El local tiene una terraza muy amplia. El trato suele ser bastante cordial, es un bar de barrio al uso, en el que los camareros conocen a los habituales. Pedimos unos tintos de verano que estaban bastante bien preparados y bien fríos, las cervezas también salieron bien puestas. Las tapas de la carta me resultan algo caras pero bien es cierto que son de buena calidad.
Miguel F.
Rating des Ortes: 5 Madrid
Trato excelente y muy buena comida a muy buen precio
Rocío M.
Rating des Ortes: 3 Madrid
Me quedo con las raciones de huevos rotos del Secreto de Dora. Un buen sitio cerca del Palacio de Vistalegre. Otra de las cosas buenas es que se ve que hay un buen ambiente entre el servicio, son muy flexibles. Cuando fui pedimos unas raciones y decidimos ver si se podía cambiar en el último momento, no tuvieron ningún problema y no sé. Te sirven la cerveza bien fría y, ahora que ya estamos en temporada, la terraza es estupenda.
Miriam N.
Rating des Ortes: 3 Madrid
Ahora que me acuerdo… yo he probado las tostas de El Secreto de Dora(muy buenas por cierto). Estando un día por la zona fuimos a dar con este bar, entramos y pedimos algo para picar mientras tomábamos un refresco y descansábamos un poco. Además de las tostas, las raciones y el resto de platos que vi pasar por delante parecían tener muy buena pinta. Será cuestión de volver y probar alguno de ellos.
Roberto B.
Rating des Ortes: 4 Madrid
Otro lugar interesante para tomar algo, picar o comer en los aledaños del Palacio Vistalegre. Su terraza es grande y está ubicada en un lugar muy agradable y tranquilo, siendo un emplazamiento estupendo para tirarte ahí un buen rato disfrutando de una cerveza fresquita, una tapa y el buen ambiente de esta zona de Carabanchel Bajo. El Secreto de Dora es un buen sitio para comer a base de raciones y tostas(el resto de su oferta culinaria, que sé que es más amplia, no la he probado, por lo que no puedo opinar). También me consta que preparan muy bien los gin-tonics(alguna vez he salido de allí cerca de la medianoche haciendo unas ligeras«eses») y que sus camareros tienen una paciencia a prueba de bombas: una vez fuimos un grupo grande en el que había varios críos de lo más inquieto, que estuvieron liándola todo el rato, y ni pestañearon. Unos auténticos profesionales…