Ha sido todo un descubrimiento desde que vi hace unos meses que tenían pensado abrirlo. Lo mejor son los precios, la rapidez y la eficiencia que tienen a nivel de servicio. Lo que destacaría más, por encima de todo, es lo atentos que son los camareros –los cocineros apenas hablan español, así que, suelen tener siempre cara de perro pero si les sonríes te devuelven la sonrisa de forma genuina :)-, te tratan con auténtica amabilidad, son muy afables y, aunque esté el local hasta la bandera, te dedican el tiempo que necesites, son pacientes y tremendamente amables. ¡Ah! Cuando haces tu pedido te preguntan tu nombre, lo cual me parece un detallazo… «¿Señorita Cristina, qué salsa le pongo?» ¡Majísimos oiga! Te sale el gracias solo y la propina también :D El local no es muy grande, con lo que, yo recomendaría que se pida la comida y te la lleves a casa para comerla allí, que es el formato ideal, te la van a servir en las típica cajas chinas que, además, ¡¡se pueden meter en el micro y reutilizar! Aunque también te puedes tomar la comida en el local, ya que, el diseño recuerda un poco a los buffets aunque con líneas más asépticas, baño adaptado para minusválidos(y cambiador para niños) y muebles en tonos blancos, negros y rojos(rollo ikeístico). Pensado para que haya bastante movimiento en el local. Puntazo: la cocina abierta. Apenas se aprecia el olor a comida del local, señal de buena aireación y con una mampara de cristal que te permite ver el trajín de los cocineros, verles preparar tu pedido en directo y, comprobar, que efectivamente prácticamente todo está recién hecho. Otro dato: es muy ecónomico. Tienen un menú por 6,20 €(que incluye, un plato de arroz/tallarines caliente –grande o pequeño– o sushi variado, ensalada o 2 rollitos a escoger, bebida y una salsa de las 6 disponibles). Por 8,90 € tienes una bandeja de 15 makis/sushi variado muy rico, nada pastoso y recién hecho. Las salsas van incluídas(sea con el «plato individual» como con los menús) y van desde la de teriyaki hasta una sencilla de soja. Además, te la pueden servir a parte, para que puedas medir la cantidad o mojar el sushi según lo que te vayas a pedir. Personalmente, soy una gran fan de los tallarines, y aquí los hacen en su punto de cocción, muy ricos y tanto el de pollo como el de pato y gambas están espectaculares con la salsa de ostras o el teriyaki. Tengo pendiente probar el arroz y la bandeja de makis y sushi variado. Si sois amantes de la comida asiática con toques japoneses, de verdad, ¡no sé porqué estáis tardando en conocer este wok!