Dos Gardenias

Adorable descubrimiento por la zona de Huertas. Intimo, para empezar la noche o pasar la tarde. A cañas, tercios o mojitos. Los tercios los tienen de la deliciosa alhambra (botella verde, líquido dorado, sabor amargo y profundo ñam, glum). Creo que nos pusieron una tapita de patatas cuando estuvimos.
Es un bonito sitio decorado como todo últimamente, con ladrillo visto y muebles vintage. Luz además muy tenúe, para aquellos dificilmente agraciados. Si acaso el ambiente que genera es mucho más tranquilo y relajado. Invitandote a hundirte en la comodidad del sofá y coger un libro de los muchos que tienen mientras te sumes en pensamientos profundos o en una interesante conversación. La música por selección no sabría valorarla pues por mi inclinación personal es soporifera, pero puedo decir que el equipo de sonido era espectacular muy bueno, alternando vinilos de la colección con el ipod. Los altavoces eran de calidad y se notaba con un gran equilibrio entre agudos y una buena vibración de groovies sin distorsión, con una calidez y profundidad del sonido.
Allí pase una estupendisima velada con mi Z y de los fijos para volver si paso por la zona porque me gusto bastante.
Ahm el tercio a 4,50 importante. Barato no es.

Adoro este sitio…
Además estuve un día y después no me acordaba donde estaba y lo busque varias veces, entonces pensé que había desaparecido…
Pero no!
Es un lugar perfecto para tomar algo una tarde de domingo.

Un reciente descubrimiento para mí, pero que me ha devuelto mi esperanza en la zona de huertas. Un pub íntimo, con sofás antiguos y decoración acogedora, música bajita para que hables a gusto y precios de la zona.
Afortunadamente para nuestros hígados el alcohol es alchol y los mojitos… Son una bendición, riquísimos aunque algo fuertes y crean afición, por que puedes ver a gente por la tarde leyendo un libro y calmando la sed con este combinado, que si los hubiera probado Machín, seguro le hubiera hecho un solo de maracas.
No hace falta pelear con Bisbal para que tu acompañante te oiga y hasta los vendedores ambulantes parecen detenerse en la puerta ante tanta calma. Pero esto no implica aburrimiento, pues suele estar de bote en bote, digamos que es el lugar adecuado para empezar la noche.

Lo del Dos Gardenias es algo diferente y curioso: estando en la zona que está, nada menos que la atestada Huertas, es un remanso de paz y buen gusto. Nada de música para no oirse, de estar incómodo de pie y con una iluminación con la que como se te caiga algo al suelo, pasa a objetos perdidos.
Aquí hay sofas y butacas, muy chulas, seguramente cogidas de la calle que le dan un toque de encanto similar al de un salón antiguo, una luz uniforme que permite incluso leer algunos de los libros que hay en las estanterías, la música no molesta para charlar, y encima la bebida es buena; sobre todo, los mojitos. Es la especialidad del bar, los preparan con mimo, cuidando los detalles, con angostura y sifón.
Y además, abre entre semana hasta tardecillo, por lo que es perfecto para una de estas salidas casuales o no planificadas. Quizá se ha salvado del odioso ritmo de los pubs de la zona por estar en una callecita recóndita y de las menos transitadas. Sea como sea, es una auténtica suerte.
No corráis mucho la voz o se petará, jejejeje.