Cosa Nostra

I am from California, have very limited Espanol, could not read the Spanish menus very well, and so the items I would order, I really didn’t enjoy; in fact, many times I just couldn’t eat what was placed in front of me. My AirBnB host recommended Cosa Nostra. The waiter provided me with a menu in English. I tried the vegetarian pizza and it was hands down the best pizza I have ever eaten in my life, thin crust, so much flavor! Next year’s hiatus, Italy. Thank you, Cosa Nostra for a truly pleasurable dining experience in Spain!

Looking for good Italian food and swift service??? Look no further. The place serves the traditional pizzas and classical pasta dishes, followed by kind and friendly staff. The chef put a lot of effort in the ingredients, here you can really taste the difference from similar restaurants in the city…

Fuimos a Cosa Nostra en una reunión de compañeros de facultad, con un menú cerrado de 25 €.
Este menú consistía en: Una ensalada mixta muy simple (lechuga, tomate, cebolla y aceitunas negras), tres pizzas y tres pastas (macarrones boloñesa, espaguetis carbonara y fetuchini con una salsa de queso que no identifiqué, aunque era la de mejor sabor). Bebidas que incluían refrescos, agua y vino (debo decir que el vino blanco llegó poco frío, y que cada vez que pedíamos nos traían una botella totalmente distinta), y tres postres, de los que señalaré que el tiramisú estaba demasiado poco dulce (un tiramisú no debe ser muy dulce, pero este me pareció que no lo estaba nada).
En fin, las cantidades fueron bastante abundantes, pero el sabor no correspondía al precio que pagamos por ello. El dueño del local se acercó a hablar con nosotros, y nos explicó que traían de Italia muchos de los ingredientes, y que tanto la pasta como las pizzas las hacían ellos a mano. Les reconozco el esfuerzo, pero si eso no se refleja en el sabor, no le veo sentido.
Además, el servicio fue bastante lento, entre las pizzas y las pastas pasaron unos 40 minutos, y en el local hacía calor, a pesar de estar el aire acondicionado encendido.

Conozco el restaurante desde sus comienzos, cuando Rafaelle atendía en el salón, Leone cocinaba, y tenían a Luigi como maestro pastelero (hacía unos canolli de ricotta con salsa cardinale ñam). En ese tiempo, se trataba de una coqueta trattoría, donde primaba la calidad de sus productos y el trato tan cercano. De hecho, acabamos siendo amigos.
Hubo una segunda época, donde ya se ejecutó la obra de remodelación, con pretensiones de estilismo moderno, que unido a la legislación del tabaco y separación de salones, ampliaron demasiado el negocio. Tras ello, le sucedió la ramificación y abarcaron negocios como gestionar el restaurante del Casino de la Exposición, que no cuajó, y en el Paseo de Colón, bajo el nombre de Flamingo Cosa Nostra.
Me encanta ir y pedir que ellos me elaboren lo que quieran. Siempre todo muy rico.
He tenido la suerte de ser probador de platos nuevos que meter en carta, entre ellas, la ensalada millenium.
Es normal ver a personajes famosos y deportistas de élite en sus salones.
Sin duda, en mi mesa no puede faltar la pizza calzone con extra de carne y ricotta.

…italiano o sucedaneo?
Pudiendo elegir cualquier otro restaurante italiano de la calle Betis. Decidimos ir a Cosa Nostra, ya que el Mamma mía y San Marcos ya lo conocíamos, así probábamos algo nuevo.
Yo paseo mucho por el barrio y llevaba tiempo queriendo descubrir este nuevo «restauranti».
Parecía que no era un italiano al uso. Decoración de último diseño, local amplio donde puedes ir con un grupo grande de amigos, sensación de orden y limpieza…
No tiene mesas fuera en la calle, como la mayoría de los bares de la calle Betis, pero el local es bastante grandecito.
Ay! que desastre. No sé si es que tuvieron un mal día y nosotros mala suerte o es que es así diariamente o el mal día lo tenían ellos.
Pedimos dos pizzas, una cerveza y una copa de tinto de la casa. No soy muy entendida en vinos, pero el que me pusieron parecía «aguachirri» (más transparente que un cristal y con menos cuerpo que «Maiquel LLancson»).
Las pizzas algo quemadas por los bordes, después de hacerle la disección de lo tostado se dejaron comer.
Hace casi un año de esto y no he vuelto a ir, así que puede que hayan cambiado de cocinero y de camareros.

Cosa Nostra es un restaurante al que apetece entrar cuando pasas por delante, con esa cristalera transparente y los precios en el exterior. Al entrar, encuentras fotos colgadas de grandes actores y directores del cinema italiano.
El local inspira confianza, pues las pizzas las preparan delante de tus narices, puedes ver cómo manipulan los ingredientes.
Fui en varias ocasiones cuando trabajaba por la zona, y generalmente pedía lasaña de carne o de verduras, ambas muy ricas. Las ensaladas son copiosas, y con una para compartir y el plato, sobra comida.
Las últimas veces cambié de plato, elegí carbonara y pizza en otra ocasión, no quedé satisfecha.
Para colmo, mi última incursión fue hace un par de meses con mis compañeros de Facultad. Éramos unas 20 personas, los que quedábamos a las 22h después del almuerzo de reencuentro en Río Grande, y muertos de hambre les llenamos el restaurante en un momento. Imaginaos qué alegría para el dueño encontrarse con este regalo un sábado noche en el que el local está vacío. Pues… poco duramos, el regalo se convirtió en regalito.
Resulta que una cuarta parte de mis compañeros no querían cenar, tan sólo deseaban tomarse una cerveza porque estaban algo saturados de tanto alcohol y su idea era tomarse la última y a casa. El problema es que hubo un encuentro con el camarero debido a que estaban entrando y saliendo para fumar, y el grupo, algo mosquedao por la conducta del servicio, decidió levantarse y largarse.
Sinceramente, no me gustan los numeritos. No puedo posicionarme porque no me enteré bien de lo ocurrido, aunque después de la tarde que llevábamos no creo que nuestra reacción fuera la más adecuada. Sí he de decir a favor de mis amigos que el cliente es lo primero y a no ser que se falte al respecto, no debieron dejar escapar a 20 personas un noche en la que el local estaba completamente desierto.

Hay que llegar con tiempo, pero merece la pena. Siempre correcto

Vraiment sympa. Ils sont très gentil et la nourriture est bonne

Uno de los mejores italianos en Sevilla, aunque imprescindible hacer reserva porque es pequeño para la cantidad de clientela que tiene. Siempre lleno.

pastas y pizzas
Es un restaurante italiano situado por el centro, la decoracion es perfecta, lleno de cristales y cuadrod antiguos. El horno donde se hacen las pizzas esta junto a las mesas, pero no forma humo, tu pides la pizza a tu
come bien y por muy buen precio