El Colmao de Gascón Rubio

Nice option in the neighborhood of our hotel. It was so nice to be able to still sit outside on an almost-​December afternoon. Service was very friendly, just go up to the window and ask for what you’d like. Give the guy your name, and he’ll call you when it’s ready. We sat and enjoyed the sunshine while enjoying a couple of beers and tapas. We had a montadito (small snadwich) with bellota and salmorejo. The presentation was lovely and the taste even better. The bacalao confitado was delicious as well. The fish was cooked just right, flavorful and moist. The sauces on top were the perfect complement. The langostinos looked amazing, so would like to try those on another occasion.

Mis expectativas en torno a este lugar eran más altas, pues, tras leer los comentarios me quede con la miel en los labios al ver que no se correspondía con la realidad.
Es un sitio cercano al Hospital Virgen Macarena al que puedes recurrir si tienes prisa y buscas algo cerca de comer, aún así, creo que esta por mejorar bastante. Recomiendo el arroz que sirven fuera de carta, realmente es lo único que me hizo pensar en repetir de este sitio.
Por ultimo decir que la relación calidad — precio esta un poco descompensada en mi opinión.

Ha sido uno de los bares más concurridos de mi viejo barrio. Llevan abiertos más de una década, con más éxito del que muchos pensarían que merece.
Se trata de un negocio familiar regentado por el miembro de una familia del barrio que tiene varios establecimientos por la zona y, aquí, es donde ponen unas de las mejores cervezas de toda la Macarena.
Es un bar pequeño, pues en el interior apenas caben alguna mesa y varios taburetes, pero tiene la suerte de tener algunos veladores que para el solecito en invierno o para el fresco en verano es la mar de agradecido.
Eso, unido a que tiene una cocina simple pero la mar de efectiva acaba resultando en que estamos ante una de las opciones más completas y sencillas de la zona, de esas que difícilmente defraudan.

Magnifico bar en Macarena para tapear y comer, tanto dentro como en su terraza. Caracoles, buenas chacinas y jamón, platos caseros, salmorejo, solomillo braseado al Pedro Ximenez… Genial!!!

Un muy buen bar de tapas, muy recomendable la imperial que consiste en anchoas del cantábrico sobre salmorejo. También tienen un queso viejo buenísimo.

Llevo años viendo este bar y pasando por su puerta pero hasta hace poco no había entrado. Parece más grande de lo que es, tiene la fachada grande pero luego tiene muy poco fondo, hay poquísimos espacio entre la barra que está al fondo y ocupa todo lo largo del local y la cristalera que da a la calle, cabe una mesa y queda un estrecho pasillo. Y fuera no pueden poner mesas, no tienen espacio.
Era un día entre semana por la noche, ya tarde, serían las 10 y había quedado después de ir al gimnasio con Lolo en la esquina de enfrente, en el Bar Koala, allí nos tomamos una cerveza, pero nos entró un hambre. Lolo me dijo que en el Colmao de Gascón Rubio ponían buenas tapas, así que cruzamos la calle y vimos que una de las pocas mesas que tienen estaba libre.
El camarero nos recomendó el pollo a la mostaza. Buenísimo, para chuparse los dedos, pedimos pan extra para seguir mojando en la salsa.
Tengo que volver, está bien de precio y me encantó ese plato que comimos, pero me gustaría probar otros que me han comentado que están muy bien.

El primer día que entras en este bar te sorprende el azulejo que lo preside entre fotos y más fotos de la Esperanza Macarena.
Hay una dedicatoria: «Esta casa fue inaugurada el 28 de marzo de 2001. Gracias a mis padres Rafalito y Maruja».
En su carta encontramos: sopa de tomate, migas con huevo frito, salmorejo, ensaladilla, gascón, ventresca de atún sobre salmorejo, espectáculo de berenjenas rellenas, imperial, sangre encebollada, anchoas con Leche Condensada de La Flor del Toranzo. Sirven también unos Boquerones en Vinagre tamaño XXL, albóndigas de Choco, un Venao en salsa
Tiene veladores fuera que a veces ocupan toda la calle, porque el interior no es demasiado grande, aunque una vez que llega la hora de cierre del exterior se agolpan muchos amigos a seguir tapeando en el interior.