Este sitio es ideal para tomarte un desayuno por la mañana. El café está bueno y la bollería de infarto. Está muy cerca del metro de Herrera Oria, por lo que es de fácil acceso. Hace esquina y está justo al lado de los arcos estos gigantes que hay de metal, por donde pasan por debajo los coches. No tiene pérdida. La entrada es preciosa, es una fachada de color blanca todo con cristaleras y unos farolillos muy monos. Justo en la entrada tienen colocadas dos grandes maceteros con plantas, vamos que el sitio está realmente ciudado. Es acogedor por fuera y por dentro.