Maldonado 14

No puedo decir más que me rindo ante este local. Si tuviera un precio menor hasta lo recomendaría para ir de vez en cuando, así que si te puedes permitir los más de 70 euros que te vas a gastar, ve. Todos los platos que probamos estaban deliciosos. Lograron hasta que me comiera una sardina ¡y mira que no me gustan! Las preparan en filetes sobre una tosta de pan y con un aliño que les da un riquísimo sabor. De plato principal tomé steak tartar (que nunca había comido antes) por recomendación del camarero y me pareció que estaba buenísimo. Y lo mejor llegó con el postre: una interpretación de la tarta de manzana que era como una tortita fina con rodajas de manzana y su correspondiente bola de helado: superior.
El ambiente es algo clásico (por no llamarlo viejuno) y el trato es muy amable y educado, como corresponde a un sitio de su estilo.

Magnífico. Restaurante tranquilo y elegante, propio para darse un homenaje. Servicio atento sin ser empalagoso. La comida es muy buena, con una calidad destacable y cantidad adecuada. Buen steak tartar. Caro

Sensacional. El fin de semana pasado fuimos por primera vez al Restaurante Maldonado 14 y nos encantó. Ambiente clásico pero con un servicio cercano, atento y que te recomienda de maravilla. Y por supuesto muy correcto e impecable. Con el aperitivo sirvieron unas croquetas pequeñas que estaban de maravilla. Y un rollo de salmón ahumado que también estaba muy bueno. De entrantes probamos el tataki de atún y unas sardinas que estaban realmente buenas. Muy buenas materias primas. De verdad que el tataki era sobresaliente. De principales tomamos el steak tartare y los callos y la verdad es que os recomiendo que probéis ambos. Muy buenos y los callos suaves. Volveremos seguro.

Fuimos un lunes por la noche a cenar 10 amigos, y quedamos muy satisfechos, si bien se notaba que no éramos el público habitual (tenemos 25 – 28 años). Los precios no son baratos pero las raciones están muy bien y la calidad y cuidado de los platos merece la pena.
En concreto destacaría los arroces y el solomillo estaba estupendo.
La carta de vinos (tintos y blancos) era muy variada.
Muy recomendable

Maldonado 14: (overly) refined Spanish classics in a Madrileño Golden Girls setting. The small dining room is brightly lit, painted in tones of terracota and beige, and decorated with oversized paintings of lilies and orchids. Soft jazz music filled the otherwise empty (on a Wednesday evening around 9:30PM) space.
I tried the Salmorejo soup and the tuna tartare, both of which managed to be elegant and boring. The soup was very finely processed and resembled mayonaise more than the Cordoban original I had been expecting. The tuna itself was nice (beautifully ruby red!) but its preparation was so unimaginative it tasted like an undifferentiated soy sauce-​y lump (our waiter later brought some toasted bread to accompany the tuna, but even this was unexciting). Nevertheless, the restaurant’s signature apple tart was buttery, sweet and really delicious.
The portions were generous and the service was helpful — one of the chefs came to take our order and offered some suggestions on both the menu and the wine. However, I doubt that we will be returning any time soon.