Sani Sapori

Lo importante helados deliciosos y artesanales a buen precio.
La calidad/​precio es excepcional y aunque el precio sea algo mayor que en otros sitios, la calidad de la materia prima y el cariño con el que están hechos lo compensa.
En un local bastante pequeño y con dos mesas en la terraza. Camareros muy simpáticos y atentos.

Me encanta este lugar.
He venido ya dos veces porque me tengo que mover bastante por Lavapiés y la verdad me encanta. Rodeado de restaurantes indios, paquistanís, kebabs… destaca porque parece un comercio sacado de Italia o de Paris. Y no lo digo por lo grande o exagerado, al contrario, está escondido pero tiene su encanto: los colores, el diseño, etc.
Creo que debe ser de los pocos lugares allá que tienen leche de soja (jajajajaja, yo y mi leche de la puñeta) y hacen un café muy rico. Además tienen helados artesanales que tenían una pinta!!! (Por lo que veo de las reseñas anteriores creo que me tendré que animar a probarlos)
Hay oferta variada de pastitas y yo probé algo que estaba hecho con hojaldre y una manteca extraña, pero muy rico la verdad. Ah!!! y tienen chocolate en tableta para vender también. Compramos chocolate con jengibre y ya se terminó. No digo más.
La pareja que te atiende son divinos!!! estos sí son muy majos: P
Como anécdota diré que, sin perder su encanto, el lavabo… es el lugar más pequeño que he visto en mi vida (y mira que yo soy pequeña en tamaño pero es fuerte… pero gracioso)

Una opción de helado en lavapies pero con horario restringido… normalmente a las 23 en una noche de verano con las terrazas abiertas siempre cerrado !

Pequeña heladería de productos artesanales y ecológicos.
Hay algunos sabores curiosos y originales como el de fruto de baobab, el famoso árbol africano.
Los helados son cremosos y no son muy dulces, cosa que agradezco. El de sésamo y chocolate es bastante curioso.

Gran heladería, con sabores muy originales como el de sésamo o baobab (a mi personalmente este no me gustó su sabor), su textura es excepcional, cremosos y sabores muy intensos
Son artesanales, utilizan ingredientes ecológicos y frutas de temporada, por lo que dependiendo de la época, van cambiando la carta de helados.
También hacen sus propios cucuruchos, pero ojo que también los tienen normales.
Yo personalmente recomiendo el de almendras o cacahuetes. Aunque tuve la suerte de probar muchos sabores debido a una cata que hicimos y doy fe de que, independientemente del sabor que pidas, vas acertar, sobre todo si solicitas el consejo de su creadora, la cual te ayudará a combinar los sabores que desees.
En pleno Lavpiés, una de las mejores heladerías que conozco.

Ay, yo no lo conocía! Y yo soy muy de disfrutar y gozar con un buen helado. Pero Stef A. tuvo la maravillosa idea de crear un evento en el que pudiésemos degustar esta maravilla.
Su dueña nos explicó con gran amor cada detalle de la elaboración de sus helados. Nos enseñó los entresijos de su heladería que, aunque chiquita, es un lugar en el que se «cuecen» (aunque cocer, cocer… No se cuece nada) grandes sabores que hacen que nuestras papilas gustativas se revolucionen. Y, ese estado de alegría también está relacionado con los productos que utiliza, porque aquí todo es ecológico.
Probamos muchos sabores. Tengo que decir que todos me gustaron: sésamo, cacahuete, mango, frutos rojos, baobab, straciatela, chocolate, limón, nata… Ay, madre, esa nata como estaba! Lo que más me llamó la atención de toooooodoooos esos helados fue, sin duda, su cremosidad. ¡¡Me relamo solo de pensarlo!!!
Buen precio, una terracita estupenda, sabores que cambien según la fruta de temporada, calidad, buena atención y gente enamorada de lo que hace. Me encanta el Sani Sapore.

