Cuando yo vivía en este barrio, los restaurantes chinos todavía permanecían en el inconsciente colectivo como locales de la peor calaña, donde únicamente el lumpemproletariado desclasado recaía en sus domingos para hacerse la ilusión de que estaban comiendo fuera. Este restaurante ayudaba mucho a esa idea por ser el único local de todo el barrio que permaneció una larga temporada clausurado con un precinto de Sanidad, aunque años después volvería a abrir e incluso hicimos aquí una cena de mi colegio siendo aún adolescentes casi barbilampiños; aún seguía siendo sórdido en aquella época. Fast Forward hasta la actualidad: estamos de compras por el barrio, nos apetece comer chino pero no queremos hot pot(descartado el Yue Lai); se me ilumina la bombilla y me acuerdo de este sitio que, cual Ave Fénix, parece haber resurgido de sus cenizas: decoración completamente renovada, mucho mejor iluminado, un montón de personal, casi a plena capacidad un viernes al mediodía… Mucho mejor que antaño, desde luego. Pedimos un arroz frito de la casa, un pollo frito almendrado, un pollo al limón y un pan chino. El arroz viene servido en uno de esos cilindros de madera tan monos que asociamos con las películas orientales y gente comiendo en el suelo; está bueno, pero no deja de ser un arroz frito con gambas al que le han echado setas. El pollo frito almendrado está muy bueno, si acaso el rebozado demasiado grueso, pero es complicado que este plato no salga bien. Sin embargo, el pollo al limón deja bastante que desear porque, a pesar de haberle vertido el cuenco entero de la salsa, el sabor a limón no asoma por ningún lado; es más, sabe sorprendentemente a barbacoa(¡inexplicable!). El pan chino bien, tampoco es demasiado complicado. Postre no pedimos porque eran todo helados y preparaciones no muy especiales, así que pasamos a pedir la cuenta, que vino acompañada de sendos chupitos de licor de flores. No fue nada caro, lo habitual en un local similar; por desgracia, esto no compensó que saliéramos con la sensación de no haber comido satisfactoriamente porque, a pesar de que estábamos hasta arriba, los sabores no habían terminado de acompañar. Al menos me alegro de que el negocio haya salido a flote, aquellos precintos en la puerta eran demasiado oscuros para mi mentalidad de niño del barrio Salamanca.
Vanessa O.
Rating des Ortes: 4 Madrid
Un chino económico en pleno barrio de Salamanca. He ido 2⁄3 veces entre semana y tienes varios menús a elegir 12−14−18 euros. Limpio, ordenado y todos los empleados muy serviciales. Vale la pena probarlo. No abusan con la soja ni con los aceites y eso se agradece.
Cassie G.
Rating des Ortes: 3 Miami, FL
In a city where Chinese restaurants are a dime a dozen, this is one of the better ones I’ve tried. The atmosphere might suggest it is a little more upscale but the prices are still reasonable and the service is spot-on. The menu is quite extensive but I came here with a «regular» of the place who directed me in our order. To start, he got the spring roll which, if you’re a fan of spring rolls, is supposedly delicious. I don’t love them so went with egg drop soup which was satisfying. We also got an order of arroz con tres delicias, fried Wontons and duck. The duck roll-ups were prepared right at our table which I found to be special. I really liked the plum sauce it came with and even drizzled something spicy on-top to kick it up a bit. All of the food came out quickly and the servers were attentive to our needs from soy sauce to a pitcher of water. We came at ten and by the end of the night, the place was packed with all sorts of people from couples to families making me feel like this is a true neighborhood favorite. Too often Chinese food can go wrong and so far, Palacio del Dragon is doing it right.
Rocío G.
Rating des Ortes: 3 Madrid
Otro restaurante chino más, pero lo que me gustaría destacar es que, no sé si será por el barrio en el que está, pero el lugar está muy cuidado, y las personas que lo llevan son muy majas. Hace tiempo que no vengo por aquí, pero me inclino a pensar que no les falta clientela porque está al lado de un colegio(bastante grande), y seguramente coman muchos chavales y profesores aquí. En el menú, nada que resalte especialmente. Además, yo innovo poco con esto de la comida china: arroz frito tres delicias y pollo con almendras. Por supuesto, tienen menú diario y a muy buen precio, como suele ser habitual en estos restaurantes.