El Tera

Es un bar normalillo tirando a carito. Están bien sus raciones, por la zona que es no es caro-​caro. El menú del día no es el más barato de la zona pero no está mal en cantidades y tienen algún que otro plato sorprendente (como macarrones al vodka) :O
Y bueno, lo que más me gusta es el desayuno: dos buenas tostadas de tomate con ajo (mucho ajito), regado con un buen aceite de oliva y sal, con un vasito de zumo y un buen café (2’10 €!!!).
He de decir que para el tiempo que he ido nunca he probado la salsa brava y veo que la tildan de rica, así que tendré que probarla algún día, a ver si me paso.

Me ha encantado este sitio! Las patatas bravas me ha parecido bastante buenas, incluso la salsa! No estaba demasiado picante, y la cerveza muy fría, como a mí me gusta!
Notable!

Ricas ricas las bravas de este sitio. Quizá la patata muy poco crujiente para lo que esperamos por ella (también es que fuimos allí un día en el que había partido entre el Madrid y el Manchester United y la cocina estaba un poco ocupada) pero la salsa creo que fue de las que más me gustó de todas.
Sin embargo, además de la espera, el aperitivo que nos ofrecieron fue bastante modesto. Unas especies de palitos de queso y… ¿salchicha? ¿jamón york? empanados y fritos. La verdad es que me sorprendió, pero también es verdad que una noche de público asegurado como es la de un partido de Champions del equipo local, tienes el público asegurado, así que no hace falta que te esmeres mucho.
Eso sí, lo que es, es: la camarera que nos atendió fue híper simpática, rápida y eficiente. Chapó por ella.

Un lugar bastante normalito, bueno para unas tapas d emediodía o una tarde con los amigos. Salvo que haya futbol, en cuyo caso no hay quen entre (a menos que te guste el futbol, claro)

Pues a mí estas bravas me gustaron más que las del Bravas… ¡qué le voy a hacer! Pero el sitio estaba petadísimo, por el fútbol de las bolas (nunca mejor dicho), y entre eso y que, realmente, la disposición es rara y estábamos en la misma salida… pues un poco agobiante. Añadir que las bravas tardaron un poquete.

La verdad es que me gustaría poder hablar un poco sobre este sitio, pero coincidió que nos fuimos de Bravatón el mismo día que jugaba el Madrid, y para qué queremos más. Parece tener una disposición extraña, estrecha e incómoda en los lugares más insospechados, y meterse dentro con una jauría de futboleros fue la principal razón por la que, finalmente, optamos por salir a las mesas para fumadores que tenían fuera a disfrutar de las patatas.
Las patatas: per se no estaban mal, tenían algún tipo de aliño curioso, pero la consistencia era… Hmmm, no sé cómo decirlo, la cosa es que se rompían al pincharlas cuando no debían romperse, y era un poco incómodo tener que recoger migas nadando en salsa. Sí, soy un quejica, pero el que no llora…
También recuerdo haber tomado aquí un café hace tiempo con unas amigas, pero el recuerdo es particularmente borroso, así que supongo que no sería tan buen café…

El Tera es un bar-​restaurante donde los domingos va alguna gente a comer churrasco antes del flan y la copita de orujo de hierbas; cualquiera que viva en Madrid ya se hace una idea del tipo de local. Yo lo suelo utilizar para tomar cañas acompañadas de los aperitivos más generosos de la zona: alita de pollo, champiñón, ensaladilla y alguno más. Además normalmente –no siempre– te preguntan qué aperitivo quieres y encima las cañas están baratas (este año las han subido a 1,10 €). Lo curioso de este bar es la barra que tiene; su forma irregular parece diseñada para que estén sin chocarse el MENOR número de personas posible.
Por la tarde-​noche, según un cartel que tienen puesto, parece que sirven bebidas por «metros» como si fuese una sastrería. Espero que sean mejores sastres que carpinteros porque vaya barra rara. He puesto la cuarta estrella por los aperitivos y el precio.
La camarera encantadora que dice Lolo se llama Eli (merece un reconocimiento público) y suele estar desde la 1 del mediodía, por lo menos los fines de semana que es cuando suelo ir.