El Templo del Gato

Believe it or not, we found Templo del Gato in a run-​of-​the-​mill city guide book for Spain that my sister checked out of the library. It was listed under dance clubs but this is a dive. A GREAT dive, too. There is dancing but def not a Euro style dance club.
It was our last night and we picked it simply on the name. Because cats, amirite? We had no idea what to expect and were not at all prepared for the awesomeness.
It has an LA seedy club style entrance, a wide hall with stairs up to the closed off bar area. Inside, it’s just painted all black with amazingly kitsch images and signs throughout. Great music playing, and no dive bar would be complete without a pool table and a pinball machine (Waterworld themed, thank you very much). It’s amazing how some things transcend all cultures, and I’m happy to report that dive bar pinball is one of them.
My absolute favorite part is that they played an ancient video recording of about four hours of MTV channel from about 1993. Complete with music videos, TV shows (like Real World and Beavis and Butthead) AND commercials. Too perfect.
The Temple of Cats was as magical as the name implies.

Ya había estado en alguna otra ocasión entre semana pero nunca en fin de semana, bueno, un viernes ya es fin de semana. Y éste bar-​discoteca-​pub es una buena elección si andas cerca de Callao o alrededores. Y más si sales de los bares colindantes después de unas cuantas cañas y tapeos varios y tienes ganas de «a por otra» que no sea en un bar normal de los de «toalavida» con algo más de movimiento.
Este garito siempre me ha parecido un tanto extraño, tanto por la mezcla en su decoración como por su música. Pero bueno, a mi con cualquier música me vale estando en buena compañía y con un refrigerio, pero éste local tiene ese toque «canalla» del que alguno ya ha comentado en alguna reseña aquí. Desde música rock, soul a música indie o moderneo. La verdad es que variedad y alegría para todos los públicos. Y la decoración un tanto variopinta, con luces de néón, vallas, un billar en la planta de arriba (cubierto ese día, por cierto, a modo «ropero»), un semáforo… en fin. para no aburrirte mirando las paredes.
No puedo decir con exactitud el precio de las consumiciones porque yo no fui a la barra, pero posiblemente el tercio esté entre 3 – 4 €. Ah, y chupitos de Jagger a 3 €, de eso si me acuerdo, momento «oh god why?»
Nunca viene mal visitar estos garitos y desintoxicarte de los mismos locales que frecuentas cada fin de semana…

Si hurgamos un poquito en la historia de este local, descubriremos que fue donde Green Day dio su primer concierto en España. Sólo por el hecho de imaginármelos tocando detrás de las rejas que cierran el escenario al más puro estilo «Country Bar», ya vale la pena pararse a tomar una cerveza (muchas veces la primera) de camino a Malasaña. Es el típico sitio que yo llamaría de «entrezonas», ya que no está en ninguna de las grandes zonas de marcha que lo rodean (ni malasaña, ni la latina, es simplemente centro), pero está totalmente adscrito a la esencia y el estilo de la primera, con ese aire rockero y yankee que a muchos nos gusta. Los precios no están mal (7 euros la copa) y la música puede variar en función del «pincha», siendo siempre rock en inglés, desde los 50 hasta la época actual.

Salíamos mi grupo de amigos (que rondan mas de los 30 cada uno) y yo de tomar algo en una terraza cuando alguien salto y dijo “¿por que no vamos al templo del gato? Yo no tenia ni idea de que leches era ese sitio hasta que llegue a la puerta y vi un letrero con el nombre del local y el dibujo del gato (looooooooooogicamente no iba a ser un perro xDDD).
El lugar tiene muchas luces, mucho colorido y todo ”ultra fashion” de los 80. La música de la época de los 80 pura y dura, la gente mayores de 30 años (y muchos con 50 años), todos reunidos en grupos, en un lado un pinball, televisores en blanco y negro, una mesa de billar etc.
El precio de cada consumición adecuado (una cerveza 3 euros) como en todos los garitos de Madrid (este tampoco iba a ser una excepción),.
Lo que no me gusto fue que el lugar se queda un poco ”petado” a partir de la 1 con lo cual que si lo quieres disfrutar a tus anchas mejor llegar antes de esa hora y poco mas (en mi caso algo que tampoco me gusto es que muchas mujeres vais con unos bolsos enormes, que mas de una me atizo al pasar cerca de mi, que os he hecho snif snif T. T)
En definitiva, si has vivido los años 80 o te gusta ese tipo de ambiente te va a gustar, sino con el paso de las horas quizás te cansas del sitio.

Música rock y mucho ambiente: en fin de semana es perfecto para unas cervezas con amigos, marcarte unos bailecitos y animarte la noche, pues es ruidoso, alegre y concurrido. Entre semana, está más tranqui, la música mucho más bajita, pero sigue siendo buen rock y eso se agradece.

