El Pezcador

El Pezcador: la leyenda de la barra.
— ¡EH! ¿Y POR QUÉ NO VAMOS AL PEZCADOR? –dijo uno mientras sostenía una lata de cerveza intentando mantenerse en equilibrio.
— ¿El Pezcador?¿Qué c*** es eso? — dije yo, asombrado, pues no me sonaba de nada.
— BUAH TÍO, UN SITIO QUE EN LA BARRA TE PONEN DE COMER HASTA REVENTAR — gritó a la vez que hacía aspavientos coordinados con pequeñas salivas que le salían de la boca.
Nos miramos unos cuantos a la cara y de manera coordinada asentimos con la cabeza y dejamos que nos guiarán a nuestro destino.
Llegamos al sitio, muy cerquita de donde estábamos, y nos quedamos alucinados de la gente que había: lleno hasta el mínimo hueco.
No había sitio en la barra, donde se supone que se come mejor, y nos lanzamos a por una mesa recién levantada pensando que sería lo mismo. Craso error.
— Chavales, si os sentáis es para cenar.
— Pues a eso hemos venido ¿no?. Pon 6 jarras de cerveza y ahora vemos si pedimos algo.
— Psssst… — susurraba nuestro amigo — no tenemos que pedir nada, aquí con la tapa de las cervezas te llenas.
Nos trajeron las cervezas sin tapa. El camarero se quedó esperando delante nuestra. Nos miramos unos a otros, miramos al camarero, nos volvimos a mirar, bebimos un sorbo de cerveza, miramos al camarero y dimos otro sorbo de cerveza.
— Esto… — intenté romper el hielo.
— ¿Vais a pedir algo o no?
— Esto… — insistí — ¿y la tapa?
— Ya os dije que esto es para cenar, si no vais a cenar dejar sitio que hay gente esperando.
— Hombre, con la cerveza que vamos a beber, nos gastamos más que una cena fijo. A ver, pon mientras una ración de croquetas y una de patatas tres salsas.
El camarero se marchó y a los dos minutos deja un plato de ensaladilla rusa encima de la mesa a la frase de «Aquí tienes tu tapa». Una tapa tamaño normal que devoramos cual hienas con hambre.
Mientras esperábamos nuestras raciones mirabamos de reojillo a la barra con caras de asombro. Nos centramos en una pareja. Dos cañas y de tapa… ¡croquetas! ¡empanadillas! ¿pulpo? ¡VENGA YA!
Nos empezamos a indignar. La espinilla de mi amigo debería estar sangrando de tantas patadas que le dábamos. Y llegaron las raciones. Muy ricas, si, aceptables de tamaño, pero una vez visto lo de la barra cualquier cosa nos parecía una auténtica m****.
Sinceramente, no te sientes en una mesa. Es más, si no hay hueco en la barra sal corriendo, huye, ve a casa, come algo y queda con tus amigos directamente en el garito donde vayas a salir.
Espero que la próxima vez que vuelva sea para estar en esa maravillosa barra y no despegarme de ella. Y, seguro, mejorará la experiencia.
PROS: Si pillas hueco en la barra, sales rodando fijo.
CONTRAS: Si pillas hueco en una mesa, sales llorando fijo.

Uno de los bares en tu ruta obligada si lo que buscas es caña + tapa abundante; es decir, gastarte entre 7 y 10 €, y salir del local bien de cerveza y hasta arriba de comida. Caña a 1,80 €, y platos repletos de patatas, salchichas, chorizos, paella, etc. Como sabréis, no son tapas de calidad, pero suficiente para no gastarte en exceso, y pasar un buen rato con tus amigos. Se encuentra muy cercano a la gran vía, junto a la calle fuencarral. No es muy grande y en ocasiones está demasiado lleno para estar cómodo. Por último, indicar que aceptan los cheques groumet.

La verdad es que el bar no me ha convencido para nada. De hecho teniendo cerca el tigre o el respiro me surje la duda de por qué venir a este.
Fui hace un par de meses y teníà la reseña pendiente: pasta con trozos de jamón y mayonesa, frituras varias, y en general una especie de tendencia a imitar otros bares de éxito de la zona pero sin lograr la misma calidad.
El camarero fue simpático e hizo alguna chanza, pero si tuviese que hacer un top de los bares de la zona, estoy convencido de que este sería de los últimos.

According to my Spanish loco… erm. i mean local friends, this is one of the better places for tapas in the cities. No not paid tapas, FREE tapas. Yes tapas are free in Madrid if you order drinks. The thing with free tapas is that you don’t really get to choose what is provided to you; however, the variety here makes up for it as you just keep eating different things anyway. We had nuggets, meatballs, pigs ear, jamon, olives (the pits go on the ground, as usual), cod croquetas, and more! Drunk and fed — and the guy behind the counter is busy but lovely. Stop by for drinks or to order dinner — definitely worth it!

