Pefecto lugar de paz entre la marabunda de Masalaña. Siempre hay sitio y buen vinito. En verano la mejor mesita es la que pega junto a la ventana que la abren de par en par y puedes sentarte medio dentro medio fuera y es genial para cuando vas con algún fumador. En cuanto al picoteo, las tostas están bien, decentes. Me gusta mucho las mesitas que son como antiguas mesas para tejer con movimiento y rueda incluida. El servicio es muy atento y majete.
Lolo R.
Rating des Ortes: 4 Madrid
Al lado de casa Julio, en la calle Madera, se encuentra este pequeño local de nombre Doña Pepita, aunque su dirección física real es la de calle del Escorial, se entra incluso por la calle Madera. Se trata de un sitio chiquitito, pero sobre todo(y muy importante) de un sitio muy tranquilo. Bastante acogedor, y muy separado de casi todo el bullicio malasañero. Es por eso que, incluso muy a pesar de su cercanía con la calle del Espíritu Santo, el Doña Pepita suele tener sitio para sentarse, charlar, y departir durante un buen rato… Algo que le hace ganarse una estrella más, pues no está tan lleno como otros de sus compañeros de barrio, que a veces te preguntas si tienes que hacer una oposición para poner el trasero en una de sus sillas. Por lo demás, el sitio es correcto. Precios correctos, alguna que otra cosilla para picar y decoración decente. No destaca especialmente por nada, pero es siempre una buena opción si necesitas un sitio donde reposar un rato y hablar con alguien, alejado del hipsterío.