ConTenedor

ConTenedor para mí era como estos sitios que siempre tienes ganas de ir pero nunca se tercia por lo que sea, hasta que finalmente me decidí.
Está algo escondido y eso hace que se le sume el encanto que ya de por si tiene el local con la decoración tan especial que puedes encontrar allí, así a simple vista hay una lámpara enorme con una decoración un tanto extraña compuesta de tijeras de podar o algo así, pajitas largas de colores y otros elementos extravagantes en conjunto, pero muy mona! Tampoco hay que perderse el jardín en el techo justo a la entrada, o el piano, o la máquina de hacer tarjetas (que me dio un coraje olvidarme de ella y poder hacerme la míaaa…pfff) Y es que mires donde mires siempre vas a encontrar algún elemento fuera de lo común pero que mola mucho en el ambiente.
Algunos son reacios a ir porque por lo visto antes de ser un gastrobar era un garito un tanto peculiar de estos de mantas en las ventanas y al que tu madre nunca querría que fueras xD pero son rumores, nada confirmado.
Y vamos con lo que interesa, la comida. Fuimos un miércoles al medio día y al entrar la camarera (alemana, seguro) nos informó que había ciertos días, este uno de ellos, en los que la cocina tenía un menú cerrado de arroz, ensalada y tarta por casi 20 €, y las bebidas aparte. Esto de primeras ya no nos gustó mucho, porque no es como en muchos sitios que vale, sí, el domingo hay paella para todo el mundo o guiso del día y es lo que hay aunque también hay varias tapitas. En este local, no.
No sabemos si es solo algunos días sueltos, o solo al medio día… Ni idea, no nos quedó claro y no se especifica en ningún sitio que hayamos comprobado.
La variedad de los arroces tampoco es que fuera extensa… 3 contados: arroz al pato y salsa de setas, arroz negro con alioli y calamares y arroz con verduritas. Nosotro probamos el de pato y setas y el negro… Y estaba duro no, durísimo, el grano CASI SIN COCER, de oída y por lo bajini algo nos había comentado la camarera que hablaba español lo que podía y hablaba rápido casi que no llegabas acordarte de todo lo que te decía y eso que en el menú había cuatro cosas… En fin.
Lo que intuimos es que el arroz era así, «crujiente». No estaba el grano en bruto por que si no por mucha salsa que tuviera eso no iba a cuajar, y la textura no era mala, el problema era el masticar tantos granos y que se pegaban en las muelas quiseras o no. Era raro, pero estaba bueno. Y la salsa de setas buenísima.
La ensalada por otro lado la que era era la que era y sansacabó, las verduras crudas con cogollos enteros de diferentes lechugas y vinagreta normal o también la podías elegir con nueces, y esa fue nuestra opción. Muy rica. Me gustó mucho la presentación que, al igual que los arroces y las tartas venían en cajas de cartón. No sé, en otro sitio me hubiese parecido una desfachatez, pero estando allí con el ambiente y la decoración no esperaba un emplatado común, la verdad.
El vino que pedimos era Rias Baixas y nos cargamos una botella entera tan agusto, 13 – 14 €, que sale más rentable que pedirte las 2 copas y media por cabeza que salen.
Y el postre al final ya no nos cabía, había para elegir entre tarta de chocolate con especias y frutos secos, o tarta de queso con manzana sobre base de galletas. Pedimos la de manzana y estaba normal… No pedimos la de chocolate porque íbamos a morir en el intento.
Y sí, estábamos llenos, que con la tontería de las cajas de cartón parece que el plato es pequeño, pero no. O quizá –ya por seguir con la pega del arroz– fuera por el almidón o porque el arroz al estar solo salteado el grano al entrar en nuestro cuerpo y mezclarse con los líquidos se inflase o algo. Que ni idea, la verdad.
Me ha dado mucha pena la experiencia en este lugar la verdad… Muy bien recomendado, casi 5 estrellas… Una pena. Pero volveré sin dudarlo porque con lo bien que me han hablado de él y las fotos y reseñas que he visto aquí se merece una segunda oportunidad el local y mi estómago!

Está bien, pero tampoco es para tanto, con el dineral que vale. La pasta que me comí estaba ligeramente sosa y como aguada, aunque el resto de platos estaban bastante buenas. El postre recuerdo que era de chocolate y tampoco estaba como para tirar cohetes.

Por fin conseguí visitar este restaurante con tanta fama en Sevilla. Fue una experiencia maravillosa!!! Desde el primer momento muy a gusto, el local acogedor, sin prisas…
Estuvimos cerca de dos horas comiendo, controlan los tiempos a la perfección y el trato es formidable.
La materia prima es de excelente calidad, hacia muchísima tiempo que no probaba una verdura tan fresca ni un arroz con tanto sabor. Probamos el arroz con pato y setas y la merluza de pintxo con alcachofas y guisantes.
Tuvimos la suerte de probar su «laboratorio» de postres. Simplemente espectacular, la mezcla de sabores es asombrosa.
Un poco caro, pero se trata de un restaurante espectacular y la calidad hay que pagarla!!! 70 € con entrante, postre, dos platos y botella de vino… En realidad da gusto pagarlo si te tratan así de bien.
Quiero volver pronto!!! Gracias!!!

