Bentley’s

fui con un amigo
me habian hablado bien unos y mal otros sobre el sitio
y realmente… asi es
empecemos por lo bueno me gustaron los aros de cebolla… finitos y abundantes y que los refrescos sean grandes
no me gusto… el resto ni la atencion ni las distancias entre mesas
ni las burgers (insipidas) ni las patatas fritas… casi crudas
vamos que no sería un sitio donde volveria

Hace un año que estuve comiendo en este restaurante, haciendo una pausa entre las compras navideñas de la calle Preciados y alrededores, pero todavía lo recuerdo porque me gustó mucho. Lo primero que me gustó fue poder comer en la terraza, en pleno mes de diciembre en Madrid, pero un mes de diciembre de verdad, en el que iba con gorro y guantes, no como el de este año. Como iba diciendo, en la terraza se estaba muy a gusto gracias a las estufitas que tenían colgadas de la pared.
Las hamburguesas van por tamaños, tienes varios para elegir, yo escogí la pequeña, y me quedé bastante bien; todas vienen con sus patatas fritas. De sabor bastante buena, no la mejor que había probado, pero me gustó mucho.
De entrantes pedimos unos fingers de queso con salsa barbacoa bastante ricos. Y para terminar, de postre escogimos una porción de tarta de zanahoria y otra de queso, las dos muy ricas, aunque un poco caras.

Qué ricos estaban los nachos, por favor…
Y dicho esto, una hamburguesería de esta calidad en el mismo centro de Madrid a un precio más que razonable merece mucha mención. Las hamburguesas, con muchas variedades y tamaños a elegir (por peso de la carne, HASTA 2kg!!), muy ricas, de las mejores que he probado en la ciudad (a excepción del Hard Rock Café).
El personal no es que sea lo más simpático del mundo, pero tampoco eran desagradables.
A destacar, a mí me encantó el estilo americano del local y que retransmitan partidos de la NBA y otros deportes por las televisiones.
¡REPETIRÉ SIN DUDA (y para probar los postres…)!

Salimos de clase el pasado viernes y estaba muy muy tarde mi hambre ya era como de hulk literal.
Estábamos cerca de esta calle y queríamos algo rápido entre sin pensarlo y ordenamos rápidamente. Queríamos algo primero y ordenamos unos nachos, la verdad todo los ingredientes estaban ricos pero sus totopos parecían remojados y están blandos se supone que un nacho debe ser crujiente no me gustaron.
Después llegó al momento nuestra hamburguesa una Bentley’s trufa, buena carne buen punto y delicioso sabor. Las papas un poco insípidas sin sal. La verdad es que es un sitio como para salir del paso barato y rápido, eso sí la atención buenísima muy atentos y cordiales.

En busca de una hamburguesa por el Centro en un día de rebajas, encontramos este local que estaba sospechosamente vacío a la hora de comer; aún así, nos decidimos a entrar porque el sol y el hambre apretaban.
El local tiene un salón con varias mesas en la parte de arriba, una terraza en la calle, y un salón más grande en el sótano y que tiene pinta de estar más orientado a eventos que al día a día. Su carta tiene bastantes opciones del plato estrella y también distintos pesos de la carne, y muchos entrantes y postres que, por los comentarios leídos previamente, no pedimos y tampoco nos arrepentimos porque las hamburguesas fueron suficientes.
Mi señora se pidió la de aceite de trufa, que estaba bastante buena, y yo la de setas, que estaba sublime. Ahora bien, pedí la de 375 g poco hecha pero llegó medio cruda, que no es lo mismo y hace un mundo; en otros sitios este peso de la carne no ha tenido este problema, pero aquí la próxima vez pediré que me la hagan más o pediré un peso menor.
Probablemente la hamburguesería decente más céntrica de la ciudad. Creo que les queda un poco de rodaje de funcionamiento y publicidad, pero si se lo curran dará mucho que hablar.

stopped here one night not expecting anything and this was literally one of the best burgers I’ve ever had. Adding Brie cheese to it was brilliant and delicious. To die for. I would love to go back!!!

Muy buena calidad de las hamburguesas, como la presentación. El servicio fue muy bueno también. Una pena que las patatas estuvieran poco hechas y la tarta de queso regular. Pero la hamburguesa merece mucho la pena, la carne es de muy buena calidad y muy bien hecha.

