La mayoría de los restaurantes chinos de barrio son como una gran franquicia en la que parece que todo lo que se sirve es exactamente lo mismo. Me cuesta decir que haya alguno que sirva un mejor pollo con almendras o un distinto cerdo agridulce. Sobre todo cuando vas a los menús que normalmente tienen los platos«tradicionales» que se sirven en los chinos españoles. La diferencia de este en concreto es que añade a su carta el sushi. Que tampoco es que sea una maravilla y es igual de «franquiciado» que en otros sitios. A veces me parece que es como si tuvieran una máquina de hacer los rollos de arroz y los fueran produciendo ya envasados al vacío. En cuanto a precio, no me pareció precisamente un chollo, el «menú para 2» no incluía ni la bebida ni el postre, con lo cual(añadiendo una ración de sushi que eran como 4 euros) pues nos plantamos en unos 18 euros por persona. Podría ser un 2 estrellas pero dado que el trato fue amable, nos pusieron nuestros palillos y el sitio parecía limpio le voy a dejar en Normal 3*.