Visitar este establecimiento es todo un lujo, el servicio es amable y eficaz, y la comida exquisita, el único inconveniente… Es un poco caro, pero la calidad hay que pagarla.
La decoración del habitáculo es original, pero te sientes acogido.
Al entrar y darnos sitio, previamente reservado, automáticamente nos proporcionaron una carta de vinos, donde señalo, que tienen bastantes tintos andaluces, también nos acercaron una mediana pizarra, donde estaban anotados sus platos.
Como entrante, pedimos un paté casero que estaba muy bueno, y acompañado con un vinito, el toque perfecto. Otro plato elegido para compartir, fue un revuelto de setas con presa ibérica y brócolis, acompañada de una salsa de ajo fabulosa, no quedó nada en el plato. Y por último, y no menos bueno que los anteriores, un arroz negro, el arroz en su punto y acompañado de calamares y alioli le da su toque.
En cuanto al servicio, muy pendiente del orden de tus platos, con el fin de que no se te aglomere en la mesa y puedas disfrutarlos a su tiempo.
Postre no probé ninguno, pues aunque siempre intento dejar hueco para ello… esta vez me a resultado imposible.
Resumiendo, animo a tod@s a que visitéis este lugar, aunque es un poco caro, pero quedas satisfech@.

Anoche fui por primera vez a este bar, ya lo tenia visto de pasar, pero al final me. animé a ir. El local es muy hispter y moderno, el menú lo cambian diariamente y lo ves en la pizarra que te ponen justo al lado de la mesa para que puedas elegir el plato.
Nosotros nos decidimos por unas chuletas de cordero con patatas y verduras, que estan buenas, para mi gusto habia demasiados pequeños huesos, y el segundo plato fue un arroz con setas y pato, este fue el mejor, un autentico manjar, delicioso.
El precio es caro, recomendable para un dia especial, estos dos platos mas bebidas y pan salió 40 €.

ConTenedor es uno de los sitios que he probado recientemente y también es de los que más he disfrutado en muuuucho tiempo.
Es un restaurante bonito, lleno de cuadros y de mil decoraciones coloridas, mesas diferentes… Bastante original. Además la cocina está cubierta con un cristal por lo que ves algunos procedimientos, y eso mola mucho.
El personal es encantador.
La comida es comida de verdad, de la que te hace disfrutar incluso a veces más el acompañamiento que la propia carne o el pescado, todo lleno de verduras y sabores únicos.
Nosotros, al ser un grupo grande, pudimos probar varias cosas: tabla de quesos ecológicos y paté, el paté buenísimo, los quesos también (pero he de decir que yo acostumbro a comprar esos quesos y no me sorprendieron). Un tataki de ciervo acompañado de frutas como granada, uvas… rico pero quizás lo que menos me aportó aquel día. El arroz negro con chipirones estaba buenísimo, crujientito y muy sabroso, pero el mejor arroz fue el arroz con pato y setas… que sinceramente, nos dejó sin palabras, delicioso, lo mejor de la comida. Un mero con fideua de mariscos que la fideua estaba espectacular, fideos tostaditos, muchas verduras, genial. Y por último un magret de pato sobre base de crema de coliflor también delicioso. La comida increíble, muchísimo. Además una decoración perfecta.
Si no le voy a poner las cinco estrellas es únicamente porque los postres no estuvieron a la altura, quizás porque no soy muy de chocolate intenso y por ejemplo las migas de cacao, sí que lo son, o que la panacota de lavanda me sabía simplemente a lavanda… Eso sí, la tarta de chocolate y especias, muy sabrosa y distinta, y los helados que acompañaban los postres, muy ricos también, además, todos diferentes.
Los precios de los platos son algo elevados (13 – 25 euros), aunque la calidad y el sabor sobresale bastante de lo que hay por la mayoría de los gastrobares de la ciudad. Además son platos grandes. Recomiendo ir un grupo grandecito (nosotros éramos 8) para poder probar varias cosas. Nos salió a 26 euros por persona con 8 platos, bebidas con 3 botellas d vino, 3 postres y cafés.
Volveré para ponerle, espero, las cinco estrellas.

