Bocarial

No hace falta ser un visionario para saber que una tienda de bocadillos cerca de una facultad es un negocio que va a triunfar, sí o sí. Sumémosle a eso el factor de que las facultades llevan poco tiempo allí, y que por la zona no hay otro negocio parecido. Triunfo asegurado, oiga. Pues eso mismo debieron pensar los chicos de Arial cuando montaron el chiringuito, justo enfrente de la nueva facultad de Magisterio y a cincuenta metros de la de Derecho.
¡Lo que hubiese dado yo por tener una tienda de este estilo cerca de la facultad cuando era estudiante! Y es que, sin grandes lujos, tiene todo para satisfacer el apetito de los estudiantes: bocatas calientes, porciones de pizza, ensaladas… y todo a unos precios dignos de la economía estudiantil. Por poner un ejemplo, bocadillos calientes en andaluza, es algo por lo que merece la pena hacer cola un rato.
Pero es que tampoco hay que hacer cola. ¿Cómo? ¿Una tienda de bocadillos, justo al lado de una facultad y no hay que hacer cola? Pues no, los muchachos han estado en todo, y han ideado un sistema que agiliza mucho todo el proceso. Hasta las 12 de la mañana, el goteo de gente es incesante. Gente que va a encargar su bocadillo para, a la hora de comer, sólo tener que recogerlo, y evitar el colapso… unos genios estos de la tienda.
Buenos precios, buen servicio, buena variedad, buena localización… si hasta la puerta, que es automática, mola. Le entran ganas a uno de volver a ponerse a estudiar, aunque sólo sea para, en los ratos libres, acercarse por allí a encargar un bocadillo.