Amor de Madre

Amor de Madre fut vraiment top !
De promenade dans le quartier de Malasaña, nous cherchions un petit coin où déjeuner, après avoir fait le tour du quartier et pris quelques noms, nous revenons devant la porte d’Amor de Madre, là, une pompe à vélo en libre service et une déco très atypique !
Des planches de skate, des vélos, une ambiance «rideurs» super sympa.
On entre, l’équipe aux petits soins s’empresse de nous saluer et de nous donner la carte. De l’intérieur, c’est encore plus beau ! Le menu du jour, à 7 €, soupe de potimarron, lasagne de veau et de légume, tarte au pomme et boisson. Autant dire que le menu était alléchant ! A la carte, des salades, des burgers et plein d’autres petits plats.
Nous sommes trois et commandons deux menus du jour et un Hamburger «Clasico».
La soupe arrive, très bonne et bien assaisonnée puis viennent les lasagnes et le burger. Les lasagnes étaient délicieuses, de même que les pomme de terre frites accompagnant le burger étaient frites à point. Le burger était lui aussi très bon.
Arrive la tarte au pomme, belle surprise, le serveur nous offre une troisième part pour notre amis, cadeau de la maison :). La tarte était assez acide (surement des pommes Granny) avec une croûte de pâte feuilletée garnie de noix, une belle découverte.
Bref, nous nous sommes régalés dans un cadre original et beau où le service est très qualitatif pour une addition de moins de 25 €. Que demandez de plus? :)

Se está a gusto en este sitio.
El trato con el personal es muy agradable, la decoración acertada y tiene música de fondo.
Fuimos de cañas y aunque no hay mucha variedad de cerveza, viene acompañada de una tapa fuera de lo común. También mencionar que aunque no tomamos ninguna ración, tienen buena pinta.
Eso si, el sitio barato no es, al menos los fines de semana

El sitio está en el centro de Madrid.
Yo solo he ido de cañas así que no puedo opinar del resto de cosas.
La cerveza el brabante, que está buenísima, y la caña doble son 2,5 €.
Normalmente va acompañada de una tapita, últimamente han mejorado en este aspecto. Se salen de lo habitual que son aceitunas, frutos secos y patatas fritas, lo que se da por la zona.
Los camareros son muy agradables y educados, cosa que siempre es de agradecer.
La decoración es original, y siempre tienen muestras de dibujos, fotos, etc, asi que va cambiando.
Yo he ido ya bastantes veces, y de momento no puedo decir nada negativo de este sitio.

Bueno para tomarse una con tus amigos

Me hace gracia eso de Taberna Underground, es un poco más dle mismo rollo y tendencia que se lleva ahora, es decir nada nuevo.
Lo que más me gusta del sitio es la decoración de los asiento y las mesas, lo que menos la decoración en general. Aquí el más es más y llega a unirse varios montones de ideas de decoración, algo que me llega a abrumar demasiado: que si unos tatuajes macabros, que si una expo, que si tablas de surf y de skaters, que si pizarra con cócteles, que si promociones…
La verdad que sólo tomé caña y mi colega 2 vinos y nos pusieron una tapa de quso, tomates cherry y picos.
El camarero bastante majo y atento. Habrá que volver a probar la comida. Es que la primera vez que quise entrar me dijeron que sólo podía sentarme si iba a comer algo y así de primeras pues me chocan estas cosas. Si bebo, seguro que acabo picando algo, pero de primeras no quería nada, así que para estar de pie pues pasé de entrar.
Ya digo, tendré que entrar a comer.

Cuanto menos es curioso, la decoración Underground con los monopatines por las paredes tiene su punto. Y el plato del día a 6 € con postre y bebida es lo más. Cuando yo fuí mi amigo lo pidió (codillo asado con puré de patatas) y tenía muy buena pinta. Yo pedí la ensalada con mango, y estaba BRUTALMENTE buena. De picar cogimos un par de empanadillas (mmmm), una tosta de queso de cabra y cebolla caramelizada y pagamos por todo «sólo» 19 € entre ambos!
Y ahora vamos con las pegas: me sentí demasiado poco moderno para estar allí. Entre los clientes hipsters malasañeros, y los camareros con pintillas yo me sentía como si fuese vestido de monja!

Vale, he vuelto.
Probé el plato del día (fenomenal, ya te quedas lleno, con bebida y postre incluido, todavía no doy crédito). Además, como me puede la gula, probamos también las patatas tres salsas y los palitos de pollo. Todo buenísimo, aunque me gustaron más las primeras, con su bien de sal, como una madre debería ponerte (hasta que esa madre decide que nos estamos pasando con la sal y todo viene soso a la mesa, ellas son así).
Sigo sin estar muy convencida con la decoración aunque creo que a todos los skaters que van por allí les debe de encantar, claro. La comida es buena y barata y el trato estupendo así que la verdad es que la segunda impresión es todavía mejor que la primera. Muy recomendable.

Seis pavos. Eso es lo que cuesta el plato del día, bebida y postre en Amor de Madre, un restaurante-​coctelería (o más bien, como ellos lo definen a la perfección, una «taberna underground») que ha abierto sus puertas hace bien poco en la zona de Malasaña.
Con semejante oferta, uno no puede evitar poner un pie inmediatamente en el local, con la intención de llevarse a la boca un buen plato de comida caliente, sobre todo si el frío arrecia en la calle. Para ese día, espagueti a la carbonara con champiñones. Por cuatro pavos más, puedes también incluir cualquier otra tapa fría o caliente del menú, que no es muy extenso.
Yo, que tengo mirada selectiva, vi inmediatamente que en el menú había hamburguesa, así que obviamente aquí que me lo apunto para poder visitarlo en breve. Sin embargo, terminé cediendo al plato del día, porque la verdad es que me apetecía mucho un buen platazo de pasta de esos que reconfortan el estómago. Completamos el menú, eso sí, con unas croquetas (correctas, sin más) y unos huevos rotos (no mucha cantidad, pero bastante ricos) que compartimos alegremente.
Eso sí, con el plato de espaguetis habríamos comido divinamente, porque era INMENSO. Así que si eres de los que tienen poco tiempo para comer (fueron increíblemente rápidos) y un presupuesto ajustado, este debería ser uno de tus lugares de referencia, porque la comida está bien rica.
Estoy deseando volver a probar esa hamburguesa que todavía me llama desde allí por mi nombre, así que ya comentaré qué tal. Hasta entonces, un par de apuntes más: el diseño y decoración del local es inmejorable (ese corazón rollo tatuaje en la entrada, los carteles con las especialidades, las mesas todas decoradas con pegatinas y recortes, las tablas de skate en el techo y medias tablas de skate a modo de repisa…) y el trato es bastante bueno: la verdad es que te sientes bastante como en casa. ¿Será por eso que se llama «Amor de Madre»?
Ambiente tirando a hipster (pero bastante moderado, y muy buen rollo) y WiFi gratuita, que siempre es un plus.