The food here is, hands down, some of the best eats in all of Sevilla. The reason for the 3 stars is due to the way service went downhill when I ordered my dessert. I’ll keep this one brief since I’ll be talking more about it on my blog later on.
I arrived around 8:15pm and learned that they didn’t open until 8:30pm. I was dining alone and figured I could sit at the bar area instead of needing a reservation. The owner (I think it was the owner) accommodated me and told me to return in 10 – 15 minutes and he will seat me for dinner. I would need to be finished by 10,10:15 as he had a large party coming in around that time and would be sitting at that table. This was perfectly fine with me as it gave me over an hour to have my meal. I was just grateful for an accommodation!
They offer wine, artisanal (read «craft») beer, sherry, coffee, tea and other beverages. I tried one of their artisanal beers based on what I told the waitress that I liked and it was freaking phenomenal. The beer was called Zurda and was made in Sevilla. Great recommendation. The menu is handwritten on a chalkboard and your waiter/​waitress explains everything single thing for you either in English or Spanish. Some appetizer items can be halved which works great for single dining folks such as myself but others, like the oysters, can’t be. This made me a little sad but I can fully understand the reasoning behind it. The menu changes daily with some items being staples like their black rice.
I went with the rice with duck and mushrooms. The rice had a crunchy texture because it is fried on the outside and the duck literally fell of the bone. Coupled with the mushroom sauce, it was possibly one of the best dishes I’ve had since visiting Spain. Now the reason for the 3 stars.
I ordered their chocolate fondue cake which has the liquid chocolate center and my choice flavor ice cream. I chose cream. It took exactly 35 minutes for me to receive my dessert. Yep, you read it correctly. 35 minutes. At minute 20, I was approached by the owner saying it would be out in «a minute.» The concept of time in Spain is pretty non-​existent so I tacked on a 5 – 7 minute wait. At minute 28, I advised the waitress and the owner that I was waiting almost 30 minutes to which the owner reminded me that the dessert takes time because of the way it is made. While this is an absolute fact, a reputable and capable kitchen does not take 30 minutes to make ONE chocolate fondue cake. When it finally came out, it came with the wrong ice cream. I advised the waitress and it came out a second time with a different ice cream but still wrong. On the third try, they finally got it but at this point, I was so turned off that I didn’t enjoy the dessert. It was bland in taste and was unimpressive. They were nice enough to comp the dessert but the experience left a bad taste in my mouth.
Is the food amazing? YES! Is the service great? For the most part, it was. I was impressed up until dessert. I would definitely return but would skip dessert.

The restaurant came highly recommended from the lady running reception where we were staying while in Seville. We arrived ‘early’ by Spanish standards to an empty restaurant, by the time we left a few hours later after 9pm the place was packed and it was quite clearly a favourite with the locals.
We started with a mixed meat, cheese and bread platter along with a local wine while we decided what to order from the daily menu. The wine we selected came at the recommendation of the waitress. We ordered a Spanish red, it was a light to medium bodied red that was a little young but still held it’s own. It paired well across all of our dishes being just rich enough to pair with my ragu while not too heavy for the other lighter dishes.
I ended up selecting the fresh pasta with beef ragu, which was a very rich and tasty dish that I struggled to finish but did so in the end as I did not want to waste a single bite. My sister the Lamb with peaches and a pumpkin purée, by the end of the meal the plate was almost clean and receiving rave reviews of how the flavours worked perfectly together given the interesting combination. Mum ordered the Duck dish and enjoyed it, initially the duck was a little too rare for her liking but the kitchen was happy to cook it for a little longer to bring it to medium-​well for her and with that sorted she had no complaints. Dad order the Calimari and black rice dish, he too enjoyed it but preferred some of our dishes more having ordered this dish out of curiosity and intrigue rather than a great love of the ingredients and combination of them.
For desert I bowed out feeling quite full from the starter and the very rich pasta dish. My sister ordered the apple cheesecake, which I sampled a bite and wished I had enough space to order myself a slice as it was heavenly! Mum had the chocolate fondant which was recommended to us by the lady at reception, and with good reason as the bite of it that I had made me even more envious that I had filled up so much with the previous course. Dad went for a light yoghurt to end the meal as he was feeling quite full himself. The restaurant was also lovely in that they comp all tea and coffee ordered with desert, a nice touch that we appreciated as this can often lead to an expensive final course if you order a few with desert and chatting after the meal.

Con tan solo dos platos y unos quesos comimos dos personas! Menos mal que reservamos mesa, xq sino imposible! Muy ameno ya que nos encontramos con una actuación en directo de un trío de cuerda! Si vas con coche… olvídalo, imposible aparcar en esa parte del centro

De casualidad dimos con este restaurante cuando nos dirijiamos en busca del coche. Nos llamo la atencion y decidimos entrar. ¿Que me parecio? Pues bien deciros que la comida no esta nada mal no me llego ha desagradar, la calidad bastante aceptable aunque la unica pega que pondria es que veo los platos un poco caros por la cantidad que te ponen. El personal amable y correcto. Referente al local deciros esta bastante bien. Lo recomiendo.

