Lo primero que llama la atención es el precio de los platos, claramente son para compartir, ya que si no, la comida/cene ta sale por un pico largo. Por la noche no suele haber mucha gente, aún así, si reservas y evitas sorpresas, mucho mejor. La calidad de los productor es bastante buena, aunque la cantidad tampoco es para tirar cohetes. Lo mejor, como su propio nombre indica, es el bacalao. El camarero es un personaje que, seguro, no te dejará indiferente, lo cual, unido a la música de Kiss FM con un volumen más bien alto, harán que la visita sea calificada, cuanto menos, de curiosa. Es una pena que no haya más locales portugueses como éste y que así se pongan un poco las pilas…
Óscar H.
Rating des Ortes: 4 Madrid
Hace unas semanas fui con mis compañeros de portugués a cenar a esta tasca portuguesa, y aunque he de decir que, aunque no se come como en la Alfama de Lisboa, la comida estaba buena. Como en todo portugués el plato estrella es el bacalhau en todas sus formas: «à brás», «com natas», etc. Y lo tomé «com natas» y compartimos unas«lulas». Como entrates nos pusieron lostipicos miniquesos«do alentejo», la mantequilla y unas aceitunas. Tomamos como no podia ser de otra forma un vino tinto también de la región del Alentejo. Como sobremesa comí «arroz doce» delicioso y una bica. El trato por parte de los camareros fue muy correcto. Además como eramos todos estudiantes de portugués pudimos practicar«um bocadinho»
Nabor R.
Rating des Ortes: 3 Madrid
Bien, a mi no me gustó. El bacalao muy fresco, el vinho verde del Alentejo delicioso. Pero el queso, bueno, sin pena ni gloria, y los postres prescindibles. Eso sí, en la carta, había bacalao para cubrir Noruega: a Bras, con batatas a murro, Lagareiro, a ze do Pipo… demasiado tradicional, para mí gusto. Con lo rico que está glaseado con ali-oli de miel y unos trigueros… También hacen arroces caldosos, parrillas de mariscos y carne a la brasa: esas cosas que saben tan bien en lugares como Sintra o Azenhas do Mar, sitios auténticos de la costa portuguesa, pero que en una tasca en Madrid, como que pierden algo de su encanto…