Pizzería Carlos

Mi chica y yo somos clientes habituales de Pizza Carlos y su mala atención y servicio han terminado por cansarnos.
La mala baba con la que se atiende a los clientes es deplorable. Más siendo un cliente habitual. La gota que colma el vaso ha sido hoy cuando, después de esperar 50 minutos nuestra pizza, hemos llamado para reclamar y nos han dicho que ya estaba de camino. Han pasado 25 minutos hasta que ha llegado, cuando nuestra casa está a 5 minutos.
La pizza ha llegado fría y reseca (síntoma de haber sido recalentada).
Un desliz nos puede ocurrir a todos. Pero que te traten con vacile y encima te den un producto en malas condiciones no es serio.
Las pizzas de Carlos son buenas. Pero por un par de euros más, a partir de ahora llamaré a una pizzería de verdad con voluntad de servicio, que es al fin y al cabo la naturaleza de cualquier restaurante.

Plan en casa, varios invitados y menú de vaso y plato desechable. ¿Qué mejor que pedir pizzas? Total, el cartón es el propio plato y siempre llega para la cena.
Pues bien, tirando de Unilocal y tras leer un par de reseñas fiables y prometedoras y consejos más que útiles hice el pedido a través de la web. Es una opción muy recomendable porque puedes hacer el pedido a la hora que te venga en gana y dejarlo programado para recibirlo cuando quieras (se retrasaron unos 15 min). Además, tienen ofertas muy jugosas con las que me ahorré un pico que malgasté más tarde cerveceando.
Pedimos seis familiares: Carbonata, Naturale, 4 Stagione, Vegetale, Barbecue cream tomate y la única que no sobrevivió para la foto, la Cabrini. Esta última estaba muy buena, fue abrir la caja y el olor hizo que las manos se tirarán sobre ella como en una escena visceral de The Walking Dead. Ojo, las demás también estaban buenas, pero el top 3 fueron: Cabrini, Carbonata y Barbecue, casi por unanimidad.
Así que tras la experiencia, Carlos se queda como pizzería a domicilio de referencia. Por cierto, total: 65.70 € y ahorro de 36.10 €. Compensa pedir On line.

Aprovechando que estaba de visita familiar y el cuerpo me pedía pizza, entramos a este sitio porque sólo tenía críticas excelentes. La verdad es que yo teníà la mosca detrás de la oreja porque este local comercial siempre ha tenido una suerte nefasta con sus negocios; al final terminé teniendo la mosca en más sitios.
Pero hablemos primero de la comida y el servicio. Lo primero que quiero destacar es que este sitio es bastante barato: un combo de entrantes, una pizza mediana bastante provista de ingredientes y 4 latas de bebida nos salieron bastante más apañados que cualquier menú de los alrededores cercanos. Bien es cierto que las bebidas no son de primeras marcas y que el combo era bastante escaso (3 palos de queso, 3 nuggets de pollo y 3 alitas, acompañadas de salsa barbacoa y alioli); además, la calidad del combo era un poco baja: las alitas tenían más grasa que magro y estaban babosas en vez de crujientes, los nuggets eran completamente industriales y los palos de mozzarella eran todo rebozado y escaso queso. La pizza (carbonara), por contra, era bastante artesanal para lo esperado y estaba buena, aunque la encontré un poco insípida.
Lo que no es de recibo es que el local esté tan sucio. La cocina, que se ve perfectamente desde el mostrador desde el que te atienden, parece estar bien en la distancia, pero el mini-​salón para la gente que quiere comer allí está bastante cochino. Como solo éramos dos personas nos sentamos en la mesa más pequeña, la que tiene la ventana que da a Doctor Esquerdo; en la foto que he subido espero que se pueda apreciar cómo en el alféizar de dicha ventana hay varios cadáveres de moscas (creo que eran siete en total) tostándose al sol. Ya sé que Internet está plagado de artículos que dicen que la mosca española es afrodisiaca, pero yo vine aquí a comer pizza, no a aderezármela con esto. Además es un poco incomprensible que hubiese tantas moscas en el alféizar cuando hay telarañas en los ángulos que forman los tabiques, ¡deberían haberse quedado allí apresadas! El aparato de aire acondicionado que tienen en el techo también está fino, pero ese importa menos porque lo tienen apagado a pesar del evidente calor del mediodía de verano en un local que tiene hornos.
Para pedir a casa y practicar el «ojos que no ven» sale muy apañado, aunque aconsejo ceñirse al catálogo de pizzas porque el de entrantes es de una calidad bastante baja; ahora bien, comer allí con la compañía ofrecida no me agradó demasiado. Que inviertan un poco en limpieza, por favor.

Por fin he conseguido encontrar una pizza DE VERDAD! Y sin moverme de casa (ya que siempre las he pedido a domicilio)
Increíble sabor, muchos ingredientes, tamaño y por supuesto precio. Y con esas ofertas como no voy a pedirlas un par de veces al mes.
No son pizzas gourmet, sino pizzas de verdad, tradicionales, de las de toda la vida. Esa pizza «que recordabas» como dicen ellos mismos.
Sin duda, la mejor pizza calidad-​precio que he encontrado.
Han sido muchos años juntos, pero este día tenía que llegar… Adiós Telepi, hola Di Carlo!

Mi culo desearía que nunca hubiese llegado la propaganda de Di Carlo hasta mi buzón.
Ya no pido a otro sitio, las pizzas están super buenas, y una de las cosas más importantes para mí, los champiñones son frescos, no de lata, ya con eso (qué poco pido…) me ganan.
Y por no hablar de las promociones y precios que tienen, ¡una maravilla señores!
En la web hacen 30% de descuento, no todas las pizzas cuestan lo mismo por lo que se quedan entre 6,40 € las más baratas (medianas) y 8,01 € las más caras.
Los complementos están bien.

«Ay, Di Carlo, Di Carlo… Cuando en Torrejón te conocí, me enamoré de ti. Cuando a Madrid me mudé, con ansias te esperé… Y, por fin, un día… ¡Tu propaganda vi en mi buzón, y un vuelco me dio el corazón!».
De las opciones para pedir pizza desde casa, Di Carlo es sin duda la mejor. Pizzas buenas, bonitas y baratas. Buenas, porque están muy ricas y sabrosas; bonitas, porque van bien pobladas y no da pena verlas cuando llegan; baratas, porque lo son (durante la inauguración tenían las medianas a 6,95 € y las familiares a 10,95 €, pero incluso sin oferta son muy económicas; la relación calidad-​precio es imbatible). Ah, y no me puedo olvidar del Carlo Dog: un perrito caliente pero con masa de pizza en vez de pan.
En esta surcursal en concreto tienen cuatro o cinco mesitas, rollo Telepi pero con un aspecto más de restaurante que de lugar de comida rápida.
En serio, las tres bes acompañan a Di Carlo.