This was a creative dining experience. As many other reviews stated, you need a reservation. Luckily, we were able to get in the next day for lunch. We had three kids with us, two of which ate there, and the third who is a picky eater waited to get pizza afterwards (which is just down the street and also highly recommended). It’s nice to find chefs creating new menus each day and using local ingredients. We ordered the oysters, pasta with mushrooms and cream sauce (we had it made without the ham), cannoli filled with duck meat, and goat shoulder over couscous. All the meals were delicious. The sauce for the cannoli was a bit bland for our taste, but could be fine for someone else. We would highly recommend the oysters, pasta with mushrooms, and the goat. Overall, a great experience!
(Parking was a bit difficult to find so make sure you plan accordingly for your reservation)

Definitely worth the visit – excellent service and very tasty and reasonably priced food. This place was recommended by a friend and I was a little apprehensive because I am very picky about my food. But we wanted to try something other than tapas, so we decided to give it a try.
I was impressed by their creative dishes; everything has a spin to it without being too pretentious. I wouldn’t consider it a specific type of cuisine, it’s simply good chefs making good food with high quality ingredients. We sat at the bar and were able to see the chefs making each dish to order. I enjoyed seeing chefs chopping up different vegetables and prepping plates.
We ordered the rice with duck and mushroom sauce and the salmon tartare – both were very savory and highly recommended. We wanted to order another dish but the waitress warned us that the dishes were pretty big already and she was right, we left very full and satisfied. We didn’t have room to try dessert but the menu included a variety of creative plates and we noticed many other groups enjoying them.

One word– Phenomenal!!! I’m not going to write a lengthy review as I’m on vacation and would to continue on. Service, attention to detail, their explanation of the menu was truly helpful. Ambiance was perfect. The food was fresh and freaking delicious. You won’t be disappointed. Vale’

Llevaba un tiempo queriendo probar este restaurante situado en la calle San Luis cuya principal característica es la defensa de la cocina de mercado, sobre todo ecológica, con productos locales.
Tras mi visita, no me decepcionó y a pesar de mis altas expectativas consiguió sorprenderme. Tras entrar en el local, una camarera nos dio la carta de vino (la única fija del local), nos contó la filosofía del restaurante en lo que a cocina se refiere y nos acercó a la mesa la pizarra donde estaban explicados los platos disponibles ese día en función de la disponibilidad de platos en el mercado.
Nosotros íbamos 5 personas y elegimos un total de cuatro platos para compartir. Para empezar, elegimos la tabla de quesos ecológicos que estaba compuesta por distintos tipos de queso de cabra acompañado de mermelada y nueces. La tabla me gustó mucho aunque me hubiera gustado más si viniese con alguna indicación del tipo de queso y procedencia. Después pedimos un pulpo a la brasa con verduritas y crema de puerros. Lo que más me sorprendió de este plato fue el acompañamiento ya que me encantaron las verduras a la brasa sobre crema de puerros y el toque de curry que llevaba todo sustituyendo al clásico parmentier de patata de moda en los gastrobares.
Como plato principal, elegimos un pescado y una carne: pez limón acompañado de ensalada de algas y crema fría de coliflor y un entrecot de retiento acompañado de verduritas mini (todas monísimas!). De los dos platos yo me quedo con el de pescado (tampoco soy yo muy carnívora) pero tengo que decir que el entrecot hizo las delicias de los comensales más carnívoros de mi mesa.
Por último, mencionar que le quito una estrella porque si bien es cierto que tanto los platos como la atención son de primerísima calidad, el precio me pareció algo elevado y aunque volveré, reservaré la visita para ocasiones más especiales.

Unique and delicious fresh food. The menu is different every day depending on what is freshly available and in season. Good service in this hip restaurant that is reasonably priced.

I studied abroad in Sevilla and I can truly say that Contenedor was one of the best meals that I had while I was in Sevilla. I went with a friend who was visiting who did not speak much Spanish and the waiters were very helpful explaining the menu to her in English. I ordered a duck & mushroom rice dish that was delicious. My friend ordered some beef in a strawberry gazpacho. The presentation was also beautiful. The menu changes on a regular basis so there’ll always be something new to try. Would highly recommend

Dinner (twice)
Food, value, ambience, service: ⁵⁄₅
One of the best meals we’ve had recently. Javier the manager and his wait staff are super friendly, it feels like a valley startup, creativity in motion :) not surprisingly menu changes daily.
Highly recommend making reservation advance, everything we tried was amazing (including the apple crumble).
One of the top 3 among the the highly rated restos/​tapas in Seville.
My recommendations would be the black rice, & shrimp pasta.