El templo del gato es un pub ideal para tomar cervezas cualquier día de la semana. Siempre que he ido de martes a domingo me lo he encontrado abierto.
Tiene un regustillo de antro que me encanta. Es un bar único o una discoteca bizarra, según se mire. me recuerda tanto al Más Alla. Por su oscuridad, la temática musical marcadamente dirigida al rock’n’roll, por su barman con pinta de calavera y crápula, por la cabina del dejay invadida de vinilos y cds, cubierta de pegatinas de diversa índole, la decoración puramente garajera que le dotan las vallas que acrecenta la sensación de antro de mala muerte, aunque es sólo fachada, decoración. Incluida el bidón de gasolina a modo de mesa.
El aforo depende del día. Entre semana no hay mucho movimiento y la mesa de billar se encuentra abierta para jugar y testear el nivel de alcoholemia. Los fines de semana es una discoteca de twisteros, rockandrolleros siendo el público de lo más variopinto, cierran la mesa de billar, dejando apoyar en la misma las consumiciones y abrigos.
Tienen dos plantas, la primera con barra nunca he coincidido con ella abierta, y la segunda planta con dos zonas, separadas por una valla, la bailonga que se extiende hasta la escalera y la tranquila del rincón de la mesa de billar. No puedo dejar de comentar ese baño, entre medias de las dos plantas en la escalera, con una recepción común donde echar el rato esperando al colega que se ha retrasado con la bragueta y de paso echar el ojo (o lanzar las miraditas) a esa moza que pasa camino del excusado a repasarse el maquillaje o empolvarse la nariz.
Despues de un intenso debate cerebral, entre 3 y 5 estrellas, haciendo gala de la generosidad vamos a ponerle 4 estrellas. Porque me gusta tomar tercios en sitios así.

What, the heck, is «Californian» music? I don’t know and I tend to dislike things that come out of California, but I loved this place and the «Rockabilly» music they played.
We busted out some swing dance moves and marinated our brains in alcohol. Dancing to something other than mindless top 40 and not being around 20 somethings desperately throwing themselves at each other for their «fling abroad» badge was a much needed change from our usual outings in Barcelona.
I mention «dancing» in the loosest of ways. My flip-​flop shoes kept sticking to the floor. Really, that just made the whole rock bar experience all the better.

Un clásico de la noche madrileña, un garito dedicado en cuerpo y alma al Rock and Roll… Lo conozco desde hace muchísimos años, desde la mítica década de los 80, no en vano este local celebra ahora su 25 aniversario. Recuerdo las primeras veces, cuando en el Templo había una gigantesca serpiente pitón albina. Estaba en un terrario y le daban ratones para comer, a veces la sacaban a pasear por la sala y creo que es la primera pitón que toqué, recuerdo su tacto frío… He ido muchas veces al Templo y siempre lo he pasado genial, recuerdo una Nochevieja que fue memorable, con un montón de colegas. Ya entonces pinchaba aquí mi amigo Javi Entrañable, que lleva un montón de años poniendo buen RocknRoll y mejor Rockabilly. Si tenéis la suerte de que esté de DJ, la buena música está asegurada, y si no, también. Porque aquí siempre hay buena música, buenas copas y muchas toneladas de diversión.

El Templo del Gato es un garito que descubres por casualidad. En mi caso, un Halloween. Pero he seguido yendo.
Buena música, y no ponen garrafón, asegurado!!! Bien!!!

Dicen que por la tarde también está abierto y puedes ir a tomar algo en plan tranquilo y echar un billar con los amigos. La verdad, es que todas las veces que he ido al Templo del gato ha sido por la noche, con la oscuridad y el rock clásico, cuando el billar ya está tapado y sirve de ropero improvisado.
Siempre que me veo allí bailando pienso en que una tarde tengo pasarme a tomar un café, por ver el ambiente de tarde que también debe de estar genial. Pero aún así sigo sin ir… la noche me atrapa demasiado.
Por cierto… me encanta la pantalla luminosa que hay cerca de la barra donde se pueden leer citas célebres. Una original forma de culturizarse mientras tomas unas cervezas o unas copas. Y además, la entrada gratuita, ¿qué más se puede pedir?

Este bar es el típico lugar canalla que ha acabado suavizándose, no obstante, se trata de uno de los lugares que más me gustan de Madrid. Pinchan Rock y música estilo californiana, aunque puedes ir y encontrarte que están pinchando soul o funk.
Los puntazos de este garito son que su bebida no es de garrafón, con lo que al día siguiente te ahorras querer arrancarte la cabeza, y que la decoración del espacio es una pasada. Tiene un rollo callejero y lo mismo te encuentras con unos neones que con una valla de obra. Lo que más me gusta es un semáforo y las diferentes alturas de su suelo. También tiene poyetes en los que descansar de la dura noche.
Tiene una mesa de billar en la que se puede jugar a primera hora, pero cuando se llena la tapan y hace funciones de mesa, un poco engorroso para ir al baño y bailar, pero forma parte de la idiosincrasia del local.
Lo suyo es ir antes de la una, porque si no se llena mucho y es probable que encuentres cola para entrar.

El lugar ideal para sacar al Bruce Springsteen que todos llevamos dentro o a ese macarra que nunca acaba de crecer ni de madurar. Si tienes una chaqueta de cuero y te gustaba ver a Travolta en Grease este es tu sitio.
Decoracion americana en un ambiente claramente rockero e inspirador. Muy bonito y embriagante para mi gusto.
Si pasas por la zona de Opera y te apetece tomar unas copas y escuchar buen rock and roll, este es tu sitio, que no se diga que Elvis ha muerto.
La verdad que se respira una especie de aire esperanzador en el local. Mola, para resumir.
Lo mejor. el ambiente yanki rockero que se ve.
Lo peor: poca variedad dentro del rock por decir algo, pero es que ese es su fuerte, apostar por musica menos masificada.

Sitio de rock canalla con pocos más de 22 añitos abiertos; para cuando la noche apriete y te apetezca un destino donde bailar y pasarlo bien. Tiene billar y entre semana no está demasiado lleno.