¿Helados hechos con ingredientes naturales, de comercio justo y con mucho cariño? Pues, aunque no os lo creáis, aquí, en pleno Lavapíes los hacen.
Desde luego, a mí, el que vayan cambiando los sabores de los helados por las frutas de temporada me parece lo mejor. La naturaleza es sabia y nos da en cada momento lo que mejor nos conviene, así que si en verano hace mucho calor ¿qué mejor que un helado refrescante de maracuyá o mango?¿Y en otoño? Deseando estoy probar ese helado de castañas o de calabaza.
Otro descubrimiento fue el helado de baobab ¡Ni tan siquiera conocía el fruto de este árbol!¿Y el de sésamo? Dulcísimo, tanto, que me recordaba al helado de turrón.
Pero yo soy una persona de costumbres y no me perdono ir a una heladería y no pedir un helado de limón y algún fruto rojo, ya sea fresa, frambuesa, mora o frutas del bosque como en esta ocasión. Y he de reconocer que el limón estaba muy suave pero con ese toque cítrico y ácido que me gusta y el de frutas del bosque con esas semillitas que confirman que las fruta está ahí. Sólo puedo decir una cosa: ¡Bönísimo!
En cuanto al local, es muy chiquitín, aunque ahora en verano con su terracita en la calle, es más que suficiente, pero creo que en invierno vamos a tener que hacer cola para ocupar algún asiento dentro y disfrutar de esos helados.

Con un golpe de calor que me dio, lo único que pudo sobreponerme fue probar diferentes sabores y texturas de los helados de Sani Sapori
Me decanté por una mezcla de dos sabores, de mango y chocolate que me chiflaron
Recomiendo esta heladería porque pude ver en primera persona que usan materias primas de primera calidad, desde el azúcar de caña hasta la leche y frutas… y todo ese cariño que le ponen que se notan en la primera cucharada que te llevas a la boca de éstos fabulosos helados.
Tienen sabores dispares, desde sésamo hasta maracuya pero todos excelentes.

Bienaventurados se hallen los que osen probar este manjar de los dioses, ya que desde el inicio de la aventura nos acompañó Freya (la dueña italiana, super maja y atenta) transportándonos al origen del gelato que viene de tiempos ancestrales, y una cosa que me pareció curiosa es que quizás los españoles ayudamos algo porque parece que el inventor del cucurucho podría ser un español.
La heladería es bien chiquita, y se encuentra en la calle principal del barrio de Lavapies, famosa por estar rodeada de miles de indios, pero a pesar del limitado espacio (éramos como 20 personas) Freya muy amablemente nos enseñó el corazón que hace funcionar y elaborar helados tan ricos. Y decir, que los cuidan hasta el extremo, haciendo analíticas para que no tenga trazas de leche (porque no llevan leche pero eso no hace que pierdan sabor, al revés, le da más intensidad!) y los helados que llevan leche es orgánica y biológica, vamos que están en todo.
Los helados de frutas los hacen mezclando baobab (fruto africano con un sabor similar al limón pero con un toque diferente que aconsejo probar), y tienen sabores según la temporada. Ahora por ejemplo tienen frutas del bosque, mango, fiore di latte (como si fuera nata, muy sabrosa) y en invierno, de castañas, calabaza… Ah! En invierno, además hacen chocolate caliente y tienen tartas.
Ante tal abanico de sabores y colores, me decanté por una tarrina de 3 sabores (3,50 €) optando por Mango (que es como si comieras Mango a cucharadas), maní (con cacahuete, riquérrimo) y leche merengada (ay redios que rico que estaba también).
Ya sé a dónde traer a mi chico cuando añore los gelatos italianos ;)

Qué placer más grande disfrutar de un buen helado en una tarde de infernal calor sabiendo –tras la completa explicación dada por su dueña– de cómo los hacen. Artesanales, exquisitos, únicos… No podéis dejar de probarlos, os sorprenderán!

Como dice Shakira –Eres mi nuevo vicio– Sani Sapori me ha enamorado. Sus helados y la pasión que tiene su dueña.
Ya estoy planificando la vuelta. Hacen los helados con fruta fresca de temporada que sabe riquísima. Mi preferido de fruta, el de mango, pero cuidado que yo no me caso con nadie, esperaré a nuevas frutas de temporada que como van cambiando los helados, igual llega la naranja y tengo que cambiar.
Y ahora vamos a lo que para mí es un clásico para perder la cabeza: el helado de chocolate. Está de morirse, resucitar, probar el de café y después el de mascarpone, y… Buf, no puedo decidirme. Están todos muy buenos y se nota la calidad. Me pareció muy curioso a la vez que delicioso el de sésamo.
Si las madres hicieran helados en casa con mucho amor serían estos los que harían. Olé!

