Maculato Club

Estando un día en el Cazador, un amigo nos habló de este sitio, «un sitio de gente bien». Yo creo que no llego a esa categoría (sinceramente, estoy entre el lumpen y la prole), pero nos metió el gusanillo en el cuerpo, y al final, de repente y salido de la nada, un día nos fuimos a conocer el Maculato, un sitio del que casi nunca había oído hablar. Tampoco es que yo frecuente (ya) las calles de Alonso Martínez a altas horas de la madrugada, así que tampoco es tan raro que me haya pillado este lugar con el paso cambiado.
Entramos al lugar y yo flipé en colorines. Lo primero porque tienen MOQUETA en el suelo. Ya íbamos avisados de que era de gente bien, pero yo desde luego que no me esperaba una moqueta, con lo carísimo que debe de ser limpiarla, y más en un bar de copas. Fuimos a la barra y pedimos nuestras bebidas: unos cuantos gin-​tonic y un ron con cola light. Los camareros, bien guapetes y vestidos como un pincel, pero simpatiquísimos y como de muy buen rollo, algo que me sorprendió muchísimo. Las copas muy bien puestas, en vasos adecuados y todo. Menos mal, porque estoy harto de tomarme una copa en un cutre-​vaso de tubo. Todo por 9 €: no es baratísimo, pero es sensiblemente más caro que otros bares con el mismo horario.
En mi opinión, lo único que le falta es una buena carta de cócteles y un flairtender que haga un par de movimientos buenos. Yo siempre echo de menos en Madrid buena coctelería, y creo que este sitio tendría potencial para este tipo de servicio.
El local, la verdad, no está mal. Está decorado con gusto (una cosa como retro-​kitsch-​moderna que, la verdad, está requetebién), los baños son amplios y muy lujosos para este tipo de bar de primera hora y tiene unos ventanales gigantes que te permiten bichear antes de entrar, que no está mal. El público, como os he dicho antes, es gente bien: gente bien vestida, gomina, perfume, y un ambiente tirando a pijillo, pero sin llegar a ser rancio. Un balance definitivamente muy difícil de conseguir, pero yo creo que aquí lo han logrado.
Lo que menos me gustó fue la música, y en realidad este es el motivo por el que le pondría tres estrellas y media, en lugar de cuatro (pero como no se pueden poner medias, pues ahí se queda… prefiero ser un poco benevolente). Por ejemplo, sonó una versión de un tema de Disclosure que, qué pena, ya podían haber puesto el original, infinitamente más bailable y divertido (para mi gusto). Aunque entiendo que un poco hardcore para el público que allí se mueve, que probablemente tiene gusto por la música un poco más suave.
Yo, para contrarrestar, salí loco por ponerme una canción de Sleigh Bells, no os digo más.

Ayer mismo estuve allí en la presentación de una nueva revista. La verdad que le pega totalmente su ubiación en esa zona tan de «moda». Es pequeñito pero muy confortable. Solamente tengo dos grandes peros, la música demasiado baja y poco interesante y la luz debería estar más baja para darle un ambiente más enigmático y acojedor.
Esperemos que su horario sea de abrir hasta tarde, porque al ser un club tiene un rollo muy chulo y por lo visto está siendo un sitio muy de moda desde que ha abierto.