La mejor crêperie de la isla sin lugar a dudas! Es un local muy acogedor, decorado con buen gusto y bien situado. Por un momento te olvidas de que estás en Palma y te trasladas a la Bretaña francesa, con ese olor fantástico de las crêpes realizadas con harina de sarraceno traída de Francia. Una carta abundante con combinaciones para todos los gustos, a un precio inmejorable y raciones abundantes. La de huevo, rucula, queso y aceite de trufa blanca es una auténtica delicia. Y la de pollo al curry toda una experiencia! Un buen vino para acompañar y crêpes dulces de manzana y canela, o de chocolate caliente y plátano, o con coco o vainilla para rematar la experiencia… La atención dedicada y amable de sus dueños te harán querer volver sin duda.