No me canso de ir al contenedor. Siempre que quiero llevar a alguien a un sitio especial es mi primera opción, siempre y cuando haya sitio, porque suele estar hasta la bola.
La decoracióm del espacio es muy acogedor, las mesas estan amplian y me gusta que no intentar mas mesas con calzador, sino respetar el espacio que tienen.
Los platos son casi obras de arte, no solo por la presentación, sino por como combinan los sabores y las texturas y se nota que la materia prima es de primera. Puede parecer caro, pero entonces es que el comensal no sabe lo que cuesta una merluza de pincho, una docena de huevos ecológicos, la cerveza artesanal, asi como la verdura de la huerta, la calidad hay que pagarla.
El arroz con pato es mi plato referencia del Contenedor, pero me resisto a pedirlo para explorar nuevas experiencias.
Los vinos son como comerciales, pero ponen una buena descripción tanto de la uva, lugar como nota de cata para que sea mas fácil su elección.
El tema gluten lo podrían mejorar, lo tienen un poco olvidado, aunque tienen platos sin gluten, pero no le dan la importancia que tiene. Tampoco es tan dificil tener un pan sin gluten congelado y sacarlo.
Ademas hay que adaptarse a las nuevas normativas de alergenos.
Tener el restaurante lleno en la ciudad de la caña y la tapa es de sobresaliente, mas de uno quisiera tener el negocio rebosante, y es que se respira pasion por lo que hacen, el mejor ingrediente.

So incredibly delicious! We had the salmon tartare, mixed salad, black rice with squid, and snapper. All exceeded our expectations in quality and taste! Wine selection was also good.

El otro día probé por primera vez este sitio, del cual había leído muy buenas críticas y cuyas fotos en Unilocal me habían puesto los dientes largos: D
El local es mediano, ni muy pequeño ni muy grande, y bastante acogedor. La decoración es muy chula, el cristal que permite ver la cocina le da un toque muy original y el hecho de que no haya carta, sino una pizarra que los camareros van llevando por las mesas, también es muy curioso xD Hablando de los camareros, son muy agradables y atentos, y aunque el servicio no es precisamente rápido (de hecho, ellos mismos dicen que son slow food), tampoco está mal cenar un día sin prisas, ¿no? :)
Vamos con la comida en sí: probamos un arroz con setas y pato ESPECTACULAR. El pato estaba riquísimo, y el arroz igual (no sé qué era o cómo estaba hecho para estar crujiente, pero estaba delicioso). El pulpo con verduras y salsa de curry también muy rico, aunque sin duda la palma se la llevó el arroz. De postre pedimos una tarta de queso con manzanas riquísima.
Las cantidades están bien, cenamos dos personas con dos platos y un postre. El precio ronda los 20 euros por persona, pero la calidad lo merece :)
Ah, y si vas, no te olvides de reservar antes, fuimos un martes por la noche y estaba hasta arriba (además, había música en directo).

It is my most favorite restaurant in all Seville. The Duck withe rice and I think is the most delicious ever! The rice is a little crispy and the duck with the gravy or whatever it is, is Devine! You must have a reservation though. The little thing that bugs me is they give you bread in a bowl for 4 people you get a one inch by one inch piece each only and they charge you a $ 1.10 each. Now that’s ridiculous ! When a whole baguette is .60 cents! Ykes!

This place was so amazing! Great atmosphere! Great food and service! The meal was so flavourful and well paired.
I ate way too much and I am not even sorry about it.

Otro concepto de comida, demasiado slowfood si tienes cosas que hacer. Fui en fin de semana y lo primero que nos dijeron era que no pidiéramos cada uno un plato porque iban a tardar, nos recomendaron compartir porque no saldrían todos los paltos para que pudiéramos comer todos al mismo tiempo. Eso no me gustó, prefiero los sitios que saben organizarse mejor en cocina y donde se puede elegir, en cualquier caso, agradecimos el aviso y pedimos al centro.
La carta es una pizarra que varía, hay algunos platos que he visto más de una vez, pero siempre hay algo que cambia. La comida excelente, presentación y sabores de 10. Muy buenas las verduras, presentes en cada plato y las salsas espectaculares. Un poco caro (20 – 30 €/​persona cuando he ido), pero un día es un dia.

Si quieres probar un nuevo concepto en cocina, este es tu sitio, eso sí, la cartera lo resentirá, aunque la calidad lo merece eso sí.
Ante todo, haz reserva con tiempo para cuando quieras pasarte, ya que el concepto «slow food», hace que una vez estés en tu mesa, puedas estar allí hasta el cierre si quieres, con lo que difícilmente podrás llegar y conseguir mesa inmediatamente.
Una vez sentado, podrás disfrutar no sólo de las vistas a la Iglesia de San Luis de los Franceses, sino ver directamente qué se cuece en la cocina (visible al público), o su decoración cual galería de arte…
El concepto slow food, tiene otra peculiaridad, y es que los platos no llegarán por el orden en el que tú lo solicites, sino por el orden que marca el propio restaurante. Para saber dicho orden, ellos te facilitan una carta (pizarra que van modificando diariamente), en el que aparece lo que podrás tomar de primero y de último. Junto a esta carta, hay otras dos más, estas sí de papel, para el vino y los postres. Nosotros nos pedimos dos vinos, uno tinto «Tamaral» y blanco «Perfume», a los cuales nos dejaron catar previamente y de postre «Tiramisú», todo muy bueno.
Los platos para compartir que nos pedimos estaban deliciosos y con ingredientes que son ecológicos y poco comunes, por lo que el precio merece la pena (rondan desde 9 a 18 euros): Ensalada con membrillo y nueces; tataki de ciervo; revuelto de huevos, setas y panceta y arroz crujiente con setas y pato.
Sin duda volveré cuando tenga algo que celebrar, para poder saborear sus platos y disfrutar sin prisas de ellos.

