Conozco muchas floristerías y todas son llamativas desde el exterior, con sus fachadas llenas de flores o sus escaparates coloridos y atrayentes. Pero esta tienda es como si de pronto salieras de la ciudad y entraras en un campo lleno de flores, una montaña como las de Heidi, como si la contaminación desapareciera y se pudiera respirar un aire limpio y fresco. Además, al ser una red de franquicias, tienen distintas ofertas mensuales o semanales, como ramos de novia a 60 euros o plantas. Tienen como novedad que es un autoservicio. Yo siempre que he visitado una floristería, he tenido que esperar a que me atendieran, excepto cuando he ido a un vivero de las afueras o a alguna tienda tipo Verdecora, Bricor o alguna otra con sección de jardinería. Aquí te sirves tú mismo, excepto si necesitas algún encargo, momento en el que puedes acudir a alguno de los dependientes.