Gran sustituto de El Tigre, poneos en la barra si sólo vais a tomar cañas si os sentais acaba siendo pesado porque no paran de preguntarte qué te falta. Cañas a 1,80 y la calidad de las tapas le da 10.000 vueltas a El Tigre en donde además de estar frias están malas. En mis sucesivas visitas me han puesto calamares, oreja a la plancha, alitas, etc. Los camareros son muy majos. La única pega es que quizas sea un poco pequeño.

Bar de tapas que pretende ser competencia del Tigre y del Respiro. Y se queda en lamentable intento. Como en los antedichos, el aforo es desmedidamente poblado al llamado de la comida barata. ¿Barata? Más bien poco. La caña es 1,80 € y sí te ponen mucho aperitivo pero de tan ínfima calidad que dan ganas de dejarlo en el plato por más que oigamos retumbar las palabras de las madres «Hay que comerlo todo» «Con el hambre que hay en el mundo». Y por mucha pena que te den los niños somalís en el plato que se queda. Que uno con los años tampoco es que se haya vuelto un exquisito de meñique estirado, pero mantiene un listón.
La paella más pasada que Chimo Bayo, las alitas de pollo frías, los canapes salvales. Oh wait!!! ¿Pero por qué me sirves unas alitas frías? Vale. Hay comida que gana en frío, la tortilla de patata es una de ellas, las albondigas de mi madre, una hamburguesa del día anterior… pero unas ¿alitas de pollo? Aunque Gordom Ramsey se arranque los pelos del pecho, suplico desde aquí que me calienten la comida antes de servirmela, aún cuando sea de «gratis». Además, por la acidez de la cerveza diría que es amstel aguila. Lo que convirtió la experiencia gustativa en un autentico infierno.
En comparación con el Tigre, sitio al que quizas sea porque le tengo más cariño, esta resulta doblemente odiosa. Puede que el pseudo asturiano no tenga la mejor calidad de tapas del mundo mundial pero la comida está caliente, le echan salsa a todo y las patatas bravas, las alitas se sirven a temperatura y el doble de cerveza no te arruina (2,50 € precio asequible).

Este es el típico bar que descubres cuando el Tigre está muy lleno. Es decir, que quieres ir de tapas y cañas baratas, por la zona de Chueca, y no sabes muy bien qué hacer, y a alguien, de repente, se le ocurre este sitio.
O que tienes la suerte de que alguien viene por Chueca, y se lo conoce. Pues ya está. Pasas de El Tigre, y te metes en El Pezcador. Si tienes suerte, mesa (aunque te presionan para raciones) te puedes hacer la loca y tomarte una caña.
De todas maneras, las raciones también están bien. Contundentes, y para mojar las cervezas, perfectas.

Un componente más del trío calavera de la calle Infantas, formado por El Respiro, El Tigre y el que ahora nos ocupa, el Pezcador. Tres bares donde ponen tapas generosas, a poder ser bañadas siempre con una caña bien tirada.
El trabajar por la zona y mi vagancia innata para cocinar la noche anterior la comida del día siguiente han sido dos ingredientes perfectos que, combinados en su justa medida y no todos los días, han dado como resultado un par de tapas de El Pezcador más de una vez y más de dos.
Tortilla, empanadillas, alitas de pollo, chorizo… Todo sirve para calmar un estómago enfurecido, más aún si el tamaño, como suele ser habitual en este establecimiento, supera con creces el estándar.
También se puede comer de raciones en las mesas, lo que no es una mala opción si vas con los amiguetes y tu objetivo es realizar el calentamiento previo a una fiesta de Champions League, es decir, de las que hacen afición. Bravas y pulpo serían en este caso dos jugadores del equipo titular.
Un local de los de toda la vida con camareros simpáticos y habladores y, lo que es más importante, tapas abundantes.

Si el pescador fuese un arcano del tarot y te saliese en una tirada…¡Has tenido suerte, bribón! No vas a morir de hambre. Su significado sería año de bienes o época de vacas gordas, porque este bar es otro de los sitios que tienen la buena costumbre de agasajarte con dos platos de tapas generosas cuando pides una caña.
También puedes comer de raciones, pero si estás por el barrio de Chueca viendo las tiendas de fuencarral o simplemente paseando por su nueva zona peatonal, te recomiendo que sea un bar de parada técnica. Dos cañitas, cuatro tapas y para fuera. Los madrileños conocemos este sitio y suele estar muy concurrido.
PD: A pesar de su nombre no pienses en tapas de pescado, con grasas omega 3. Son tapas con alto contenido energético; Chorizo con patatas y pimientos de padrón, queso roquefort en rebanada de pan cortada al bies, empanada de bonito… Si fuese un pez arcano, sería una piraña.