Si algo me gusta de este sitio es la modernidad de su diseño. Tanto la barra, como las mesas o las sillas son muy modernas, destacando los colores naranja y negro. Nada más entrar al bar, nos encontramos la barra y alguna mesa. La planta de arriba es bastante más amplia y tiene un gran número de mesas. He tomado café con leche algunas mañanas. El precio no está mal, es un eurillo con treinta. Merece la pena porque el sitio es muy acogedor, luminoso y está muy limpio. Entre semana es un sitio tranquilo, sobre todo por la mañana. Tendré que acercarme un día para ver como es el ambiente los viernes y los sábados por la tarde noche.