Aceptan reservas para grupos medianamente grandes, aunque entre semana no suele llenarse a tope. También hay una o dos mesas fuera, que son una buena opción si hace buen tiempo. El local está bastante chulo, es moderno y tiene tres plantas bastante amplias. Respecto a la carta, es cierto que los platos pueden ser bastante pequeños para el precio que tienen. Están en un punto medio, un tanto difuso, entre tapa y plato. Dejando a parte el tema del tamaño(que en tema de comida, si importa), son unas tapas-platos bastante sofisticados. Las croquetas estan deliciosas, y en general los pinchos son mis preferidos. Si algo no me gustó, fue el servicio… En todo momento parecía que nos querían echar del local, recogiendonos los platos a la minima que dejabas los cubiertos. Resultó en todo momento un tanto agobiante, y eso que el local estaba practicamente vacio! No entiendo esas prisas… Como bien se sabe, las prisas nunca son buenas, así que se les cayó la salsa del plato que recogían encima de mi(cosa que no habria pasado, si me hubieran dejado terminar el plato). Por el resto todo muy bien, le doy 3 estrellas porque ha sido algo excepcional, y el resto de veces el servicio es adecuado.
Olaya O.
Rating des Ortes: 2 Madrid
La experiencia en Jaleo fue como una mezcla de comedia con thriller… Hora aproximada de la llegada sobre las 20:00, el local está lleno pero una camarera nos indica que hay una mesa libre en el piso de abajo. Empezamos a bajar y olía eso a pintura horrores, nos encontramos una mesa con unas 12 mujeres(la conversación de las mujeres da como para otra peli a parte de ciencia ficción), unas señoras en otra chiquitita y vemos donde nos pretenden poner: unas mesas altas con unos bancos altos que se encuentran cuando llegamos llenos de plantas, tanto suelo como mesas. Raudo y veloz llega otro camarero que nos dice que nos quita todo en un momento, flipando estamos, y nos planta ahí como si de un anfiteatro se tratase de cara al grupo de mujeres con los pies colgando y una mesa mínima de la cual tenemos que compartir el mismo lado pues estamos hombro con hombro. Comodísimo todo. El camarero habla muy raro, nos empieza a enumerar las meriendas que ofertan ya que no nos quiere dejar la carta que nos ofertó la camarera de arriba, y pedimos una tosta de jamón ibérico con tomate y como nos dice que sólo tienen sándwich mixto pedimos un sándwich sólo de queso, quedó bastante claro. Al rato llegan las cañas, y al poquísimo un sándwich que trae otra camarera, en el cual vemos que hay jamón, en fin, bueno, decimos que ya quitamos el jamón pero cuando lo abrimos es sólo de jamón. Se lo llevan, lo vuelven a traer ya bien. Creo que fueron 9,20 € el total por dos cañitas, la tosta y el sándwich. Mención a parte requieren los baños, el camarero, las puertas misteriosas sin cartel, los cojines de algo que debían haber quitado para pintar ahí en medio y sobre todo, el grupo de mujeres y su conversación. De resto, no renta.