Llevaba tiempo con ganas de probar este sitio, que al parecer lleva un porrón de años abierto y sigue estando siempre hasta la bandera de modo que o reservas con antelación o no pillas mesa. La verdad es que ha merecido mucho la pena.
Se trata de un local decorado con mucho encanto a base de reciclado de mobiliario (según me indicaron, las lámparas estaban hechas con tambores de lavadora. Toma ya.) y el servicio es completamente encantador.
En cuanto a la carta, decir que si bien ya solo por el nombre te apetece pedírtelo todo, es un poco extraño e incómodo que tengas que elegir de un pizarrón tamaño plato de ducha y no te pongan un tríptico o algo un poquito más manejable de encima de la mesa. Pedimos tataki de ciervo en ensalada de fresas e hinojo, arroz con pato y setas y canelones de ternera. No encontré los canelones algo digno de aullar de placer, pero el resto de los platos me parecieron magníficos y con una presentación más que atractiva. De postre una panacotta con crumble de lavanda nos hizo saltar las lágrimas de gusto una vez más. Además, disponen de cervezas artesanas de las potentes (Albero se llamaba) que además de ricas nos dieron un puntito achispado estupendo. Como anécdota, yo soy más de cerveza, pero un acompañante que es más de vino no pudo pedirse una copa suelta porque los vinos que le gustaban no los servían por copa y los que sí servían costaban el doble que pidiendo botella.
No le pongo 5 estrellas por ese par de detallitos negativos y por ir un poco (muy poquito) subidito de precio con respecto a otros sitios de calidad similar que he probado en Sevilla, pero sin duda volveré a seguir probando otros platos de la carta, que van renovando con regularidad.

If you are coming to Sevilla then make it a point to come to this restaurant. They book up and you will need a reservation. It took us four nights to get in but it was worth the wait!
As mentioned in earlier reviews, the menu changes daily based on the available fresh ingredients. The menu is a chalk board that the wait staff share and will gladly translate it from Spanish to English, French, and I believe I even heard German. They have so many options that it may be difficult to choose. The prices are excellent as is the wine list.
We started out with a half a dozen oysters with lime to squeeze on to them. Extremely fresh and with just the lime juice an excellent start. Then came the lamb chop dish that was out of this world and perfectly seasoned. My wife enjoyed the tagliatelle with venison or beef. The we ended the night with two different desserts (tiramisu and an luscious cheesecake with raspberry coulis and vanilla ice cream.)
By far the best meal in Sevilla and in the top three in Spain. The service, food, and décor is excellent.

Hands down the best meal in Spain. All organic local ingredients. The meat was cooked to perfection– and the quality was as good as Argentine Steak. The squid ink Risotto was out of this world but what really stood out were the specialty wine list– wines from small vineyards around Spain that have me considering making a road trip to find these gems. Amazing atmosphere, great service, and food I’m still dreaming about 2 weeks later!
Can’t wait to go back!

Restaurant au top ! On est parti manger là bas suite aux bons commentaires sur Unilocal.
Accueil souriant, ambiance convivuale, deco moderne… le vin est bon, les plats sont innovants avec des produits frais. Par contre le dessert était bon mais sans +.

Le Contenedor est le restaurant qui fait du bien si vous en avez assez des tapas ;-).
Cuisine Slow Food et inventive, on découvre une nouvelle manière de déguster les mets espagnols.
Le service est impeccable, beaucoup d’attention envers la clientèle.
Le restaurant était complet mais nous avons pu nous installer au bar, c’était super pour y passer la soirée en amoureux. On a pu observer les cuisiniers et ce fut impressionant de les voir effectuer le dressage des plats :-D
Un vrai délice.
Les vins sont également excellents, nous avons pris des vins différents au verre et ils étaient très bons.
Et pour un restaurant qui se veut quelque peu gastronomique, les prix sont tout à fait correcte ;)
POur deux personnes; une entrée que l’on a partagé (plateau de fromages espagnols), 2 plats, 4 verres de vins (généreusement servis) et le pain; 53 €

Riquísimo. Arroz con pato y ensalada con calabacín bacalao y flores y algas. Fantástica cocina por un precio muy interesante. Muy acogedor. Le recomiendo muchísimo. Un momento genial. Decoración muy contemporánea. Perfecto !

