tuve que tragar mis palabras(y algún que otro perrito jeje) al conocer este fantástico lugar. De los perritos ya está casi todo dicho: un espectáculo. No recuerdo precios, pero estarán entre los 3 ó 4 €. Acostumbrado a las mierdas que nos comemos por ahí, puede parecer caro, pero no, el precio está a la altura del nivel de lo que te llevas a la boca. Luego está el entorno: un local pequeño, pequeño, lleno de encanto, de estos … «de verdad», donde cada cuadro, cada detalle, cada rincón tiene su historia y su porqué(y no como estos sitios prefabricados tipo La Sureña o la mayoría de los irlandeses donde la decoración es más falta que las declaraciones de un político). Pues eso, pequeñito y con mucho mucho encanto. ¡Por los dioses! ¡Es perfecto! ¿¡Qué más puedo pedir?! Hombre, pues puedes pedir no morir atragantado, claro. ¿Entonces? Entonces hay que recordar que el Estocolmo es un bar de copas, donde te hacen multitud de cócteles con un mimo, un cariño y una dedicación que … que vamos, que ni el Chicote puede mejorar. Seguro que me dejo cosas en el tintero, pero lo mejor es que vayas y las encuentres tú, que ya digo que es un bar muy vivido y muy vivo. ¡Larga vida!
Eduardo D.
Rating des Ortes: 4 Madrid
Por casualidad entré a Estocolmo hace unos días, para esperar que abrieran De Vinos, un gran sitio que acabo de conocer y que está justo al lado. Coincidió también que se realizaba en el barrio la ruta de la tapa de Conde Duque o «Exquisitapas». Bien, dije, a ver qué tal está este sitio. El camarero fue muy majo, nada más pedir me obsequió un chupito de ‘Bloody Mary’ que estaba realmente bueno. Y eso que no soy muy aficionado a los cócteles ni a éste en particular, prefiero su versión con tequila, el ‘Bloody María’. Ahora, si la comida que sirven –unos cuantos platos suecos– tiene que ver un poco, sólo un poco, con la tapa que me comí, entonces me verán por ahí con frecuencia. La tapa en cuestión era un mini perrito con salsa de pepinillos, ketchup, queso azul, arándanos y remolacha. Quizá un poco recargada la combinación, pero deliciosa también. En la primera oportunidad volveré a visitar Estocolmo.
Juan D.
Rating des Ortes: 5 Madrid
Demencialmente recomendable. Es la segunda vez en mi vida que voy al Estocolmo, y la primera fue hace tantos años que apenas lo recordaba. La mezcla entre bar de comida rápida pero bien hecha con pub donde tomarte un coctelazo(probé el Bloody Mary y un vodka con estupendo sabor a dentífrico y ambos estupendos) es la mar de acertada, siempre que no te importe estar al fondo, al lado de las planchas y los baños, y salir de allí con olor a comida en el pelo(para el que aún tenga) y tener que menearte continuamente para que la gente haga sus sucias necesidades, ¡idos a vuestras casas a hacerlas! Claro que, después de comerte un Diablo(salchicha enorme con mucha cebolla y bastante picante), entiendo que a más de uno le piqué la almorrana. Además los camareros son muy majos y hablan contigo de cine raro si se tercia la conversación, todo ello envuelto en un ambiente que conjuga las banderas suecas y las imágenes de Estocolmo con varias alusiones más o menos explícitas a Mazinger Z, un televisor donde ponen animé y buena música de fondo. Creo que, a partir de ahora, voy a frecuentarlo bastante más, porque quedé encantado, ¡con lo exigente que soy yo!
Lolo R.
