Casa Adela

Called for delivery. Said it would take 55 minutes for menu option one. After an hour and a half called back. «Forgot to put the order in». Should have known. Nothing ever goes flawlessly in Spain. Get your act together

Se ofrece un buen servicio!
El personal es rapido, amable y flexible.
Comidas son muy ricas: varios menus, especialidades, y mas.
En otras palabras: es perfecto!

Compro pollos aquí y os lo voy a vender un poquito:
Casa Adela es de los mejores sitios de pollo asado de la zona, y eso que hay unos cuantos. Te conquista antes de llegar con ese olor a piel churruscadita y patatas fritas.
Pero también es de estos sitios que no entrarías ni muerto si no te lleva algún conocido ya que es tan pequeño que pasas totalmente de largo. Al entrar, escuchamos como el tipo de delante pedía pollo con croquetas y en ese momento, amigos míos, escuchas esa frase que te gusta tanto, esa frase que te devuelve a la infancia y hace que se te caiga la lagrimilla, si, esta frase: «las croquetas son caseras».
Pues sí amigos, aquí menos el pollo el resto es casero: croquetas caseras, patatas fritas caseras, hamburguesa casera, empanadillas caseras y hasta te venden casera (si, lo siento, chiste malo). Y no descarto que el pollo lo críen en la trastienda con música clásica y masajes en las patas.
El local, de unos cuatro metros cuadrados, está atendido por un chico muy majo, heavy style, que alegremente y, sin pensar en tu salud, te recomienda probar el pollo, las hamburguesas, las croquetas y las empanadillas.
Sobre el pollo deciros que está tremendo, suave, jugoso, justo de sal, con una salsa tan rica que te dan ganas de ponerte un barreño debajo y ducharte con ella.
Y esas hamburguesas, por dios, que te cuesta menos que dos cervezas y es de un tamaño más que razonable para ser casera. Y encima puedes echarle lo que quieras.
Las patatas riquísimas, con forma aleatoria, toque casero que las distingue de las congeladas. También te venden directamente la barra de pan, no es casera, para hacerte barcas con la salsa. Y pimientos, que no pueden faltar.
En resumen, son de estos sitios que la comida está tan buena que te dan ganas de decir: «Y de beber albóndigas».
PROS: Pollo MUY rico, todo caserísimo.
CONTRAS: Una vez comas aquí no puedes dejar de venir. No tienen mesas para comer, solo una barra.

In lots of places around the world, when you get hungry and don’t feel like leaving the house you call a pizza joint or a burger place, and get dinner delivered. What do you do, however, when you can’t stomach another Telepizza? When the very thought of McDonald’s turns your stomach? Clearly the only option left to you is to phone up a chicken roaster and have them bring some deliciousness around.
That’s right, roasted chicken. Sure they also will whip up a hamburger in a hot minute, with fries, for two-​fifty, but the chicken’s where all the love is. That chicken turns in the roaster, weeping its fatty juices, for a long time. Graciously, when you call them and they answer «Hola corazon!» or «Hola campeon!» they know without your asking that you want those very juices included in your meal. You can order an entire chicken with a ration of fries (a lot of fries) for eleven euros. That’s enough food for two or three people, and you can just drizzle all that liquefied chicken fat all over your fries for best results. It always comes in about «cuarenta minutitos» as they say, except this one time when they forgot my order.
I waited an hour and a half because I trusted them, because Casa Adela had proven itself to me, and finally I had to call in and ask «Dude, where’s my chicken?» Sure they felt bad and a chicken arrived in minutes flat, but I had already forgiven the mistake! There’s a little community of folks that hang out down at the restaurant and I have no doubt that they struck up some conversation or other and just got wrapped up in it and forgot about my chicken. No worries! It happens! I think I ate that whole chicken myself.
Casa Adela as a restaurant space is… intimate, meaning it’s tiny and a place where the local people like to hang out and shoot the breeze. What’s strongest is the delivery service, so opt for that. I have seen Adela herself in there during the day (she’s legendary, a REAL Madrilena), and at night an amiable long-​haired guy (her son?) works the counter. All-​in-​all they’re great people and serve up a mean roasted chicken, and the fries are pretty good too.

La comida es fantastica, y la Adela es un sol!

Cuántas veces habré pasado por su puerta, me pilla de camino a casa y siempre me llamaba la atención la cantidad de gente que había comiendo allí.
Después de un tiempo con ganas de entrar le pregunté a mi compañero de piso si conocía Casa Adela… y vaya que si la conocía…y le encantaba.
Así que, dejándome aconsejar, fuimos un día a comer allí y la verdad es que todo me supo a gloria!!! Y los precios… comes super bien a unos precios muy bajos, ¿qué más se puede pedir?
Tengo que reconocer que echo mucho de menos la comida de mi madre pero con sitios como éste se hace mucho más llevadero estar lejos de casa.

En su escaparate, un rotulo luminoso como de néón al más puro estilo americano te muestra las opciones de su menú, un adelanto de la riquísima, y más aún, baratísima comida que puedes encontrar dentro. Pollos, patatas fritas, paella, croquetas… Que puedes pedir ya sean por separado ya sea combinándolos en sus diferentes «combinados», para comértelo allí o para llevar
Es el típico asador de barrio, negocio familiar, que te amenaza con hacer cola en la calle si quieres disfrutar de su comida un domingo (es lo que tiene poder comer algo casero por 3,50) Con razón su slogan es «Come como te mereces»
Por último, un par de recomendaciones: 1. El matapenas, y 2. Intenta evitar pasar a ultima hora. Hay menos gente pero deberas esperar mucho más por tu comida

¿Qué no te apetece cocinar? ¿Hartx de los McDonald’s, Telepizza, Foster? ¿Cansado de los chinos y kebab?
Prueba Casa Adela. Puedes llamar, para que te lleven, o pasarte por allí a la que vuelves a casa de hacer tus tareas. Te preparan unas hamburguesacas caseras por 2 euros, perritos, ensaladas, pollos asados con patatas y pimientos, ensaladas… Todo recien hecho, con cariño y amor.
Si no te fías, mira cómo, a pesar de ser chiquinino, siempre está lleno de obreros. Mi padre tiene una máxima: en los bares de carretera, parar siempre donde hubiera más camiones (se comía bien, aunque tenía cuidado que no fuera un puticlub); y en una ciudad, donde hubiera más gente con mono. Yo la he seguido, y es una palabra de sabio.