Los Reyes llegan en barca hasta el puerto de Llafranc, precedidos por un espectáculo de fuegos artificiales. Desde el espigón se puede ver cómo se acercan las barcas, que llegan desde Calella. A pie de puerto se ve desembarcar a los Reyes y, si estás cerca de las vallas, los niños pueden saludarles, hacerse fotos con ellos y coger caramelos. Después, los Reyes y pajes recorren el camino desde el puerto hasta la plaza saludando a los niños, y allí se sientan un rato en los tronos para recoger las cartas que falten por entregar. En la plaza suele haber chocolate gratis para los pequeños. Es una cabalgata más pequeñita que la de Palafrugell, y que la de muchos otros sitios, así que es una buena opción para ver a los Reyes sin tanto agobio. De todas formas, es recomendable llegar antes para coger sitio, aunque con estar veinte minutos antes es más que suficiente. Suele empezar a las 18.30h, pero mejor confirmar los horarios cada año.