By far, the best meal we have had in Spain! After many recommendations and searching, we narrowed it down to Contenedor. I will be dreaming of their sauces, and delicious quality ingredients! Wish I found this place sooner on our trip to Seville! I strongly recommend trying their food any night of the week!

Une cuisine inventive, délicieuse pour un prix raisonnable, à deux pas de la Macarena et de ses restos touristiques, ça change !
Mention spéciale au gaspacho de fraises, avec une pointe de pesto sur des gambas ultra fraîches: un régal !

After living in Seville for two months and surviving solely on tapas, I was excited to try Contenedor. Many of my friends raved about the place, and this restaurant definitely lived up to my expectations. The ambiance feels warm and cozy without exuding a pretentious vibe.
The staff was friendly and helpful in translating the entire menu to English. The menu changes daily depending what shipments they receive. The four of us ordered the appetizer salad, which is beautiful and an absolute must. We also ordered four entrees to share and it was the perfect amount of food. I highly recommend the roasted duck served over crunchy rice. While the meal may not top the list of best meals of my life, it definitely tops the list of my best meals in Seville and I highly recommend it to those visiting the city.

Delicious food. Very fresh! Ordered the three tablas for appetizer (queso, jamon, and pâté). Then the arroz negro and arroz con pato, as well as the cazuela con gambas. All very good and fresh. Great service! Definitely recommend the homemade artesian beer to drink!

La comida está muy rica y el ambiente es muy agradable, he estado varias veces y siempre he salido muy satisfecha con la calidad.
Los precios son un poco altos, y la cocina abierta hace que salgas oliendo a comida, pero todo en la carta está rico y el sitio es bonito. Tienen vinos interesantes por copa, aunque también a un precio relativamente alto.
A veces, depende del día, he encontrado camareras con «demasiada prisa» por retirar los platos, cosa que siempre me desagrada y hace sentir incomoda, pero si les dices que necesitas más tiempo no se molestan y lo respetan.
El arroz negro está muy bueno, y el pulpo también. Los postres están ricos, la tarta de chocolate y avellana es recomendable. En vinos tienen Mundo viejo que es muy agradable.
El ticket medio (sin volverse loco pidiendo) va a rondar mínimo los 20 €.

We have been in Sevilla two months, and every time we walk past Contenedor, which is about four times a week, I say to myself «I need to eat there.» Tonight was the night, and the place lived up to every hope and dream I had. First, a word about vibe — this place has it. It’s comfortable, cozy, and chic all at once — the lighting (low), the music (tonight was a vocalist singing bossa nova tunes), and the service (unbelievably gracious and friendly) just enhance the vibe. To me, this felt like eating at a little slice of WIlliamsburg in Sevilla.
The deal with Contenedor is that the food is unbelievably fresh, and the menu — which is delivered to your table on a chalkboard– changes daily. The waitstaff will happily translate the menu for you, and offer ample descriptions of every single item listed (and everything on the wine list). It’s clear that everyone who works there is passionate about the restaurant, and about food.
We started with what must have been the freshest salad I’ve ever tasted. The word «salad» somehow doesn’t do justice to the incredible mélange of deeply fresh veggies that Contenedor served up. Then there were shrimp — succulent, juicy, perfectly cooked (as in just enough to keep the shrimp a perfect pink and almost sweet) — served on a bed of amazing grilled veggies — asparagus, cauliflower, mushrooms. Then there was the black rice with squid — thank you, Contenedor, for not serving some creamy risotto, but instead a deeply flavored rice with seared squid. And then the white fish served with oysters (yes, oysters). I can only describe the taste as «summer beach» — somehow both light and rich.
And please, do yourself a favor, and no matter how full you are, get dessert. The chocolate fondant is one of those amazing molten cakes — once you break into it, warm molten chocolate oozes out. And the chocolate tart is dense, heavenly, with deep hints of cinnamon and hazelnut.
Tip1: Make a reservation!
Tip2: Unlike a lot of Sevillan joints, this place is open every night.
Tip3: The portions are rather large. We ordered four main courses for four people, and we might have been fine with three.

El nivel y cantidad de comentarios de este sitio hizo que sintiese una enorme curiosidad por probarlo. De hecho, más de un amigo se considera un enamorado del Contendedor.
Decidimos ir a probarlo y todo pintaba bien desde que entramos. Había un concierto acústico en la entrada, que hizo muy agradable la velada, además de mucho ambiente, curiosamente gran cantidad de turistas, para ser un martes noche.
Me gustó especialmente la disposición del sitio, así como el mobiliario y la decoración. La carta pintaba bien por completo, aunque no tanto los precios. Con respecto a la cantidad, para ser platos, parecían más bien tapas. Llamadme quisquillosa (o tacaña), pero me pareció excesivo en algunos casos.
Mi recomendación sería el tartar de ternera con aguacate, pero no sé si lo volveréis a encontrar. Más tarde me han comentado que en cocina hacen la compra del día en el mercado por la mañana y, en función de lo adquirido, configuran la carta. Lo que explica la calidad y, quizá, el elevado precio de los platos.

