Sideral

A mí, el Sideral, me gusta. No es un sitio al que vaya todos los fines de semana, pero me paso de vez en cuando. Ayer fue uno de esos días.
La música que ponen me gusta (si no fuera por la música, creo que no me llamaríà la atención este sitio). Se puede bailar y tomarte una copillas al precio normal de la zona. El ambiente es bueno. La atención de los camareros y camareras es buena… El problema está en que, siempre, está llenísimo de gente. Eso sí, también siempre bajo a la planta baja, que es justo donde más gente hay. No sé cualquier día debería probar y quedarme arriba, pero la primera planta es tan tranquilita que, a determinadas horas, yo necesito más jaleo.

This place is dangerous for women. My friend was attacked here by a man. The bathrooms are in a dark corner of the basement of the bar. As my friend attempted to enter the private ladies bathroom a man grabbed her and dragged her towards the man’s bathroom. She struggled to get away as he held her wrist and attempted to pull her into the private room with him. He made comments about her appearance and wouldn’t let her go as she yelled and tried to pull away. Finally she was able to break his hold on her and get into the ladies room. She was very upset and could not stay in the bar. We told the bar staff and identified the man but we were told that he was «just drunk» and they would do nothing about it.
My friends and I will not return to this establishment. I would avoid this place too especially if you are a woman. This situation could have been much worse. There are many safe bares in Madrid and there is no need at all to put yourself at risk and go to this one.

Antro de los buenos, con buena música y copas a precio normal, pero con un buen ambiente que suple algunos defectillos, como ese sótano donde se cuece todo y que en función de lo afectado que estés es más o menos acogedor.
Seguramente sin la música el sideral sería para mí un sitio más, pero el caso es que me parece estar llevando mis cascos puestos, todos los temas me gustan, hasta cuando se ponen a desempolvar a iggy pop o los deftones.
De los mismos dueños que otro de mis sitios predilectos «Mi madre era una groupie» este local comparte muchos detalles, como los camareros y camareras guapetes y rápidos a la hora de vaciar el bar para cerrar.

Así en líneas generales, el Sideral mola. Siempre ha molado. La música es lo suficientemente conocida como para ser reconfortante y lo suficientemente minoritaria como para que los bisbaleros vayan una vez y nunca más Santo Tomás.
Me gusta también su arquitectura. El piso de arriba es chiquitito, con una minibarra esquinada y una recreativa vintage, con el Pang o algo similar. Unas escaleritas de bajada te llevan por un pasillo angosto pero al doblar una esquina… ¡zas!, ves toda la planta de abajo, que es enorme, bajo tus pies. Y ellos a ti, claro está. Alguna vez nos hemos tomado la primera copa debajo de la escalera solo para beneficiarnos de un ángulo de visión que parece un catálogo de Victoria’s Secret.
Sí, somos unos cerdacos. Que conste que éramos jóvenes y… bueno, no nos distraigamos. Decía que la música mola, que la plantas son distintas y cada una mola en su estilo, que mis amigos son unos voyeurs y que las copas no están muy caras.
Pues eso.

Alguna vez he acabado en este garito de Malasaña y la verdad es que no me ha decepcionado. Música molona, copas ni muy caras ni muy baratas y local bastante amplio que cuenta con dos plantas. A veces he visto a algún guiri que otro por aquí, y es raro, porque suelen estar por Huertas/​Sol. La verdad es que no es de lo que más frecuento, pero no está mal si te pilla de paso.
Por cierto, me quedé loca ante la frase-​discurso de «Transpoitting» escrita en la parte de dentro de una de las puertas de los baños de las chicas, esa que comenzaba así: «Choose Life. Choose a job. Choose a career. Choose a family».

El Club Sideral me dejó un mal sabor de boca. La cuestión es que había tanta gente pero me agobié mucho, y el hecho de que hubiera un segurata alto como la madre que lo parió, que se dedicaba a pasar por donde yo estaba cada dos por tres y dando empujones a diestro y siniestro no mejoró el tema.
Por lo demás, la música no estaba mal y las copas en la línea de los bares de la zona.

Local muy bien comunicado, ideal para quedar y preparar la noche hasta la madrugada. Buen sitio.