Me ha gustado el ambiente y la musica fuera del orden establecido hoy en dia. Gin solo Beefeater. Poco generoso a la hora de echarla en el gintonic. Parece un gintonic infantil. No apto para adultos, mejor tomarse una cerveza, es mas barata. El camarero es seriote por lo menos con los neofitos del local.
Fer A.
Rating des Ortes: 5 Madrid
Muy muy fan de la riki taberna. Ni bintaje ni cul. Ni techos altos, ni cristaleras neoyorkinas. La riki taberna tiene tanta personalidad propia que sería imposible describirlo. La decoración es propia abigarrada y turbia. Siniestra y oscura. Con recortes de aquí y de alla, con cosas que al dueño supongo, le hicieron gracia. Es la taberna del riki y la ha ido decorando con el paso de los años. Con música. Buena. O mala. La que le gusta al que pincha. Que estas en su casa y aquí se hace lo que a él le da la gana. Tirando a rockera. Heavy de vez en cuando. Alguna mesita para sentarse. Una barra pequeña. Una columna por medio. Y unos baños con lustre. de esas con pintadas en las paredes y a las que hay que ir sin exquisiteces. Y con un buen rollo que emana de las paredes. Con su pinta de cerveza barata y su tapita de embutido con colines. Pequeño, oscuro y auténtico y con tan buen rollo que a mi me hace estar más agusto que en brazos. Mi referente de huertas.
Borja A.
Rating des Ortes: 4 Madrid
FAN!!! Entre el mundanal ruido te encuentras un barecillo que te llama la antención por su oscuridad, sus mesas bajas y las«pintas» de cerveza a 3 euros(vasos de sidra). Si además, te ponen una tapilla con cada consumición y no se peta como el resto de sitios, mola.
Cristina G.
Rating des Ortes: 4 Madrid
Tercios con su tapita, música de la buena y trato más que agradable. Aunque amigos míos lo consideran un tugurio, para mí es uno de esos clásicos de cervezas a media tarde por el centro. ¡Parada recomendada!
Nuria G.
Rating des Ortes: 4 Madrid
Cuando entré a «el riki» el otro día derrepende me sentí agusto. Es uno de esos lugares que no espera encontrarte en una calle como esta, en pleno centro de la capital. Y por eso, su existencia es todavía mejor. El chico que estaba atendiendo, supermajo, iba a ponernos una tapa de embutido con la bebida y como le dije que era vegana lo cambió por un platazo de aceitunas rellenas de pimiento que no duraron ni dos minutos en la mesa. De ahora en adelante, cada vez que esté por el centro haciendo compras, después de pasar por«la experiencia pontejos», pararé en «El Riki» para equilibrar un poco mi zen.
Estela C.
Rating des Ortes: 4 Barcelona
Un sito genial en el que plantar la bandera y pasar horas y horas en buena compañía. El Riki fue una tarde nuestro campamento base de discusiones y charlas mientras poníamos el mundo patas arriba y lo arreglábamos cortando cabezas –que ya se sabe que es la manera más rápida de quitarse de encima un problema. Es pequeñito, acogedor y tiene un toquecillo canalla que me encantó. Mientras estuvimos allí las tapas se sucedían, y cuantas más cañas aterrizaban en la mesa, mejores eran las tapas: queso, salchichón, jamón serrano, lacón… Todo con tal de que no decayera la conversación y el buen rato. Un sitio al que, definitivamente, me gustaría volver.
Lolo R.
Rating des Ortes: 5 Madrid
Hay veces que, aunque los sitios no valieran absolutamente nada, uno les otorgaría cinco estrellas por el simple hecho de que su experiencia estuvo magníficamente aderezada por la compañía, la conversación, o todas las anteriores. Pero no es este el caso de El Riki Taberna. Bueno, en cierto modo sí: a mejorar mi experiencia contribuyó sustancialmente una de esas conversaciones«arreglamundos» con las que te ríes, sueltas barbaridades y te vuelves a casa más contento que unas castañuelas aunque(de momento) la cosa no haya pasado de la más pura verborrea. Pero es que además El Riki es un sitio chachi. Las mesas bajas y los taburetes son algo incómodos, las cosas como son, pero imagino que es porque de lo contrario la parroquia echaría costra en ellos y no se irían de ahí ni con agua caliente. Suena buena música, el ambiente es penumbroso y todo en este lugar invita a la conversación. Por si esto fuera poco, es un sitio en el que las cañas vienen acompañadas de tapas de embutido ibérico: desde salchichón hasta queso pasando por jamón serrano. Y vienen sin más, a veces sin que hayas pedido siquiera una ronda más. El típico sitio al que probablemente no entrarías si alguien no te lo recomendase antes, porque desde fuera no se sabe lo que es. Pues os lo digo yo: un lugar híper recomendable.
Francisco R.
