Si quieres unas sidrinas con buena comida de la tierra no te lo puedes perder. Entramos como para tomarnos una botella y cayeron 6. Creo que con eso lo digo todo. Tenían un menú especial de merluza, aunque nosotros de este pedimos sólo la merluza al Nalón, que es su especialidad. Es una pasada. Está muy buena y la materia prima se nota que es de calidad. Unas croquetas de cabrales y una ración de hígado completaron el menú. A mi el hígado no me gusta. Pero mis acompañantes comentaban que era de lo mejor que habían probado. Tiene un estilo propio para guisarlo. Los postres… De quitarse el sombrero… Si vas, tienes que dejar un hueco para la tarta de queso y si te ves con fuerzas la tarta de chocolate. Están bueneeeeeerrrrimas. La atención de los camareros también de 10. Estuvieron pendientes de servirnos la sidra en todo momento. Qué no falte la sidra!!!