Cuantas veces habré desayunado aquí!! Los desayunos de fin de semana, sin prisa, que te levantas como a las 11 y llegas allí con ganas de comerte toda la carta. Son riquísimos y levantan a un muerto. Su ambiente es de rollo muy literato y bohemio, estilo antiguo. Yo suelo leerme el periódico que te dejan y me tiro allí un buen rato. La carta de té es muy buena y las cervecitas bien tiradas. El precio algo normal, pero luego las raciones creo que si son un poco medio altas. Hay sábados que se petan, pero las mañana de entre semana o las tardes está medio lleno y siempre tienes tu ventana junto al cristal :)
Andrea A.
Rating des Ortes: 4 Madrid
Hace unos años una amiga vivía en alberto aguilera y muchas veces, en vez de tomarnos un café en su casa, me llevaba a este bar, yo no entendía muy bien la maniobra pero ella siempre ha sido más de salir a tomar algo que de quedarse en casa, así que al conde duque nos íbamos. Un ambiente muy bueno, tranquilito, bohemio… de los que me gusta! Buenos desayunos y perfecto para una tarde de charleta.
Nacho M.
Rating des Ortes: 4 Madrid
Si eres asiduo de la biblioteca de Conde Duque conocerás este sitio perfectamente y si no, pues pruébalo! Es tradición estar de los primeros para ir a la biblioteca, coger sitio y después irte a desayunar tranquilamente allí en compañía. También resulta perfecto para ir a tomar algo a media mañana. Es muy tranquilo y nunca se llena. Tiene un rollito bohemio que sin llegar a ser pretencioso resulta de lo mejor para ir tanto sólo como acompañado.
Miguel Ángel M.
Rating des Ortes: 4 Madrid
Es un café de esos que te proporciona lo que te promete visto desde fuera. Mesas de mármol y tranquilidad para pegarle o dejar que te pegue la chapa algún amigo, rodeados de cierto ambiente cinéfilo en su ornamentación. Ideal para desayunar sin prisa, para tomar café sin prisa, para leer sin prisa o para trabajar o estudiar sin prisa. Si pilláis ventana tendréis el sol de vuestro lado durante un buen rato y la estampa bohemia se cerrará completamente. Hay personal conocido que, sin pillarle precisamente al lado, se traslada allí por su carta de tés. Para cañas también sirve. Cómo no…