Las expectativas eran altísimas cuando, buscando un sitio para cenar, nos surgió la idea de venir aquí. Tantísimas críticas positivas y una fama bestial eran argumentos más que suficientes para venir, de una vez, a probar el ConTenedor.
Lo primero que hay que destacar es que es más que recomendable reservar mesa previamente si no quieres quedarte con las ganas de cenar aquí, porque era martes por la noche y estaba el local absolutamente a reventar. Pese a ello, no se hace agobiante y la decoración ayuda a no estar pendiente del jaleo, el trasiego de los camareros y el humo que se cuela en la sala procedente de la cocina, que está a la vista. La noche en que estuvimos nosotros tenían un dúo tocando música brasileña a guitarra allí en vivo, algo más que de agradecer y que no se encuentra en cualquier sitio.
En cuanto a la comida, la verdad es que tengo que reconocer que estaba muy rica y sabrosa, me gustó mucho, pero me pareció excesivamente cara. Algunos platos de la carta no bajan de los 12−16−19 euros y, aunque son para compartir entre dos o tres, no sacian lo suficiente. Para hacernos una idea: cenamos tres personas y para que todos nos quedásemos sin hambre hubo que pedir cuatro platos, cada uno con su correspondiente precio.
Curiosamente, no sé si es habitual, todos los platos venían acompañados de la misma salsa de pimientos roja que servía de decoración y que, bueno, por lo que cuestan creo que ya podían tener dos salsas y no repetirla en tres de los cuatro platos que pedimos.
Es un sitio con una cocina excelente, con un uso de materias de primera calidad, pero que tiene los precios algo inflados, me parece a mí. Volveré algún día, por supuesto, pero probablemente sólo cuando tenga algo que celebrar o en alguna ocasión especial que me llame a cenar allí, rodeado de extranjeros.

Really good, innovative, creative, and fresh cuisine. Very nice team of staff and cooks whom you can watch through the window
Out if the 3 restaurant we tried during the weekend it was the best (la bulla and azotea were the others)

The portions here are very generous and so tasty that you will not be able to stop stuffing your face. The menu changes daily and they have a chalkboard they carry around to show what the specials are for the day. The ambiance is fun and artsy and they have great service.
The highlight for us was the duck and cripsy rice. The duck was crispy on the outside with very tender meat laid over perfectly seasoned crispy rice. A must try!

Local con ambiente agradable. El servicio desenfadado pero siempre educado.
Uno de los primeros sitios que instaló la cocina vista hacia los clientes.
La carta es original, algunos platos sorprenden sin caer en el snobismo. Buena selección de vinos, quizás se echa de menos asesoramiento del personal sobre ellos. Para rematar no saltarse los postres, recomendables todos, el coulant de chocolate delicioso.
No es barato pero tampoco excesivo, acorde con la calidad y servicio.

Dutchman found out about this restaurant through a few positive reviews. Total diamond in the rough. Literally one of the best restaurants in town, it’s an excellent option if you are looking for great food. Lovely restaurant in the middle of town, place was so pack. Please don’t miss out, make reservations here while your in Spain. The food is simply fabulous! They take good and fresh food to a whole new meaning. There are so many wonderful and special things to say about this restaurant that I honestly don’t know where to begin. The cooks in the kitchen meticulously specially prepares each meal to perfection.

Una auténtica delicia, un sitio para comer bien y disfrutar de una comida o una cena con muy buenos productos y muy bien hechos.
El sitio es muy agradable y tiene una atmósfera especial. Al encontrarse en la calle San Luis no es una zona de mucho tránsito y le da cierto punto de evasión de zonas abarrotadas. La zona más cercana a la puerta es la más conseguida y es bonita la vez que acogedora. Es una pena que un poco más adentro hayan optado por Ikea, pero bueno, se les perdona aunque es un punto a mejorar en un sitio así.
La carta de vinos es bastante completa y es el complemento perfecto para regar sus platos. La carta depende de lo que haya fresco en el mercado, así que es muy posible que aunque algunos platos que dependen menos de temporada se mantengan, tengas nuevas opciones cada vez que vas, algo de agradecer. La última vez que fui tomamos el arroz meloso con pato que es una de sus joyas. No tiene nada que ver con otros arroces con pato, yo no me lo perdería ni pienso perdérmelo cada vez que vaya. También tomamos, que no lo había visto otras veces en carta, un solomillo de ciervo que estaba tierno como mantequilla y sabrosísimo.
En la puerta advierten que su concepto es el de slow food, así que mejor ir tranquilos. Pero no te preocupes, porque eso quiere decir que se toman su tiempo para hacer las cosas bien y que te ofrecen un espacio para cenas relajadas, no que la falta de profesionalidad sea la que alarga los tempos. El servicio es encantador.