Pues esta tabernilla hunde sus raíces(¡qué bonito me ha quedado!) en Castilla-La Mancha, y más en concreto en las tierras de Tarancón. De allí viene Mariano y desde hace muchos años pone cervezas, vinos y tapas con estilo y sabiduría. Cualquier cosa que veáis en la barra es muy recomendable, unos simples mejillones al vapor son una maravilla, o unos camaroncitos o unos bígaros. Pero si la situación lo amerita, no dejéis de pedir unos carabineros a la plancha que son una auténtica pasada. Pero es que esto no es todo, las latas de mejillones son espectaculares, el queso(que en muchas ocasiones viene de Ocaña) es extraordinario, y no tengo elogios suficientes para una tapa de salchichón, es una barbaridad. En fin, que si conseguís entrar, suele estar muy concurrido en esas horas y días en las que todo se atesta de peña, vais a pasar un rato muy agradable. SW
Ginebra T.
Rating des Ortes: 5 Madrid
Si tuviera tiempo os escribiría una novela de lo que me evoca este sitio. es como una taberna de puerto, puerto, puerto, ¡puerto del cantábrico, puerto de Fassbinder! Es muy pequeño, tiene una barruca así con un viejo lobo de mar detrás, con barba blanca, bastante callado. Tienen un marisco increíble, ya os digo que parece que no es Madrid. Y sobretodo coquinas. que a mí me vuelven loca y casi no se encuentran en Madrid. Increíble el lugar.
Andrea A.
Rating des Ortes: 4 Madrid
La taberna de abajo la recuerdo por los bígaros que tenían, sólo por eso merece mención especial! Está cerquita de la calle de la palma, así que si pasáis por esa zona buscarlo y pararos a tomar unas cañas y pediros una ración de alguno de sus mariscos, veréis como no os arrepentís.
Alberto P.
Rating des Ortes: 3 Madrid
No es de mis tabernas más visitadas de la zona del Conde Duque, pero las veces que he ido he disfrutado de su caña bien tirada y de su tapita de patatas fritas con mejillones en escabeche. Me gusta tanto esa tapa tan simple, que sólo por eso lo recomendaría. El sitio tiene encanto: Sus dos mesas de mármol, un mueble de madera con vitrina donde guardan vinos de cosecha antigua, cuadros de clientes habituales colgados de las paredes,… El marisco de la barra tiene muy buena pinta: Navajas, carabineros, mejillones y percebes es lo que hay que pedir si tenéis una buena nómina. Los pobretones como yo comemos patatitas fritas y miramos a los procesadores del fósforo oculto en las cabezas de las gambas. Si uno de los camareros no os habla no es que sea un borde, tiene un problema de laringe y no puede articular la voz. No es coña.