Rating des Ortes: 5 Madrid
El Riki Taberna es lo que viene siendo el sitio al que voy si no se me ocurre rápidamente otro al que ir. O también el sitio al que voy si no quiero desplazarme mucho del entorno de mi barrio. Es, en definitiva«el sitio» al que suelo ir o donde suelo estar más a menudo. No es que sea muy cómodo con sus taburetillos de madera y sus mesas bajas… aunque siempre me encuentro a gusto dentro. Es más bien estrecho y pequeño, algo oscuro, con un rock atronador nacional y extranjero que sale de un netbook enchufado a un ampli. Una delicia, un portento y unas estupendas tapitas de embutido castizo que te sirven impepinablemente con cada consumición. El camarero –propietario– es un tipo amable, serio pero con una sonrisa si la ocasión lo merece, atento a las necesidades de cada una de las mesas. Hay tele, sí, y es un punto que quizá moleste pero siendo como es el relevo de un bar de barrio supongo que permanece como recuerdo. Aquí he charlado con amigos y gente de todo tipo y de todas las cosas, de la vida, de la crisis, he hablado de proyectos, de negocios, he traído a amigos de fuera de España y a los nacionales y todos han salido encantados. Porque es un sitio simple sin más expectativas que dotar de un espacio real, un punto de encuentro lejos del mainstream y cerca de la Puerta del Sol. Un rara avis que hay que proteger. Larga vida al Riki Taberna!
Pedro D.
Rating des Ortes: 3 Madrid
Este es uno de los bares con más personalidad en la zona céntrica de la Plaza Mayor. A un lado de la Plaza Jacinto Benavente, en la solitaria y escondida calle de la Bolsa se encuentra este bar. El local es pequeño, un par de mesas a la entrada, una pequeña barra y dos mesas más detrás de esta. Las paredes llenas de posters e imágenes. El ambiente y todo lo que lo rodea tiene que ver con música, rock específicamente. Es común ver metaleros, hippies o punks. Por cada consumición te ponen una tapa y va subiendo de nivel, queso, salchichón y jamón, todo de gran calidad. Las cañas siempre frías y bien tiradas. Por las bocinas de El Riki siempre se escucha rock, nacional e internacional, el volumen es alto por lo que se puede apreciar cada canción. A pesar del tamaño del local y de la clientela que nunca lo deja sólo, en este bar siempre se está bien. Reina la tranquilidad, la charla y la música. La persona de la barra siempre amable. Recomiendo El Riki, para tomar unas cañas a medio día o a la espera de que empiece alguna función del Cine Ideal.
Óscar H.
Rating des Ortes: 4 Madrid
Esta muy cerca de Sol, en la calle de la Bolsa, calle que va de la plaza de Jacinto Benavente a la Plaza Mayor. Si no lo conoces, y no fijándote, puede ser que pases de largo. El bar es pequeño, y generalmente siempre hay bastante gente. Y la media de edad es joven. Es un local animado para tomar unas cervezas mientras charlas y escuchas música patria. Siempre te ponen tapa, queso con picos, fuet, aceitunas, etc. Los precios invitan no sólo a tomarte una caña, sino dos o tres, si los comparamos con otras«tascas del centro». Muy recomendable, si estas por la zona.
Ana L.
Rating des Ortes: 5 Madrid
Cuando encuentras un bar en el que te sientes como en casa, tu cuerpo responde inmediatamente con una sensación de euforia equivalente a la que se produce cuando sacas algún premio en un «rasca y gana». Cuando, sin razón alguna, te lo cierran, crees sumirte en la más absoluta de las miserias. Cuando ponen un bar distinto en ese mismo local, inevitablemente, lo miras con desconfianza. Eso fue lo que me pasó con el El Riki Taberna. Anteriormente era la Casa Ambrosio, un antro estrecho en el que ponían rock nacional y extranjero, con cada cerveza una tapa de embutido con colines y siempre el mismo camarero tras la barra. El sitio perfecto, pero cerró y en su lugar apareció, por arte de duro trabajo, El Riki. Por supuesto que lo miré con desconfianza, pero, a pesar de haber sufrido una obra de remodelación que cambio por completo el aspecto del garito, mantenía intacto el espíritu de Ambrosio. Su rock desdeñado, su salchichón con colines y, aunque no siempre el mismo camarero, pues se turnan un chico y una chica, sí igual de majetes que el anterior.
Alberto P.
Rating des Ortes: 4 Madrid
El Ricky no es mi colega. Mi amigo Ricky nunca ha tenido un buen gusto musical, tampoco malo, le daba igual la música, el era más de escuchar el carrusel deportivo. Sin embargo, el Ricky del que te hablo destila buena música rock y si eres de los irreductibles, de los que son incapaces de tomarse una caña en un bar si no están a gusto con la música que suena, éste es tu sitio, sin duda. Nada más entrar a la derecha verás un retrato kitsch de Camarón. Eso ya es un punto, sabes que ahí hay arte. Arte porque escuchar el idiotec de Radio Head con una caña fresquita y una tapa de queso y salchichón acompañada con picos(de pan, abstenerse clientela con problemas de drogodependencia) es una sensación agradable, rallando con la mística(adoro Radio Head, también los ibéricos). Os recomiendo este bar, para mí es una joyita, no sé si debería sacarlo de mi joyero, pero me habéis pillado en plan samaritano. Aunque no seáis unos yonkis de la buena música, es un bar muy agradable, puedes sentarte en sus mesas de madera con unos amigos y discutir si te gustan más los Pixies o Sonic Youth. O comentar el carrusel deportivo. Dejan entrar a todo tipo de gente.