Nuevo local en Can Mario. La carta es la misma que en el de toda la vida de la calle Cavallers: platos combinados abundantes, bocadillos fríos y calientes, hamburguesas más que correctas, pizzas en pan de coca, ensaladas… La parte buena(o mala, según cómo se mire) es que está un poco más alejado del meollo de Plaça Nova, así que se está más tranquilo. Tiene una terraza muy grande y, como por esa plaza no pasan coches, los niños pueden jugar tranquilamente sin peligro.