ParisTokyo

He estado hoy comiendo y la verdad que lo unico bueno Es la decoracion y la atencion…
Hemos pedido sopa de miso, tartar de salmon y sushi que por cierto este ultimo de Mala calidad… Parece el sushi que compras en el opencor.
la sopa estaba aceptable y el tartar… el tartar es de lo peor que he comido en mucho tiempo.

A place with high potential to bump into a celebrity. They told me before. I didn’t believe. Not that I care about a celeb but if it is Sean Penn, let’s hold on there for a sec. And yes I was lucky enough to meet him and he was sharing the table with Javier Bardem, Penelope Cruz and a big group of people. It was a surrealistic experience until the idiot waiter brought me back to the lame reality running towards me like a baseball player going for touchdown.
Well food! Sorry but I haven’t eaten anything here :) but only joined my friends who were dining that night. However, there were quiet satisfied with everything and I can assure you those girls have good taste in food.
On the other hand, it is a posh restaurant bar and therefore not my cup of tea. So depends on the person and what you like. On the first floor there was a DJ and many girls on high heels. You can picture better now right? So again it is your call whether you go or not.

Esto de llamarle brunch a ponerle el desayuno del hotel un par de platos, no es el concepto creo…
Para empezar tuvimos que subir a pulso el carrito del bebe, cuando al bajar cogimos un ascensor (por nuestra cuenta, se ve que alli no saben que existe uno)
Bueeeeno, quien no se le olvida un ascensor en su casa, oyes…
La cosa no pintaba muy mal… como dice Lolo, el sitio mola bastante, las mesas de formas le dan un punto y la fotografía del fondo, donde nos sentamos, es muy agradable a los que nos gustan las mujeres (igual a ellas les hace menos gracia, pero bueeeno, es artístico…)
No pintaba mal entonces, hasta que fuimos al buffet de «desayuno». Debía ser la hora, porque no habia ni la mitad de las cosas… ah, no, que cuando volví por segunda vez habia de esa mitad, pero no de la otra…
Bueeeeeno, dejemoslo pasar.
La comida, pues comida. Solo que en el primero tuvieron un 75% de acierto. Teniendo en cuenta que eran DOS ensaladas y DOS sopas… es jo***o equivocarse…
Bueeeeeeno, ocurre.
En el segundo plato casi todo bien, solo que si pides hamburguesa recuerdales que no te gusta poco hecha, porque se ve que por defecto te va a caer asi. Bueeeeno, que a mi me gusta poco hecha, habran adivinado.
Los cafés, coincidió que una de las comensales se empezó a encontrar mal y eso nos aguó la larrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrga espera (tras 3 peticiones de café…). Lo mas divertido la excusa. Es que han acabado todas las mesas y todas quieren café. Si, pero no son paellas para cuatro…
Bueeeeeeno, si hubiera estado bien la comensal, al ser agradable la compañia, no hubiese pasado nada…
Así que nos fuimos por ese maravilloso ascensor con la sensación de haber perdido un poco el tiempo y con ganas de resarcirnos yendo al Arquibar.
Así fue…

Creo que es el único restaurante al que he ido mil veces y no he cenado ninguna!
¿ Y esto cómo puede ser? Porque otra cosa no, pero eventos tiene para dar y tomar… y creo que les caigo muy bien! y si no me invitan ellos, me autoinvito jajaj
Afterworks, eventos especiales, degustaciones, presentaciones… En fin, lo que si que he catado ha sido su catering y cocteles, y si he vuelto tantas veces, obviamente es porque me han gustado.
El rollo y la ubicación lo hacen un punto bastante interesante para todo: copas, eventos, cenas…
Con esta recomendación, hago una promesa, algún día cenaré/​comeré aquí :P

La verdad es que la experiencia no ha sido muy buena, pero se trataba de un almuerzo ofrecido en el marco de un evento, por lo que no sé si quizás se ha trabajado con un presupuesto muy bajo y de ahí el pobre resultado: muy escaso y mediocre. El servicio correcto. El lugar en sí no me ha vuelto loco. Lo mejor son los ventanales hacia la plaza, pero como para mí la Plaza de Vázquez de Mella es muy fea, pues tampoco me parece un plus muy a tener en cuenta. Habría que volver por la noche y cenando a la carta para valorarlo mejor.

El restaurante del Roomate, que antes se llamaba Gift (ahora ese nombre solo ha quedado para la terraza y el bar de copas) se ha renovado, y ahora –como bien indica su nombre– junta tanto la tradición francesa como la japonesa.
El salón de arriba es el restaurante propiamente dicho, y lo cierto es que tiene algunos destellos de decoración que no terminan de convencerme, pero sí tiene una cosa genial: mesas de todas las formas y colores. Me encanta que haya restaurantes con mesas redondas, con mesas cuadradas, con sillones… Creo que es fundamental poder adaptarse, y en eso creo que son capaces de hacer un buen trabajo.
El sitio además es bastante agradable, los camareros son majos y eficientes, aunque recuerdo que nuestra comida tardó un poco en salir (claro, que también éramos ciento y la madre).
De todos modos, me sigo quedando con la zona de abajo, ideal para tomar un café o una copa de forma relajada. Es lo mejor que tiene el local, que es muy tranquilo y tiene vistas directamente a la plaza de Chueca.