El otro día mi hermana iba a hacer un regalo y, como casi siempre, me mandó de recadero. De correveydile. Era el cumpleaños de una de sus compañeras de trabajo y se les ocurrió regalarle un delantal con un pequeño bordado, a modo de recuerdo-homenaje. Yo había visto varias veces esta tienda por ahí, que es como de souvenires, pero no había entrado en mi vida, así que el otro día fue la primera vez. Estaba un poco destartalada(creo que porque se acababan de mudar desde la calle Arenal), pero lo cierto es que me trataron bien. Lo que más me sorprendió es como bordan los delantales: la chica encendió la máquina de coser, metió el delantal y taca, taca, taca. Mientras movíà la aguja con una especie de manivela que hay abajo, bordaba las letras divinamente, e incluso las remataba. Aluciné, no voy a mentir, el trabajo me parece difícil y allí en tres minutos sales con el delantal bordado.