La típica cafetería de barrio con un par de camareros y clientela fija, sin nada especial. Bueno sí, porque ¿dónde te puedes tomar una ración de bravas o una de alitas de pollo por 3 euros? ¿Y una de albondigas o morcilla de burgos por 5? ¿Y un plato combinado como Dios manda por 6 euros? ¿Y una hamburguesa por 3 euros? La respuesta es en la cafetería Prospe. Sólo he estado dos veces y porque me pillaba de paso para un trabajo que tuve, pero tenía pinta de ser una de las populares del barrio. Clientes que llaman a los camareros por su nombre y viceversa, un gran sitio para comer algo rápido y para, llegado el buen tiempo, tomarse unas raciones en su terraza. Recomendable.