Nespresso

Nespresso, sin duda, ha logrado una imagen de marca increíble. Compre una máquina nespresso, pillé una promo y me han regalado 100 cápsulas de distintos sabores (así aprovecho y determino cual es mi sabor preferido) Soy de quienes le gusta un sabor específico de café, que tenga una intensidad de 8(aproximadamente) y que se sienta algo de madera, pero realmente, este sabor no lo he conseguido con las capsulas. He probado muchos sabores de café que si que son mejores, pero vamos, por la facilidad de la máquina y su rapidez, tiene mi reseña positiva.

Estoy completamente en contra del dispendio material y ecológico que representan las cápsulas de aluminio. Tengo una cafetera Nespresso. I’m a walking contradiction.
Aprovechando que estábamos por la zona y nos habíamos quedado sin una de las ediciones limitadas de Navidad con las que el Capital nos ha engañado una vez más, entramos en la tienda a ver si les quedaban algunos restos en los que poder dejarnos el dinero y la ética. La verdad es que no sé si es café será adictivo o venenoso, pero la estética de las tiendas al más puro estilo boutique cara es muy agradable, y que te «inviten» (que no te invitan, sale del plusvalor) a un café cada vez que les haces a una compra tampoco está de más.
Aunque en realidad su principal valor es que es uno de los puntos de reciclaje del aluminio desperdiciado para que podamos limpiar nuestra conciencia mientras seguimos siendo insostenibles un día más. Que es una elección libre y tal, pero ya nos vale muchas veces, pardiez.

¿Quieres ser recibido como George Clooney? ¿Quieres que te inviten a un Nespresso? Entonces ven a la boutique de Nespresso. No, no estoy bromeando. Bueno, a lo mejor hay que hacer cola, pero el trato es lo más personalizado posible y tan amable que ya es un poco demasiado profesional.
Pero el punto más importante es que en la boutique de Velázquez hay un contenedor de reciclaje para las cápsulas. Si no fuera por este programa de reciclaje que el propio Nespresso ha puesto en marcha no me sentiría a gusto disfrutando de mis Indrias y Ristrettos y tirando esta cantidad de aluminio con cada café que me tomo. Una cápsula no es mucho, es verdad, pero todo se acumula. ¡Saca las cuentas!

Nespresso más que una tienda parece una galería de arte. Y quizá en cierto sentido lo es, del arte del café. Es hasta solemne entrar en estos locales. Todo tan colocadito, con tanta armonía de color de las cafetras y capsulillas varias, con ese personal tan limpio, tan bien vestidos, tan educaditos y sonrientes… ni un museo, vamos. Y ese olorcito a café qué? Mmmmm
Dicho esto, yo no tengo Nespresso porque me parece un chisme carísimo, pero sé que al final me rendiré a sus encantos, porque la gente ya me presiona para que me compre una, y porque me encanta el diseño, el café, y me fascina que haya una aplicación para hacer pedidos de cápsulas desde mi iphone. Sóle les falta q te la traiga a casa George Clooney :)

Aunque no estoy muy de acuerdo con el rollito este de las cápsulas de la Nespresso, tengo una y claudico con ella.
La verdad es que cuando me tomo un Indriya no me acuerdo demasiado de lo mucho que la odio.
Esta tienda está mejor que su homóloga de «Hortera y Gasset» donde según el día te puedes morir de la pena esperando a que te toque tu turno. Siempre es lo mismo, sonrisa quiero esto, esto y esto, tienes ficha, si no te encuentro, quiere degustar un café. Buenas tardes.
En esta tienda normalmente si que me lo tomo.

Ante la afluencia de gente (que se corresponde con la cantidad de cafeteras vendidas) de su otra tienda en Ortega y Gasset, hay otra tienda (un poco más desconocida, que al menos pasa inadvertida para los turistas adinerados que visitan el Barrio de Salamanca) en la Calle Velázquez.
El concepto es el mismo que en la anterior: cápsulas de café (que también se pueden adquirir por internet, lo cual aconsejo si no te queda cerca), cafeteras, complementos para las cafeteras, barra de café… ¿Creo que se entiende que es una tienda monotemática, no?
Lo bueno es que puedes probar los diferentes tipos de café, y así puedes ir variando un poco tu elección y, además, los dependientes te aconsejan un poco pensando en tus gustos.
Lo malo es que está demasiado cerca de la anterior y creo que en otro sitio (Chueca, ¿Gran Vía?) habría tenido más sentido.