Típico restaurante escondido pero aún así abarrotado cada fin de semana, lo que deja a las claras su calidad. Aquí se viene a comer tradicionalmente: lomo en manteca, migas, berenjenas con miel… El plato estrella es el arroz caldoso(muy rico el toque picante que sólo ellos saben darle), que sirven en perolas de un tamaño considerable. Por eso mismo se recomienda pedir para menos comensales de la cuenta, pues siempre sobra. Debe tenerse en cuenta que tardan unos 30 minutos en prepararlo a no ser que se haya reservado antes, lo que es muy recomendable si venimos sábados o domingos. Los postres caseros son otro imprescindible: arroz con leche, tocino de cielo, flan de huevo… Preparaos para subir un par de kilos con cada visita… sin que os quiten otros tantos de la cartera.