Local con todos los servicios que ofrece un restaurante cafetería de barrio: desayunos, cañas y comidas — el menú del día cuesta 8 euros -. Lo que lo hace diferente es el arroz, sin duda uno de los más destacados sitios de la calle para comer paella. Pero no sólo eso, tiran bien las cañas y son generosos con la tapa. Dispone de terraza, y por su cercanía al Parque Aluche suele ser invadida a partir de la primavera, sobre todo los fines de semana. Es confluencia de familias con niños pequeños, personas de la tercera edad, y deportistas que se refrescan con cerveza y recuperan la energía inflándose a patatas bravas. Un lugar que como tantos otros adquiere otro cariz cuando llega el buen tiempo, y que se asocia a la alegría de quienes hacen uso del parque. Ejemplo de cómo un local, también se contagia de la vida que trasmite un espacio verde y quienes hacen uso de él cuando sube la temperatura.