Mies

Acudí para canjear uno de estos ‘planes’ ahora tan de moda: una cena maridada con cócteles. Ni la borrachera que pillé me hizo obviar las deficiencias de este restaurante ‘quiero y no puedo’. Su elegante decoración intenta justificar los elevados precios de unos platos igualmente aparentes, pero mejorables.
Las mesas se dispersan torpemente por el local, demasiado juntas… y mejor no hablar del servicio. Uno de los camareros resulta especialmente torpe en el trato, le vimos comiendo del plato de unos clientes antes de servírselo y ni siquiera nos ofreció servilletas o cubiertos nuevos entre primero y segundo.
Mejoran la puntuación los medallones de ternera al Pedro Ximenez con patatas panaderas: realmente exquisitos (excepción que confirma la regla, como se dice). No volvería sino es con la excusa de alguna otra promoción, la verdad.

Aí tu voltas no lugar porque consideras bom… e muda tudo no almoço. A noite um atendimento, para almoço…DESASTRE TOTAL!!! Teu pedido é um e ao invés de te servirem a carne… colocam amostras.. depois que reclamas… trocam o prato… e o camareiro tem a ousadia de dar as costas e sair reclamando. .além de arrancar o prato da tua mão…muito obrigada camareiro RICARDO pelo péssimo atendimento!!!

Suelo comer aquí los días que nos queremos dar un capricho. La verdad es que los camareros no son especialmente amables ni rápidos pero la comida es buena y tiene terraza en verano.
Solo lo he probado para menú del día pero la verdad es que el sitio merece si tienes tiempo. Los platos son elaborados y son 11 € en terraza (con postre). Recomendado!