La Princesa

Definitely worth a visit. The decoration is quite impressive, full of mirrors and hookahs and colorful tiles, etc. Inviting ambiance. The thing I remember most about this restaurant unfortunately was the fact that the couple sitting near us was undergoing a quite public break-​up, which made our meal a little uncomfortable as we struggled not to look at the scene unfolding around us. Hardly the restaurant’s fault, of course.
I’d say only come here if you’re hungry; it’d be a waste otherwise. The hummus was nice but I’d recommend the eggplant spread as an appetizer, as it seemed to be more flavorful. The couscous with chicken was unfortunately a tiny bit on the dry side, but I did enjoy it the following day as lunch (did I mention that the serving sizes are quite big?). We couldn’t handle the dessert so I can’t comment on its tastiness.
We picked La Princesa originally because of a deal on El Tenedor, but I think I’d head back here if I had a hankering for Arabic food or hookah-​ing.

Pues mola. Y tampoco es tan caro. Con una decoración sorprendente, inspirada en los antiguos palacios árabes, este es un lugar para liberarse de prejuicios y dejarse llevar.
El menú degustación para dos personas sale a 25 por barba, con un platazo de siete entrantes a compartir (hummus, falafel, taboulé) y un plato cada uno a elegir entre mixto a la brasa (pinchos de pollo, carne picada de ternera, cordero y ensalada), cuscus, kabsa (arroz basmati con cordero o ternera, almendras y pasas) o musakaha (berenjenas ahumadas con carne de ternera).
Los fines de semana hacen espectáculos de la Danza Oriental. Un lugar exótico, diferente, que tal vez merezca la pena probar.

Hace una semana estuve en esté restaurante árabe, fue para celebrar mi cumpleaños, nos juntamos 5 personas, y como 3 ya habían merendado tarde, no tenían mucha hambre.
Pedí un menú degustación para 2 personas donde entra un plato grande con varias salsas (4) con albóndigas de carne y verduras y panes típicos árabes, muy ricas todas las salsas y además se podían pedir 2 platos segundos (aconsejo el musaka, que es una bechamel con berenjena, queso y carne que está riquísima, aunque la cazuela no es muy grande), el precio viene a costar 59 €, es caro pero para picar 5 personas sin mucha hambre vale, además pedimos bebida (vino y refrescos, en éstos los precios son normales), chicha (la pipa de fumar con burbujas) 15 € y unos cubatas (5 € cada uno).
Aconsejo ir en fin de semana porque hay espectáculo de danza del vientre por la noche, pero hay que reservar, si no el precio no merece la pena para un día de diario.
Tienen una carta variada donde hay muchos tipos de carne y ensaladas, con todo tipo de precio. La decoración es preciosa, nada más entrar hay dos sillones para celebrar bodas, tiene varios comedores, dos en la planta baja y uno bajando unas escaleras. Los servicios son normalitos con buena limpieza. Los dueños son marroquíes y en principio cuando se inauguró, era de unos sirios que fueron los que le dieron el toque exótico al restaurante y a los platos que siguen siendo los mismos de siempre. El servicio es bueno y rápido si no hay mucha gente. La situación es bastante buena, a unos 5 minutos de la parada de metro de Embajadores, también hay varios autobuses que pasan por allí cerca.