Once Siete Catorce

just a local place with pretty much nothing to eat. Can’t understan that is even rated and the high rating was very surprising in hindsight.

Aquí cada vez que vamos nos tratan la mar de bien, pero no solo a nosotros, si no a todo el mundo.
Al dueño le gusta comer, por lo que hace lo mismo contigo… no, no te come… pero te pone muy buenos aperitivos y abundantes.
Otro tema a reseñar es que las cañas son mas grandes que las habituales por el mismo precio.
La cocinera es la madre del dueño, por lo que te puedes imaginar como cocina, comida casera, eso si, contundente, ahí no se va a comer verduras y ensaladas, se come chicha, embutidos y típicas raciones.
A destacar los boquerones en vinagre que hacen, muy ricos.
Ah, por cierto, en este bar hay música y siempre de calidad, rock a tope!

Muy cerquita de la plaza, bajas un poquito y en Canteras de Tilly te encuentras un bar de madera que es grande y, a la vez, muy acogedor. Suena de fondo música que suele ser rock.
Detrás de la barra, siempre hay sonrisas. Pide lo que quieras que te regalarán una generosa tapa de algo recién hechito y bien casero. Recomiendo probar todo, pero especialmente, los boquerones en vinagre. Son maravillosos.
Allí puedes degustar unas raciones que también son bastante generosas y se puede ir a comer. Pregunta en la barra que te asesoren sobre la comida y descubre que hay productos ricos que no son tan fáciles de encontrar.
Por cierto, si ves por allí a una señora estupenda, es la madre del propietario y, además de ser majísima y muy simpática, es la artífice de los boquerones y de otras lindezas de esas que te da pena cuando se han acabado porque estaban tan ricas…