Vientos

Bueno, pues he ido un par de veces porque tengo una amiga que vive en las inmediaciones, no es nada del otro mundo y si vas en verano un viernes o un sabado hay más gente que en la guerra, el nivel de ruido es alto y hace un calor que te mueres. Si vas un día de diario el servicio es muy amable y simpatico y te atiende rápido, si vas en esos días en que en la terraza no cabe un alfiler tardarán un montón en servirte y tampoco esperes nada del otro mundo.
He probado la hamburguesa barata y carne y resto de ingredientes regular tirando a malos, he probado la sepia, bien, y he probado los huevos estrellados con jamón. Bien. En fin según mi amiga la que vive en el barrio es de lo mejor que hay por allí, pero debe ser que entonces no hay mucho…
Yo volveré pero he de confesar que no es santo de mi devoción.
Quizá si eres de la zona acabes por conocer a camareros y clientes y te lo pases mejor, te puedes tormar unas cerves baratas y un gintonic sin que sea garrafón pero la comida no es nada especial.
Las dos veces que he estado mi amiga decía que el picapollo está muy bueno pero cuando yo he estado no tenían.

Buenísimas las hamburguesas y fantásticos los gintonic, los camareros muy amables y la terraza un lujo

Hamburguesas riquísimas (pan narural de colores, buey, Kobe, ternera,…) buen ambiente, terraza de invierno y verano. Extensa carta en comidas (sándwiches, perritos, bocadillos, platos combinados, raciones, tostas, .) Riquísimos Gin Tonic y la mayor exposición de whisky q te puedas imaginar. Días de fútbol el mejor ambiente! !

Soy muy fan, qué queréis que os diga.
Puede que el hecho de que sea un sitio agradable, cerca de casa y de toda la vida tenga mucho que ver con el tema. Ya sabéis, ese lugar al que te puedes bajar a tomar algo con la gente del barrio casi con los rulos puestos y los pantalones de yoga de esos de estar por casa y después, cuando te has tomado un par de cervezas más de las que deberías, ruedas como una croqueta hasta tu portal sin necesidad de coger un taxi o encomendarte a todos los santos del transporte nocturno.
Ese cheers de barrio dónde siempre te puedes tomar la última de camino a casa y los camareros te dan la conversación justa para resultar agradables y graciosos y no plastas como esos taxistas que te ponen radio-​olé o la cope y te taladran la cabeza mientras tú te preguntas qué malas decisiones has tomado en tu vida para llegar allí. En Vientos el ambiente siempre es agradable y cómodo… y aireado, que el nombre no se lo pusieron así, a lo loco; si buscas una terracita fresca y tranquila para el verano, aquí la encuentras. Si buscas una terracita fresca para el invierno… ¿por qué buscas una terracita fresca en invierno?¿cuál es tt problema? ¿se lo has comentado a un profesional? no hombre no, mejor pasa dentro, hasta el fondo, que hay sitio de sobra.
Pasemos a hablar del «bebercio y el comercio»:
Cerveza: bien tirada y a precio adecuado. Jarra de medio litro fresquita fresquita por 2,5 € y con una tapa de un mini hot-​dog garantizado
Tostas: no esperes nada digno de la cocina minimalista de los restaurantes con un gritón de estrellas michelín pero son tostas de las de toda la vida, bien hechas y con un par de ellas has cenado.
Raciones: las de toda la vida, pero con raciones generosas a precios adecuados.
Hamburguesas: la joya de la metafórica corona. Se han oído rumores de gente que ha ido a escupir al burguer king cercano después de probas las hamburguesas caseras de Vientos (las del local, no es que estén hechas de aire, que hay que decirlo todo). Con una de ellas se podría dar de cenar a la mitad de tu patio de vecinos y saben justo como las de tu abuela (si tu abuela hiciese hamburguesas).
La mejor opción sin alejarse apenas de la M-​30