Las comparaciones son odiosas, así que os voy a hablar sobre este local de hamburguesas sin compararlo con ningún otro.
Empezemos por la localización: en plena calle preciados, rodeado de la cara más capitalista de la navidad, con miles de personas afanadas en comprar para que la rueda siga girando y tú ahí, en un lapso temporal, un oasis de paz hamburguesil, viendo desde tu trono ese interminable vaivén de gente. Inmejorable.
La atención: de sobresaliente, nos atendió un chico muy atento y simpático, que nos dio su sincera opinión sobre los platos y nos recomendó como si lo hiciera un amigo.
Los entrantes: unos palitos de queso muy ricos, aunque un poco templadetes, muy crujientes y de buen sabor. La salsa barbacoa impresionante.
La hamburguesa: una hamburguesa con lechuga, tomate, aros de cebolla y «salsa especial». La salsa especial se reduce, creo yo, a una salsa rosa especiada. Los aros muy muy ricos, la lechuga, nada de lechuga iceberg chunga, hojas de lechuga verde muy rica, y la carne, de gran sabor pero la pedí al punto y estaba bastante bastante poco hecha; no me supuso gran problema porque soy muy carnívoro, pero al estar poco hecha, se pierde el sabor de la carne a la brasa. Un 8 sobre 10.
Los postres: la guinda. Muy ricos. Tarta de queso y de zanahoria. La de zanahoria soberbia, la de queso muy rica, pero no me ha marcado. Eso sí, caras. Casi tanto como la hamburguesa más pequeña de la carta.
Parafraseando al gran Schwarzenegger: volveré.

Original hamburguesería muy bien situada.
Se diferencia de la competencia en que, además de poder escoger el tamaño de la carne, si excedes de cierta cantidad te hacen una foto y te cuelgan en su Hall Of Fame para que pases a la posteridad. En su web puedes ver algunos de los valientes que han llegado a comer monstruosidades de hasta dos kilos y medio.
Por lo demás, si quieres tomar algo menos pesado como de 200 ó 250 gramos, tienes unas combinaciones muy buenas con rúcula, trufa o distintos quesos que combinan perfectamente con una carne de calidad.

Si te gustan las hamburguesas es una visita obligada.
Carne muy jugosa, en el tamaño que quieras y con una presentación muy buena.
Si vas justo de tiempo puedes llamarles para que las vayan preparando
Si quieres estar tranquilo recomiendo comer dentro ya que está en una zona demasiado céntrica de Madrid.

Los chicos de BENTLEY’S han abierto hace unos meses una sucursal en la calle Preciados, casi en la Plaza de Callao. Ya probamos sus hamburguesas en el primer restaurante que abrieron al lado de la Puerta de Alcalá y nos gustaron mucho, así que fuimos a probar éste a ver qué tal. El negocio era un antiguo bar gallego, un local un tanto estrecho pero con bastante fondo, unas veinte mesas en la planta de calle y otras tantas en el sótano. Como el sitio estaba en buenas condiciones en la reforma no se han complicado mucho la vida. Donde antes había redes de pesca y conchas de moluscos decorando las paredes, ahora hay fotos en blanco y negro con motivos típicos de los «burguers» americanos, una manita de pintura y «a correr». Además tienen una terracita urbana muy agradable, pues este tramo de calle es totalmente peatonal, y está animadísimo de gente andando de acá para allá haciendo compras en los numerosos negocios de la zona.
Como en la casa madre, las hamburguesas se piden al peso, hay desde 200 gr., suficiente para una persona normal, hasta 1Kg., con la que tu foto pasa directamente al «Hall of fame» del lugar, pues pocos elegidos han logrado acabársela. La oferta se completa con alguna entrada (nuggets, nachos, aros de cebolla, etc.) y varios postres hipercalóricos (brownies, helados y similar). Tres personas pedimos unos aros de cebolla a compartir y una hamburguesas «pequeña» para cada uno. Los aros de cebolla no estaban mal, pero los recordaba mejores y más crujientes en el otro local, éstos estaban un poco blandos y con exceso de aceite. Sin embargo las hamburguesas siguen estando soberbias, la carne de buena calidad, sabrosísima y al punto solicitado (churruscada por fuera y rosadita en el interior), vinieron acompañadas de unas patatas fritas caseras, también bastante buenas. Va a haber que ir revisando el ranking, porque para mí estas hamburguesas están en el «Top five» de la capital sin ninguna duda. Acabamos bastante satisfechos y dejamos los postres para otro día.
En cuanto al vino sólo tienen un blanco, un tinto y un rosado, embotellados especialmente para la casa por una bodega de Rioja. Como hacía calorcito y nos dijeron que el tinto estaba «a temperatura ambiente» (o sea caliente), pedimos una botella de blanco, que resultó ser un «viura» bastante decente, mucho mejor de lo que nos esperábamos. Servicio muy atento, bastante mejor que en el otro local, donde andan un poco despistados. Pagamos 52 euros (no llegó a 20 por persona), que nos parece un precio excelente para comerte una hamburguesa de calidad con tu vinito en una terracita sin coches, en el «puritito» centro de la capital. Sin duda volveremos y lo recomendaremos.