Excellent flavors with rich and real tastes. I highly recommend this to anyone in need of a cold sweet any day! I had the strawberry and a scoop of banana. It was unbelievable how much each flavor tasted exactly as it was called. I also sampled the dulce de leche and would love to come back for more. The owners were friendly and spoke some English as well as Spanish.

Como me gusta Sani Sapori! Una heladería donde los helados de fruta saben a fruta de verdad!!! Si vais no dejéis de probar el helado de lima ácida, el de frambuesa y por supuesto el de mango.
Además tienen sabores peculiares como el de sésamo con chocolate (mi favorito), baobab (para los que no pueden tomar azúcar) y otro genial: yogur con leche de cabra (muy fuerte de sabor pero recomendable a más no poder).
Alegrarse la vida en forma de helado doble vale 3 € y si encuentras sitio en la terraza, mejor que mejor

Lo unico malo que puedo decir de este local es que te quedas con ganas de más, más ¡más! ¡MÁS! Pienso volver, y pienso probar toda la panoplia de sabores que no he catado hoy, empezando por el helado de Baobab, y como hayan recibido las fresas granadinas, serán fresas con baobab.
Y no solo los sabores. El ambiente de Lavapies le da sabor a todo, y el trato es genial, la chica que nos atendió no dudó en aconsejarnos, explicarnos y reírse a gusto con nosotros. Este sitio se merece un 10 con su 1 y su 0.

No sabéis lo que he sentido al comerme el super helado de banana y chocolate. Podría describirlo con muchas caras y palabras muy fuertes pero lo resumiré con :) :) :) ME HE COMIDO LA FELICIDAD PURA!!! Pero que rico dios mío!!! Lo mejor de todo no es que estuviese bueno, ni que el helado fuese de buena calidad y la chica que lo pone sea un encanto y transmita paz… no, no, es que NO TIENE LECHE!!! OMG!
Ya no puedo pasarme el verano renegando de comer helado y acusar a que llevan leche, la han liado parda al llevarme ahí!! Tienen poquito repertorio pero suficiente, porque están tremendos, cremosos y tienen un sabor 100% natural.
Por ahí cogieron de mango, yogourt, pera y chocolate… pero mi elección triunfó mazo porque era de banana y de chocolate. Ninguno llevaba leche, eran naturales y con soja y sabían a luz de bebé!!
Además, los de frutas, casi todos son aptos para veganos y los que llevan leche son de leche de cabra fresca, así que aunque comas helado comes algo bueno :) ahh y el de banana no tenía azúcar!
El precio está bien, no te clavan un cuchillo por dos bolas como hacen en otros sitios y las tarrinas son de colorinchis. Ahh y tienen un cucurucho de choco con trocitos de frutos secos, que supongo eran de almendra o cacahuete. También batidos y granizados!!! Vamos que estupuendo para sentarte en su terraza o pasear con el helado por Lavapies

we really enjoy this little ice cream shop. the ingredients are all really fresh and the owner/​workers will tell you where the ingredients are from if you want to know details. we’ve had a bunch of different flavors and loved them all. pistachio is a family favorite but we’ve never been disappointed with a flavor choice.

Me encantan las heladerías chiquititas, porque se nota perfectamente que los helados son artesanos. Si no lo fueran, desde luego que sería imposible poder degustar helado de gofio (una especie de harina que se mezcla con agua haciendo un pasta, muy típica de Canarias) o de remolacha y zanahoria.
La chica, si te ve perdido, te dará a probar alguna cosa. Yo probé el de remolacha y zanahoria porque la verdad es que me moría de ganas, y me gustó bastante, aunque no es para todo el mundo. Al final opté por pera (increíble el helado de pera, en serio, estaba impresionantemente bueno y sabía como una auténtica pera) y de chocolate. La segunda opción fue una sugerencia de la heladera, y la verdad es que pegaban perfectamente.
Merece la pena pagar un poquito más y comerse un helado de estos, que están hechos con todo el cariño del mundo y tienen un sabor de caerse de espaldas, antes que ir a cualquier lado a comprar un polo. ¡Con lo bueno que está el helado tradicional!

Heladería en pleno Lavapiés, tienen varios helados sin lactosa y el sabor es a auténtica fruta. También hacen batidos y hay varios tipos de té. Tiene una terraza con tres mesas, poco más, pides lo que quieras y te sientas allí, es autoservicio.