Rating des Ortes: 5 Madrid
Lo malo de quedar tarde con alguien y empezar de cañas es que, si la historia se alarga demasiado, al final uno termina con más hambre que calambre y no sabiendo qué demonios hacer de su vida a las tantas de la mañana. Así que tras un intento fallido en uno de mis sitios favoritos de Madrid, que ya había cerrado la cocina(natural, era bien tarde) siguió un «oh, cielos, ¿qué hacemos ahora?». Buscando otro lugar que, según nos habían dicho, daba de comer más allá de las once de la noche, nos plantamos frente al Estocolmo. Fue entonces cuando recordé que, hace por lo menos cuatro o cinco años, yo me comí aquí una frikadela que haría temblar las piernas al más sueco que se me pusiera por delante. ¡Qué deliciez! ¡Y qué precio más bueno! Así que sin pensarlo, entramos al bar, que estaba desierto porque, sorprendentemente, ya nadie sale a ningún lado los miércoles en Madrid. Pero más sorprendentemente aún, es que no estaba ni el camarero. Así que esperamos un tiempo prudencial, dijimos«HOLAAAA» un par de veces a ver si alguien salía de alguna trastienda escondida y nos dispusimos a abandonar el lugar… Por suerte, cuando salimos poniéndonos los abrigos, nos abordó el camarero, que había salido un momento al bar de al lado. Yo pregunté con timidez si seguía haciendo frikadelas, y ante la respuesta afirmativa, echamos un vistazo a la carta y nos dispusimos a pedir. Yo creía que la frikadela era, en esencia, un tipo de hamburguesa muy típica de los países del norte de Europa, y he de decir que mi recuerdo no hacía justicia para nada a lo que degusté aquella noche. En poco menos de cinco minutos teníamos, humeantes, sendas frikadelas en su correspondiente cajita de cartón, listas para ser degustadas con una caña perfectamente tirada(¡era de las que iba dejando rastro!). Las frikadelas llevan bien de pepinillo y de cebolla frita(ÑAM!) y la verdad es que me supo a gloria, por un precio totalmente absurdo(menos de cuatro euros). ¡Totalmente recomendado! Eso sí, días más tarde, hablando con un amigo sueco, he descubierto que las frikadelas no son hamburguesas, sino que son bolas de carne cocida, sin más, que se comen con una salsa. Aun así, sigue siendo totalmente recomendable.
Elena M.
Rating des Ortes: 5 Madrid
Era muy fan cuando me mudé al barrio y siempre íbamos entre semana, sobre todo porque nos hicimos fans del camarero con el que congeniábamos en gustos musicales. Una pena que ya no esté. Pero mola mucho todavía este pequeño bar, además tienen unos kebabs vegetales riquísimos.
Nuria O.
Rating des Ortes: 4 Madrid
Al escribir sobre este bar sólo se me viene a la cabeza lo que diría una amiga mía «suecias.suecias.suecias.suecias». Y es que de sueco no sólo tiene el nombre sino, entre otras cosas, a los camareros que lo llevan. El Estocolmo es un pub de noche más ambientado para tomarte una copa pero, curiosamente, si te entra hambre, puedes disfrutar de una auténtica Frikadela! La frikadela es una hamburguesa bastante económica y muy rica! Y si no tienes tanto hambre, siempre puedes optar por un perrito, que con el toque de cebolla a lo ikea están buenísimos. Además, mientras te tomas una hamburguesa o un gintonic, puedes disfrutar de una sesión de buena música. Sí es cierto que es pequeño y estrecho, pero es un riconcito en Madrid recomendable.
María José G.
Rating des Ortes: 5 Madrid
¡Qué ricas están las frifkadelas y las salchichas del Estocolmo! Si alguien dice la palabra:¡frikadela!, se dispara en mi cerebro un resorte que me hace salivar y me lleva automáticamente al Estocolmo. Este mini-bar nocturno es un clásico. Es muy pequeño y estrecho pero hay que ver lo bien que se siente uno aquí comiéndose una de sus especialidades y bebiéndose una cerveza. A veces tienen al pincha poniendo buena musiquita. Todo a un precio muy económico.
Irina P.
Rating des Ortes: 4 Madrid
Es un lugar muy particular. Porque tienen unos perritos calientes de aúpa. Deliciosos. Con salchichas de las normales, y de las blancas(Bratwurst, creo que se llaman). Enormes. Y una hamburguesa que creo que también está buena, aunque yo no la he probado. Eso sí, el sitio es muy pequeño pero os podéis llevar los perritos a la plaza de Comendadoras, que entre la ley anti-tabaco y las estrecheces, puede que os sepa mejor.
Nabor R.
Rating des Ortes: 3 Madrid
Uno de los secretos mejor guardados de la calle. Casi haciendo esquina con la Calle Amaniel y la Plaza de Comendadoras, es uno de los mejores sitios para comer perritos calientes y una especie de hamburguesa llamada ‘frikadela’, a 3,50 euros cada una. Se sirven con lechuga, tomate, salsas, la cebolla frita que venden en IKEA… el problema del local es que es tan estrecho que prácticamente la gente se coloca en fila india. Pero si no vais, mucho mejor: así los que sabemos de esto tendremos más espacio…